Qué maravilla comprobar en el Centro Dramático Nacional que la Comedia sin título –e inacabada– de Federico García Lorca sigue muy viva, y no deja indiferente al patio de butacas. Gracias al montaje dirigido por la gallega Marta Pazos, que, respetando el texto que dejó escrito el genio granadino (al que da vida Alejandro Jato), ha incorporado dos nuevos actos, con un fuerte componente onírico, en los que no necesita de palabras para emocionar y sorprender.
Marta Pazos decidió apostar por un numeroso reparto –que incluye nombres tan populares como el de Georgina Amorós– de intérpretes menores de 30 años. En él está Alejandro Jato, de 27 años, que tiene el privilegio de interpretar al poeta («desde un lugar de gran libertad»). Es una función de dos horas de una intensidad, emocional y física, para los catorce actores y actrices que apabulla. «Hemos hecho muchísima piña», cuenta Alejandro. «No es tan común que se cuente con tanta gente joven (tanto actores como creadores) en un espectáculo, y eso es muy guay, porque no se debe perder la voz de toda una generación«.
Alejandro Jato llegó a Madrid («bastante perdido») desde Vigo con 18 años. Su deseo de ser actor ganó, afortunadamente, sobre su interés por estudiar ADE. «No me puedo quejar, porque he tenido mucha suerte y no he dejado de trabajar«, confiesa. Tuvo su momento de popularidad televisiva gracias a la serie Servir y proteger –en la que estuvo en dos temporadas–, y ha formado parte de funciones tan potentes como el Ricardo III que deslumbró en el añorado El Pavón Teatro Kamikaze.
Su debut en el Centro Dramático Nacional llevaba tiempo gestándose. Marta Pazos –amiga con la que ya había trabajado en el Centro Dramático Galego– le propuso esta Comedia sin título antes de la pandemia («teníamos que haber estrenado en enero de 2021…»). Aceptó de inmediato porque asegura que colaborar con ella supone siempre un disfrute total. Ya había interpretado una vez El público, y el «teatro imposible» de Lorca (que también incluye Así que pasen cinco años) le apasiona.
Esta propuesta de Comedia sin título nos recuerda lo que tiene de premonitorio el texto inacabado de Lorca. «Le asesinaron por poeta, rojo y maricón. Y Marta nos recordaba lo sucedido con Samuel Luiz en A Coruña recientemente… Resulta tan escalofriante como bonito que siga estando vigente». Quizá por eso no deja en absoluto indiferente.
De hecho, Jato cuenta que rara es la función en que no se levanta gente indignada antes de que termine. Incluso un día hubo que echar a un espectador. «Es una maravilla pensar que al inicio del espectáculo dos de los personajes se rebelan y se van, diciendo que no han ido al teatro a recibir lecciones de moral». Y bromea con un ejemplo cercano: «Mi madre, siempre que presento un espectáculo, me pregunta: ‘¿Esta es de las raras o de las normales?’. Le dije que esta le parecería de las raras», recuerda entre risas. «Pero le expliqué que tenía que dejarse llevar. Que era como cuando escuchas una canción en francés y no conoces el idioma, que no hay que entender lo que dice para que te llegue…«.
Tanto los ensayos como las representaciones los califica de «muy intensos». Sabían todos que habían generado un espectáculo especial para todos y para todas. «Es muy exigente a todos los niveles, lo bueno es que Marta te implica desde un lugar muy cercano, nada autoritario». En lo físico, a base de una fuerte preparación y muchos moratones, hicieron callo para poder aguantar cada función.
En esta Comedia sin título, sus cuerpos desnudos –y diversos– también juegan un papel muy importante. «En mi caso, el pudor físico lo tengo superado hace mucho», dice Alejandro. «Y a todos se nos ha olvidado por completo lo mucho que estamos desnudos en el escenario. Porque hay una cosa de masa desnuda en nosotros – también a nivel emocional– que es pertinente, y bella. Lo físico, el cuerpo, es una parte más, otro elemento de la historia que contamos. Todos estamos cómodos con ello, y, obviamente, nos cuidamos entre cajas».
Es en teatro hasta ahora donde ha podido acceder a más proyectos que le han emocionado, a todos los niveles. «También como espectador, porque a mí me encantaría ver esta Comedia sin título desde una butaca«. Además de sentirse afortunado de poder formar partes de espectáculos así, también siente el deseo de impulsar otros desde su creación. «Tengo escrito un cortometraje que me apetecería hacer, y también estoy escribiendo junto a Pablo Quijano versiones de alguna función que nos gustaría levantar con nuestra compañía, Los hijos de, en la que también está Georgina [Amorós]». De momento, disfruta de la intensidad de la experiencia que está viviendo, y valora cómo la compañía lo vive a una. «Eso me encanta: que se creen siempre momentos especiales con la gente con la que trabajas. Porque te los llevas para ti, y suelen ser irrepetibles».
FOTOS ALEJANDRO JATO: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
COMEDIA SIN TÍTULO SE REPRESENTA EN EL TEATRO MARÍA GUERRERO (C/TAMAYO Y BAUS, 4 · MADRID) DEL CENTRO DRAMÁTICO NACIONAL HASTA EL 26 DE DICIEMBRE