Ricky Martin, de 49 años, ha subido la temperatura de sus seguidores con una publicación en Instagram. «Un día en la oficina», titulaba la imagen en la que aparece dándose un remojón en una bañera.
Parece que la sugerente escena es un instante del making of para su último videoclip. Mira, si este es solo un aperitivo, cómo será el resultado final… ¡Estamos deseando verlo!
Normal que sus fans se volvieran locos con la publicación, tal y como dejan claro los comentarios que le han dejado en redes sociales, repletos de fueguitos y de peticiones para que la próxima vez que se meta en la bañera lo haga sin ropa…
En abril su espectacular físico volvió a dar de qué hablar por el explosivo look que mostraba para un reportaje de la revista británica Schön!, dedicado a artistas musicales.
Fotogénico como siempre y empedrado como nunca, fotografiado en exclusiva para Schön! por Isaac Anthony, y entrevistado por el redactor jefe de la publicación, Douglas Van Laningham, el portorriqueño aparecía imponente con barba decolorada y unos estilismos que hacían referencia a la cultura y estética leather.
Con chaqueta de cuero y pantalones ídem –más ajustados, imposible–, la estrella posaba de lo más sexy. Y no era el único look que dejaba con la boca abierta. Tampoco pasaban desapercibidas su barba decolorada y sus tatuajes.
Con su actitud y sus looks, Ricky Martin lanzaba un claro mensaje: a la mierda la masculinidad tóxica. Más rotundo, imposible. Y en la entrevista, repasaba tanto sus treinta años de carrera como su actual momento vital, augurando que la cuarentena le ha servido para reinventarse.
Es evidente que Ricky Martin pasa por un gran momento, y lo demuestra en todo momento. Sus últimas fotos y apariciones son algunos ejemplos más de que el icono LGTBI piensa seguir dando mucha guerra, y sorprendiendo siempre que pueda.