Ni en sus mejores sueños habría imaginado Alizzz que lograría tres Grammys Latinos en 2021 –incluido el de mejor ingeniería de grabación–. Cristian Quirante creó su alter ego como productor hace diez años. Y su trabajo en Antes de morirme de C. Tangana y Rosalía (2016) le brindó su primer éxito relevante. Con Pucho ha seguido trabajando regularmente, y El madrileño ha supuesto el culmen de sus colaboraciones.
Dicho álbum ha coronado definitivamente a Alizzz, y a su trabajo en El madrileño hay que añadir la excelente acogida de su primer álbum como artista, Tenía que haber algo más, que llegó a tiempo para ser considerado uno de los discos nacionales del año. No cabe duda de que está en racha.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas esta triunfal racha?
ALIZZZ ⇒ Bien. Es otro tipo de exposición: doy la cara, hago más entrevistas, ruedo videoclips… Lo hago a gusto, conservo mi identidad y cada vez me voy encontrando un poco más.
«Compuse la primera canción para mi proyecto tras mi primera sesión de acupuntura»
SHANGAY ⇒ ¿Te imaginabas hace unos años que ahora estarías dando la cara como lo haces por tu proyecto?
ALIZZZ ⇒ No, no. Es raro. Todo pasó por casualidad. La primera canción que grabé cantando no sé muy bien por qué la hice. Se llama Dónde estás, y nunca ha salido. Mis dos primeros temas me sirvieron como entreno. La tercera fue El encuentro, que al final ha sido la que mayor reventón ha pegado [grabada con Amaia]. Vi que tenía sentido hacer música más guitarrera, con canciones que hablaban de lo que emociona cuando escribo: los momentos instantáneos, la fiesta…
Supusieron volver a la música que escucho todos los días, pero que nunca me había puesto a componer. Y mi voz cuadraba con ella. Di con la tecla. Y la primera canción coincidió con mi primera sesión de acupuntura. Se lo conté después al acupuntor, y estaba encantado de la vida cuando le dije que había empezado un disco y que quizá él tenía algo que ver [risas]. Cuando tenga un momento de bloqueo, recuperaré la acupuntura para resetearme.
SHANGAY ⇒ Cuentas que llegó un momento en que el trabajo te llegó a desquiciar…
ALIZZZ ⇒ Sí, porque tenía la sensación de que debía hacerlo todo. Me ha costado mucho tener una carrera y una estabilidad, y sentía que no podía rechazar nada de lo que me surgía. Ya lo he superado un poco, porque lo importante es saber focalizarte; estar liado, pero haciendo las cosas que más te molan.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo estás de ego ahora mismo?
ALIZZZ ⇒ Siempre he sido una persona más insegura de lo que aparento. Me critico mucho a mí mismo, le veo todos los errores a lo que hago…, es un motor que me lleva a mejorar. Es verdad que el tema de los Grammys es un reconocimiento que me faltaba. El de los números y el de la prensa ya lo tenía, pero el de la industria me faltaba. Nunca me habían dado un puto premio, ni siquiera una nominación [risas]. Este año ha venido todo de golpe, cinco premios en un año. Que son una gilipollez, pero mola que te los den. Y a mi ego le han reconfortado.
«A mi ego le ha reconfortado todos los premios que me han dado este año pasado»
SHANGAY ⇒ Frente a la imagen de heterosexualidad tradicional por la que ha optado Pucho en El madrileño, en tu disco tú has preferido reflejar una masculinidad y una fragilidad que está en la antípodas de aquel…
ALIZZZ ⇒ Pucho y yo somos personas muy diferentes a la hora de proyectarnos al mundo, aunque tengamos mucho en común a la hora de crear. La fragilidad está en los dos proyectos, pero enfocada de diferente manera. Cuando mejor escribe Pucho es cuando está en la mierda, cuando se siente vulnerable, como me pasa a mí. Aunque a la hora de escribir sobre lo que nos emociona, lo hacemos de manera diferente.
SHANGAY ⇒ Tu versatilidad como productor ha quedado muy bien reflejada gracias al contraste entre su disco y el tuyo…
ALIZZZ ⇒ Hasta que no vi claro que el proyecto que tenía entre manos tenía una identidad marcada no me decidí a dar el paso de publicarlo. Me gustan tantos tipos de música que una de las cosas que hago bien es saber tener visiones diferentes y adecuadas para cada artista, y después la mía. Pero tampoco son infinitas, llego hasta un cierto punto. Ahora estoy más metido con un rollo más guitarrero, me he puesto a grabar instrumentos reales, algo que nunca había hecho. Estoy yendo en esa línea y me siento cómodo, y pienso seguir a fuego con mi proyecto. Porque no sé en qué otros me voy a embarcar como productor.
SHANGAY ⇒ ¿Te ha llegado alguna propuesta de producción muy surrealista?
ALIZZZ ⇒ Me llegó una muy interesante y rara, para producir a Manu Chao, que me flipa porque me parece icónico. Pero fue en un momento muy complicado y no pudo ser.
SHANGAY ⇒ ¿Te gustado siempre el pop?
ALIZZZ ⇒ Sí, pero más el independiente que el comercial. Por comercial pienso en el de Lady Gaga, Britney Spears o Ed Sheeran, ese no me llama mucho la atención. Me llaman más Oasis, The Strokes, Pulp, Los Planetas o Phoenix. Ese feeling no tan directo me mola. Como he bebido más del pop urbano, que es mucho más ‘en la cara’, al mezclarlo con la sensibilidad indie ha salido mi disco.
«Me encantaría producir a Charli XCX o a Kylie Minogue»
SHANGAY ⇒ La vulnerabilidad también aparece en tu álbum cuando hablas de la fiesta…
ALIZZZ ⇒ Porque la noche, y el día que va después, es algo que he vivido mucho por ser músico. Y porque la expresión cultural de salir de fiesta es algo con lo que me siento muy identificado. He vivido todo el movimiento de las raves en Barcelona y la escena clubbing cuando pasé dos años en Berlín (hice prácticas seis meses en una empresa de software, y el resto del tiempo lo pasé pinchando y saliendo). Es algo que me gusta y que no vivo como salir simplemente a pasártelo bien, sino como una experiencia más profunda. El tema de las drogas en la noche lo veo como algo un poco más espiritual y consentido que macarra. Aunque a mí también se me ha ido el tema de las manos alguna vez; es difícil de controlar, y he vivido experiencias feas, hay que ir con cuidado.
SHANGAY ⇒ ¿Sigues saliendo o no te lo puedes permitir?
ALIZZZ ⇒ Llevo una vida más ordenada que hace unos años, y gracias a ello he podido escribir y producir tantas canciones. Hay gente capaz de ser superprolífica estando colocada todo el día; yo no. Aunque, al final, la cabra tira al monte…
SHANGAY ⇒ En tu disco colaboran dos mujeres icónicas, Amaia y Rigoberta Bandini. ¿Por qué ellas?
ALIZZZ ⇒ Porque conecto mucho con sus proyectos artísticos. Las dos tienen propuestas fuertes e interesantes; quieren explicar las cosas a su manera, sin recurrir a moldes prefabricados. Y cantan increíble; nada más se ponen ante el micro todo queda guay. A mí me cuesta más que a ellas.
«El disco de Amaia está bastante avanzado, pero no terminado»
SHANGAY ⇒ ¿Te creó inseguridad cantar con ellas?
ALIZZZ ⇒ No me dio tiempo a sentirla. Tenía las canciones casi terminadas cuando se las enseñé a ambas. Cuando me metí en el estudio con Amaia vi que mi voz no quedaba mal con la suya, y no podía pedir más. Cuando una de las dos voces es más desgarrada y macarra que la otra, que es mucho más bonita, suele salir bien el resultado. Creo que pasaría igual si grabara con Zahara, por ejemplo.
SHANGAY ⇒ ¿Surgió que tú produjeras el inminente nuevo álbum de Amaia a raíz de esa colaboración?
ALIZZZ ⇒ Sí. Vimos que conectábamos, y escuchar su voz en el micrófono me hizo un clic. Vi que ella necesitaba encontrar a alguien que le echase un cable con la producción y darle forma a lo que tenía en la cabeza. Al verla tan bien en un registro como el de El encuentro tuve claro que podíamos hacer algo interesante, y tras trabajar varios meses nos convencimos de que debíamos hacer juntos su disco entero. Que está bastante avanzado, pero no terminado.
«Faltan ideas frescas en la escena urbana, se repite todo mucho»
SHANGAY ⇒ ¿Echas de menos pinchar?
ALIZZZ ⇒ No, porque creo que nunca se me dio especialmente bien. Me gustaba seleccionar la música, pero luego, a la hora de ejecutar, me ponía muy nervioso. Solía elegir música demasiado tranquila como para pincharla, me faltaba tralla.
SHANGAY ⇒ ¿Tienes algún objetivo profesional por cumplir en este punto de tu carrera?
ALIZZZ ⇒ Me gustaría que mi proyecto en solitario creciese. Tengo ganas de darle caña: me apetecen los directos, empezar con un segundo disco… Me faltan unos cuantos checks. Como llevarme un Grammy Latino por mi disco. O el americano por El madrileño, porque hay posibilidades.
SHANGAY ⇒ Tanto C. Tangana como tú estáis nominados al Premio Ruido que entrega la PAM (Periodistas Musicales Asociados). ¿Se enfadaría Pucho si se lo arrebataras?
ALIZZZ ⇒ Qué va, estaría encantado de la vida… Él ya tiene espacio de sobra, que me deje un poco a mí [risas]. Pero, aunque hay discos muy buenos nominados, creo que El madrileño se merece ese premio.
SHANGAY ⇒ Has tenido en tus manos ya varios momentos icónicos del pop español, y entre ellos está Antes de morirme, el dúo de Rosalía y C. Tangana. ¿Cómo recuerdas aquel momento?
ALIZZZ ⇒ Recuerdo que ni siquiera sabía grabar voces todavía, porque en aquel momento producía electrónica. Pucho se trajo un micro bastante chusquero y la hicimos en el taller de mi padre, que arregla camiones, y donde tenía el estudio. La grabamos de una manera muy naíf, pero enseguida vimos que el tema tenía potencial. Pero, claro, llegar lejos en aquel momento podía significa tener un millón de reproducciones o así. Sobrepasó las expectativas, y fue el primer tema producido por mí en que vi que no solo llegaba al nicho de lo urbano; incluso a los amigos a los que no les gustaba lo que hacía por entonces les moló. El éxito de esa canción fue progresivo, creció durante cuatro años, y ya es un hit atemporal.
«Ojalá me llamara Rosalía. Podríamos hacer cosas chulas juntos»
SHANGAY ⇒ ¿Y si te llamara ahora Rosalía para que le produjeras algo?
ALIZZZ ⇒ Ojalá. Ella me gusta mucho. Ahora no tenemos relación, pero podríamos hacer cosas chulas juntos.
SHANGAY ⇒ Después de haber contado con Jota de Los Planetas en tu debut, ¿te quedan colaboraciones soñadas por materializar?
ALIZZZ ⇒ Serían con gente de fuera. Para este disco lo intenté con Cuco, The Marías y Boy Pablo, pero no salieron. Si el proyecto se abre internacionalmente, ese es el tipo de artista con el que me molaría colaborar.
SHANGAY ⇒ Aunque ya has dicho que el pop mainstream no te tira, puestos a fantasear, ¿con quién te podría hacer gracia trabajar?
ALIZZZ ⇒ Con Grimes. Pero es superalternativa, ¿no? Pues con Charli XCX, que es una de las artistas más heavies ahora: es una compositora que flipas, tiene un gusto increíble, y como personaje me atrae un montón. Y con Kylie Minogue tampoco me importaría; ese tipo de pop bubblegum me mola.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo ves la escena urbana ahora mismo?
ALIZZZ ⇒ Muy poco interesante. Faltan ideas frescas, se repite todo mucho. Lo urbano lo ha impregnado todo, y así se va a quedar; lo que tocaría es darle un poco la vuelta a lo que hay. Estamos en un punto en que cuesta encontrar cosas que merezcan la pena; veo a artistas muy buenos saturados, pero ya surgirán nuevos caminos.
SHANGAY ⇒ ¿Te da miedo que eso te pase a ti y ser consciente de ello?
ALIZZZ ⇒ Sí, el miedo está siempre ahí, y a la vez es un motor que te invita a buscar nuevas vías y no estancarte. Yo no soy un virtuoso de absolutamente nada, ni como músico ni casi como productor. Mi gran baza son las ideas, así que para mí son clave. Como dependa solo de la técnica, la he cagao.
ALIZZZ ACTÚA EL 14 DE ENERO EN MADRID (COOL) Y EL 22 EN BARCELONA (RAZZMATAZZ)