La muerte de Siegfried, al final de El ocaso de los dioses, de Wagner es uno de los pasajes más bellos de toda la historia de la ópera. Ese momento fue especialmente emotivo la noche del domingo 27 de febrero, en la última de las representaciones de la tercera entrega de La Tetralogía de Wagner.
El cadáver del héroe wagneriano llegó envuelto en una bandera ucraniana, en homenaje a las víctimas de la invasión rusa. Todo esto, en un momento en el que el mundo de la ópera se ha visto también ‘envuelto’ en una gran polémica por la guerra. Estrellas como la soprano Anna Netrebko o el director de orquesta Valeri Guérguiev, ambos muy cercanos a Putin, están siendo presionados para que la condenen públicamente.
Tanto es así que la diva rusa ha tenido que publicar un comunicado en su Instagram ante la presión mundial para que lo hiciera. Mientras tanto, La Scala de Milán se está planteando que el director de orquesta ruso siga en el foso de La dama de picas, de Chaikovski, y en Múnich le han dado un ultimátum si quiere seguir dirigiendo la filarmónica de la ciudad.
Mientras tanto, en Madrid, el equipo artístico de El ocaso de los dioses envolvió el cadáver de Siegfried en la bandera de Ucrania. Fue un acto simbólico de homenaje a las víctimas de la guerra.
Concluye así un visionario y desolador El anillo del nibelungo, concebido por Robert Carsen y Patrick Kinmonth, que coloca al hombre frente a su propio camino de autodestrucción.
Momento en el que el se realiza el homenaje simbólico. [Fotos: Javier del Real]
La tetralogía wagneriana lleva cuatro años cautivando al público madrileño con esta propuesta de Robert Carsen. El regista canadiense presenta una visión ecológica, muy crítica con la destrucción del planeta. Desde el prólogo, vimos que la regia del canadiense –ya histórica y procedente de la ópera de Colonia– huía de los mitos, dioses y la simbología tradicional con nibelungos al uso, mostrándonos un Rin podrido, sin agua y lleno de basura.
Ahora, con esta última función, cargada de simbolismo, el Teatro Real quiere rendir homenaje a todas las víctimas de esta invasión que tiene al mundo en vilo.
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