El tema ha sido producido por Guille Mostaza y Jvel en Alamo Shock, con arreglos de Diego Perinetti, y es el primer single del nuevo disco del artista que este mismo año verá la luz después de su último álbum publicado en 2019.
La canción es un tema funky pop bailable que nos invita a dejar atrás un pasado que nos ha marcado a todos, como ha ocurrido con la pandemia, unida a la reciente muerte del padre del artista.
El vídeo ha sido dirigido por Josema Mateos y David Pallarés junto al equipo de Guaca Visual, con las apariciones de Aitor Ferrón, el sexy azafato de El precio justo, y Manuel Tejera, que ya apareció en videoclips como el de Culo de Lola Índigo.
El videoclip nos lleva a una época pasada, con influencias de Michael Jackson, George Michael y Olivia Newton-John, en donde un cantante firma un pacto con un diablo a cambio del éxito sin saber que ese trato le traerá consecuencias.
Una crítica a la industria del entretenimiento y al trato que reciben muchos artistas a los que se les da la espalda una vez dejan de generar dinero. Una oda a los juguetes rotos inspirada, entre otros casos, en el reciente movimiento #FreeBritney. Artistas metafóricamente encadenados a sus pies de micro, obligados a actuar incluso en sus momentos más oscuros.
Para ello, Jvel se ha transformado como nunca antes lo habíamos visto bajo la dirección de Mateos y Pallarés: herido, magullado, arrastrándose por el suelo a los pies del diablo, interpretado por Manuel Tejera, cantando victorioso, con el micro atado a su muñeca, y lamiéndose sus heridas frente a todos los focos.