Es un rapero muy especial Erik Urano, que escapa a la clasificación fácil, y que crea a su ritmo, ajeno a tendencias y demandas de la industria musical.
Urano impone en sus fotos, vídeos y directos; rezuma una actitud desafiante y poderosa. Cuando nos encontramos en las oficinas de su sello, Sonido Muchacho, descubrimos a un Erik bien distinto: reposado, extremadamente educado y achuchable. Que confiesa que no le gusta excesivamente hablar de sí mismo. «Aunque tú puedes preguntarme lo que quieras», dice entre tímidas risas. Y se agradece.
Reconoce estar muy contento con el resultado de Qubits. «Lo veo más luminoso que Neovalladolor, aunque dentro de lo mío, que siempre es intenso». Porque Urano tiene una personalidad artística potente y oscura, con una manera de rapear afilada e intrigante.
Que en esta ocasión ha encontrado el vehículo perfecto para comunicarse en las bases de Merca Bae –al que mucho público ha comenzado a conocer gracias a que es el DJ que gira con Bad Gyal–. «Si no estoy trabajando en un proyecto concreto, no suelo escribir. Quizá frases sueltas, ocasionalmente, que acabo conectando en algún tema», confiesa.
SHANGAY ⇒ ¿Qué te propusiste contar en Qubits?
ERIK URANO ⇒ Partíamos de haber trabajado Merca Bae y yo en el tema Molecular, y me molaba desarrollar el concepto del «perreo subatómico»; hacer música más bailable y directa.
«De pequeño tenía muy presente a artistas como Michael Jackson, Tino Casal o Backstreet Boys»
SHANGAY ⇒ ¿Cómo conociste a Meca Bae?
ERIK URANO ⇒ Vía Internet. Mira que él es de Salamanca y yo de Valladolid…, pero no habíamos coincidido. Le descubrí cuando sacó el EP Místico, y empezamos a hablarnos. Los dos veníamos del rap, y es un mundo pequeño. Conectamos y, a raíz de Molecular, vimos que trabajando juntos se creaba una identidad extra.
Empezamos trabajando a distancia, me iba pasando una gran amalgama de propuestas y fui trabajando poco a poco. Me fui a su casa a finales de 2020 y grabamos los primeros bocetos; unos meses después, volvimos a reunirnos en el estudio para acabar el disco, que a nivel conceptual no ha quedado como un disco de rap al uso, porque puede atraer a gente del indie y de la electrónica.
SHANGAY ⇒ ¿Te sientes parte de una escena concreta?
ERIK URANO ⇒ La verdad es que no. Creía sentirme dentro de la del rap, pero cuando te sales del discurso que predomina te acaban sacando de ella, porque es un mundo que peca de sectario. Afortunadamente, a día de hoy ya no ocurre tanto; las nuevas generaciones aceptan la mezcla y no tienen una mentalidad tan cerrada, pasan de etiquetas. Y es muy positivo, me gusta que impere una realidad líquida, tanto a nivel del género de las personas y de los de música.
SHANGAY ⇒ En Qubits queda más claro que nunca que tu música se puede bailar, independientemente de que se preste atención o no a tu discurso…
ERIK URANO ⇒ Eso me interesaba que pasara. Que un tema puedas disfrutarlo en una pista o dando un paseo con los cascos puestos, aunque te quedes en la primera capa del discurso si no quieres profundizar en la letra. Si te mueve o te sugiere algo, perfecto; y si quieres darle más vueltas, puedes.
«Cuando un artista consigue que todo el planeta lo escuche me resulta muy interesante»
SHANGAY ⇒ ¿Qué música disfrutas tú a ese nivel más superficial?
ERIK URANO ⇒ De todo. Aunque, en general, en el arte me gusta profundizar. Pero un tema de reguetón sin más me puede flipar también. Todo depende del momento. Porque me gusta mucho la electrónica pero también la salsa. Y la etiqueta de pop hoy en día es difícil de delimitar.
Si me preguntas por el mainstream, me vienen enseguida a la cabeza J Balvin o Rosalía, hay cosas concretas de ambos que disfruto mucho. Siempre me ha atraído el concepto de artista mainstream; cuando alguien tiene un producto bueno y consigue que todo el planeta lo escuche me parece muy interesante. Un ejemplo: Michael Jackson. Con un música increíble llegó a gente de todas las edades, razas y géneros.
SHANGAY ⇒ ¿Tenías algún referente pop creciendo?
ERIK URANO ⇒ Mis referentes llegaron algo después, ya con el rap. Pero de pequeño tenía muy presente a Michael Jackson, Tino Casal o los Backstreet Boys; artistas muy variados, que se te quedan dentro.
SHANGAY ⇒ En tu imagen juegas con cierta oscuridad; en ocasiones en las fotos te tapas el rostro, o en los conciertos muchas veces se te ve entre sombras… ¿Qué buscas con ello?
ERIK URANO ⇒ Nunca me ha gustado exponerme demasiado. Para mí es lo más pesado de hacer música. Más por timidez que por otra cosa.
«Las actitudes machistas acaban afectando a cualquier colectivo, son muy tóxicas»
SHANGAY ⇒ Una timidez que ocultas con una presencia muy potente cuando actúas…
ERIK URANO ⇒ Son las tablas, porque llevo tocando mucho, y en contextos muy distintos. Siempre me ha gustado cultivar una actitud estricta, propia del rap, cuando lo último que soy es un macho alfa. Pero quiero que lo que te estoy diciendo te golpee; más como individuo que como hombre.
SHANGAY ⇒ En tus redes también luchas activamente contra el discurso del macho alfa…
ERIK URANO ⇒ Me da muchísima pereza. Entiendo mis machismos propios por el contexto de la sociedad en que me he criado, y el proceso de purga puede durar toda la vida. Pero al menos, conscientemente, no entro en ese circo. Porque las actitudes machistas acaban afectando a cualquier colectivo, son muy tóxicas.
Por eso me gusta adoptar en mi música ese rol de extraterrestre que observa las cosas desde arriba, en lugar de hacerlo como hombre hetero occidental. Como hicieron Kraftwerk en su día.
SHANGAY ⇒ ¿Nunca se te ha quedado pequeña Valladolid?
ERIK URANO ⇒ No, porque siempre me he sentido libre y conectado. Y tengo allí mi trabajo, que te da una estabilidad. Si me hubiera enfocado solo en la música quizá sí me habría tocado marcharme. Nunca he querido sentirme obligado a crear música constantemente, porque me quitaría la ilusión. Y mi otro trabajo también me llena como persona, y me enriquece.
SHANGAY ⇒ ¿Eres una persona distinta cuando das clases a adolescentes con discapacidad intelectual que cuando creas música?
ERIK URANO ⇒ Creo que soy la misma. Solo que en la música adoptas ese rol extra, amplificado, como de superhéroe. Y si toco en la plaza mayor de Valladolid y vienen alumnos con sus padres flipan, claro [risas]. En el cole es distinto; lógicamente muchos saben que hago música, aunque no es algo de lo que yo hable. Pero vamos, que en general se la suda; igual ven mi videoclip cuando saco uno, y a otra cosa.
SHANGAY ⇒ Si llega ese futuro, tan propio del cine de Hollywood, que tanto te inspira, ¿dónde buscarás la inspiración?
ERIK URANO ⇒ En el pasado, por tocar los huevos [risas]. A veces, vivir demasiado en el futuro puede resultar igual de reaccionario que hacerlo en el pasado. Me mola el concepto de futuro distópico, sobre todo para intentar crear nuevos caminos en el presente, más que para tener un objetivo al que llegar. Y con la música, mi mayor aspiración es la atemporalidad, que es de las principales intenciones del arte.
ERIK URANO ACTUARÁ EL 9 DE JULIO EN EL BILBAO BBK LIVE