En una entrevista con el bloguero ruso Vitya Kravchenko, Daria Kasátkina ha hablado abiertamente sobre su relación sentimental con la patinadora artística Natalia Zabiiako. Aclaraba que viven fuera de Rusia –ahora mismo en Barcelona, donde entrena con Carlos Martínez–, ya que para ella vivir en el armario es imposible.
A sus 25 años, la tenista se encuentra en el duodécimo puesto del ranking mundial de tenis femenino. No se achanta ante las medidas que toma el Gobierno de Putin contra el colectivo LGTBIQ+ y expresa públicamente su desacuerdo: “Esta noción de que alguien quiere ser gay o volverse (gay) es ridícula. Creo que no hay nada más fácil en este mundo que ser heterosexual”. Al mismo tiempo afirma que si la orientación sexual se pudiera elegir, nadie elegiría ser homosexual en Rusia, pues supone tener una vida más difícil.
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Desgraciadamente, el panorama del colectivo LGTBIQ+ en Rusia cada vez se encrudece más. Desde 2013 existe una ley «antigay” que impide las manifestaciones y el activismo por los derechos del colectivo. El Gobierno ruso contempla una completa prohibición de la visibilidad de relaciones LGTBIQ+, incluso en películas.
Kasátkina declaró que no podría vivir en Rusia, ya que allí “nunca podría tomar la mano de mi novia”, y no está dispuesta a esconder su relación ni su orientación sexual. En la misma entrevista contaba que la reciente salida del armario de la futbolista rusa Nadya Karpova le había impulsado a ella a hacer pública su relación con una chica.
“Nadya no solo se ayudó a sí misma saliendo y quitándose esta carga de encima, sino que también ayudó a otros”, afirmó la tenista. Es muy importante que dentro del deporte haya visibilidad LGTBIQ+, pues son muchos los casos de deportistas que tienen miedo a vivir con libertad su sexualidad. Por eso, personas como Kasátkina o Karpova hacen que cada vez el deporte sea un espacio más seguro para el colectivo.