Chencho Sánchez Pérez, jugador de baloncesto: "Nunca me han discriminado por mi orientación sexual"

Temas: Deportes

Actualmente, se podría decir que asistimos a una época en que el deporte está abriendo sus puertas a las realidades LGTBI. Estos últimos años, han sido muchos los deportistas que se han animado a salir del armario: Sam Stanley, Víctor Gutiérrez o Dennis del Valle son algunos de los nombres que han dado el paso de mostrar abiertamente su sexualidad en un mundo tradicionalmente homófobo. 

Si bien se están produciendo avances en este ámbito, aún queda mucho por hacer. Hemos de recordar hechos como que la selección española de fútbol se ha negado a llevar en su equipación un brazalete de la bandera LGTBI en el próximo Mundial de Qatar, o la polémica que suscitó Iker Casillas al publicar un tuit en el que bromeaba con ser gay. 

El jugador de baloncesto Chencho Sánchez Pérez se animó a hablar con nosotros acerca de lo que supone ser abiertamente homosexual en el deporte. ¿Es difícil salir del armario? ¿Existen referentes con los que sentirse identificado? Nos lo cuenta el deportista malagueño. 

Su salida del armario

Un verano, Chencho decidió dejar de esconderse y salir del armario con su entorno cercano. “Me alejé de todo lo que me rodeaba, hasta que me di cuenta de que no podía seguir así. Quedé con mis amigos de toda la vida, con gente cercana a mí y con familiares, y di el paso. Fue la mejor decisión, se lo tomaron súper bien. Su apoyo me hace el camino más fácil”. 

A pesar de su experiencia positiva, Chencho reconoce que no todo el mundo goza de su misma suerte. “No todos vivimos la misma realidad, todo depende del círculo en que te muevas. Hay personas que no tienen la misma suerte que yo. Que tu familia te apoye te hace el camino más fácil; empiezas a vivir con una seguridad que antes no tenías”. 

En el baloncesto también muestra su sexualidad sin tabúes desde los 28 años. “Desde que di el paso, en todos los equipos en los que he jugado, todos lo han sabido. No he tenido ningún problema ni he sentido discriminación. No he escuchado ninguna palabra homófoba ni ningún mal comentario despectivo hacia mi persona o mi orientación. Todos los jugadores y entrenadores que me han rodeado me han respetado”. 

Aun así, el baloncestista afirma que la homofobia sigue existiendo, porque no muchos se atreven a salir del armario. “Me parece muy raro que, entre tantos jugadores de fútbol, baloncesto, balonmano…, no haya ninguna persona LGTBI. Tampoco tienen esa obligación de salir del armario, claro, pero es extraño que de los miles de deportistas, casi ninguno sea del colectivo. Eso es lo triste”. 

 

«Es extraño que, entre miles de deportistas, no haya nadie LGTBI»

Al hilo de esto, Chencho niega haber tenido referentes, ni en el deporte ni en otros ámbitos. “Yo no he tenido esa figura en la que mucha gente se fija. Decidí dar el paso porque no podía seguir con esa vida que llevaba o con ciertos tabúes, porque no me beneficiaba. Pero no tenía ningún ejemplo a seguir”. 

“Creo que es importante hablar abiertamente de tu orientación sexual. Si yo no he tenido problemas, no es porque sea una persona excepcional, sino porque la gente que me ha rodeado me ha apoyado, como tiene que ser. Pero es cierto que no todo el mundo tiene el mismo pensamiento que la gente que me rodea”, añade. 

Su exitosa carrera en el baloncesto 

Comenzó su carrera en el Colegio de La Asunción, en Málaga, y un año después siguió con el baloncesto en el colegio Valle-Inclán, en el barrio donde se crio, El Palo. En su primer curso allí, compaginaba su equipo junior con el Primera Nacional, y al año siguiente pasó a jugar en el Unicaja, que quedó subcampeón de la Liga ACB (perdió contra el Real Madrid). Aunque reconoce el mérito de llegar a la final, recuerda este episodio con amargura: “Fue uno de los momentos más difíciles en mi trayectoria, porque tenía solo 17 años”.

El deportista ha pasado por otros equipos de Málaga en la categoría de Liga EBA (competición de aficionados organizada por la Federación Española de Baloncesto). Sus mejores años, según nos cuenta, fueron en Coín, entre 2013 y 2019, donde jugó la fase de ascenso a LEB Plata en dos ocasiones. También ha recorrido otras localidades jugando al baloncesto, como Montilla (Córdoba), Nerja y Alhaurín el Grande. 

Actualmente, Chencho ha vuelto a su barrio y al club donde empezó. “El Palo es mi sitio, y es el club al que le debo todo como jugador y persona. Entrenadores como Quiniela, Boris, Francis Trujillo, Manolo Trujillo, Juan Méndez, Alex Fenol…, me han hecho mejor jugador”. El Palo quedó Campeón de Europa este verano en el torneo FIMBA.

Chencho recuerda a sus compañeros con cariño: “He jugado con muchísima gente, pero nombro a varios que son los que más me han marcado viéndolos jugar y como compañeros: José Rojas, Javi Meras, Juan Vasco, Francis Robles, Juan Méndez, Salva Méndez, Ismael Sánchez, Chema del Río, Carlos Cabezas, Eloy Almazán, Jesús Pineda…”.

«Decidí dar el paso porque no podía seguir con la vida que llevaba o con ciertos tabúes, no me beneficiaba«

El deportista asegura que nunca se ha planteado dejar el baloncesto. “Siempre dices: venga, este año hago un parón. Pero cuando llega septiembre, la cosa cambia. El baloncesto forma parte de mí desde que tengo 10 años. Además, mental y físicamente me viene bien. Me lo paso genial, juego con gente que lo hace todo más fácil”. Confiesa, además, ser una persona muy competitiva: “Mientras pueda físicamente y tenga tiempo, voy a seguir. Es verdad que ahora no es lo mismo que hace unos años, que era más sacrificado, entrenabas todos los días… Ahora lo llevo más tranquilo”.

Su próxima meta es el Mundial de aficionados, que tendrá lugar en Mar del Plata (Argentina) en agosto de 2023. “Mi objetivo es quedar campeón del mundo y, con mi equipo, poder ascender de categoría a la Liga EBA. No teníamos en mente quedar campeones de Europa, y el pensamiento de jugar un Mundial… Al final es algo a lo que no todo el mundo tiene acceso”. 

Chencho ha querido dar las gracias a los entrenadores y jugadores que le han ayudado en sus momentos más difíciles: José Rojas, Javi Meras, Juan Vasco, Chiki Gil, Gus, David Soria, Adrían Morillo, Alejandro Ojeda, Antonio Meras… “Y podría seguir hasta no parar”, añade. “Tampoco quiero pasar por alto a mi familia, mis hermanos, primas y tíos y tías… Ni a mis padres, a quienes doy las gracias por la educación que me han dado día a día; gracias a ellos, hoy soy como soy«.