David Bueno, en 'Generación selfi': "TikTok me ha ayudado a ser más yo"

Con más de un millón de seguidores en TikTok, este joven peluquero de Cuenca de 22 años conoce los claroscuros de las redes sociales. Y denuncia los continuos ataques homófobos que ha sufrido.

David Bueno, en 'Generación selfi': "TikTok me ha ayudado a ser más yo"
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

7 noviembre, 2022
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No lo ha tenido fácil en su Cuenca natal David Bueno, porque ha tenido que enfrentarse –y confiesa que continúa haciéndolo– a episodios de LGTBIfobia muy desagradables. Su cara es conocida allí, porque como tiktoker tiene su reputación, pero eso no impide que le insulten y le agredan por ser como es.

No por ello se oculta, todo lo contrario. Y por eso ha querido compartir su historia con nosotres dentro de Generación selfi, para que conozcamos mejor su experiencia, y también cómo vive el ser un rostro tan popular en el universo de las redes. Aunque, según confiesa, ni mucho menos son los likes los que te dan la felicidad.

ROSA Y NEGRO

ROSA Y NEGRO

«Mis padres, por suerte, me han apoyado desde pequeño. Si no, no habría podido ser como soy en mi ciudad. En Cuenca la gente tiene la mente muy cerrada, y si pienso en mi infancia y adolescencia me vienen a la memoria momentos en que me tiraban botellas y hasta piedras por la calle, y todas esas veces en que me insultaban, que fueron muchas. Me impresionaba ese punto al que llegaba la gente conmigo, pero no me afectó realmente.

Aprendí a que me fuera dando igual. ¿Me llamáis maricón? ¿Y qué? Si es que hasta una persona en la que confiaba me dejó con una cicatriz en la cabeza por los golpes que me dio… En el colegio, además de maricón me llamaban gordo, y ahí ni sabía si me gustaban los chicos, eso sería en el instituto. Me insultaban solo porque me juntaba con chicas».

REBELDE CON CAUSA

REBELDE CON CAUSA

«Al llegar a la ESO, repetí primero, toda la homofobia me había afectado mucho. Pero entonces di un giro, fue cuando me la empezó a sudar todo y me volví un poco cabroncete. Con lo bueno que había sido siempre, los profesores se sorprendían de que diera tanta guerra. Supongo que fue mi manera de reaccionar después de tanto sufrir…

Porque en los años anteriores, ir a clase me había costado siempre muchísimo, porque sabía lo que me iba a encontrar. Y ya un día se lo conté a mis padres, que también entendieron en cierto modo por qué me iba tan mal en los estudios».

EL CAOS

EL CAOS

«Una vez, un chico abiertamente gay, que era amigo de mi novia de entonces, se me lanzó y nos liamos. Yo llevaba tiempo sintiendo curiosidad, pero no había dado ningún paso. Y me gustó. Quería que se hubiese quedado en secreto, pero él se lo contó a todo el mundo, y de nuevo todo el mundo riéndose de mí a mis espaldas… Pero bueno, la experiencia me sirvió para irme abriendo como gay. Y si me apetecía ir maquillado a clase o al McDonald’s, lo hacía, porque no entendía que dijeran que los chicos no se podían pintar.

Llegado el momento de hablar con mis padres, mi padre se lo olía, y me dijo que estaba esperando que se lo contara, pero mi madre no. Para a ella fue algo fuerte de asimilar cuando se enteró. Con el tiempo, lo aceptó, y con ella estoy supertranquilo, está encantada; tenemos mucha confianza y muy buena relación».

LAVAR Y MARCAR

LAVAR Y MARCAR

«Mis padres tenían dos peluquerías, así que desde pequeño, cuando salía de clase me iba y pasaba las tardes allí, haciendo los deberes. Empecé a coger muñecas y peines y empecé a practicar, a mi manera. Vi que me gustaba ese mundo, y llegó un momento en que algunas clientas pedían que las peinara yo.

Cuando en 3º de la ESO dejé el instituto porque no podía más, empecé a sacarme cursos de peluquería, y ya llevo cuatro años trabajando con mi padre. No me importaría dedicarme profesionalmente a ello siempre, aunque no me cierro a otras oportunidades que me puedan salir. Porque sienta bien hacer otras cosas para no saturarte».

UNIVERSO TIKTOK

UNIVERSO TIKTOK

«Empecé en TikTok con 17 años. Estaba saliendo con una persona que me tenía enjaulado; cuando se iba a trabajar me quedaba solo en su casa, y mientras esperaba a que volviese, empecé a hacer vídeos. Me comencé a motivar a los 18, cuando conocí a Ángeles, de @angelesyromii, y empecé a ir con ella a quedadas de gente como yo, de TikTok.

Acostumbrado a que la gente de Cuenca se riera de mí y me llamara payaso por los vídeos que subía, me vi fuera con personas con muchos seguidores que recibían mucho cariño. Empecé a utilizar estrategias en mis vídeos con las que conseguir más visibilidad, y funcionó.

Entonces, vi cómo me empezaban a salir amigos por todas partes, pero pronto me di cuenta de que todo era por el interés; las amistades reales que haces gracias a las redes sociales son dos. Entre ellas, La Xinni«.

DE TODO SE APRENDE

DE TODO SE APRENDE

«Las redes sociales me han ayudado a aprender mucho. He podido viajar y saber valorar las amistades de verdad. Cuando me alejé de la gente que se me acercaba por interés, también dejé la aplicación un poco de lado, porque me costaba verme todo el rato en una pantalla.

Así estuve casi un año, estaba desmotivado total. Me centré en la peluquería, y decidí empezar a hacer vídeos allí, de cosas muy mías, y poco a poco he ido volviendo a ser reconocido, lo he ido notando.

Procuro que mi autoestima no esté relacionada con los números, que sabes que suben y bajan todo el rato. Pero es obvio que cuando lo que te curras tiene más alcance, te anima. He visto a gente muy obsesionada con eso, que si no logra buenas cifras está mal… Para mí lo importante es que las redes me han ayudado a ser más yo, a no estancarme en mi ciudad y a ver más allá».

UNA RELACIÓN VIVIDA EN REDES

UNA RELACIÓN VIVIDA EN REDES

«Con parejas que he tenido antes no me he atrevido a salir en redes sociales. A mi novio actual hace solo tres meses que le conocí, pero me apetecía mostrar mi amor en TikTok. Y la gente ha reaccionado muy bien a nuestros vídeos. Ahora mismo no me veo en los vídeos sin él, y eso que al principio no quería salir [risas]. Nunca había tenido tanta confianza y complicidad con una persona, y eso ha hecho que me sienta más seguro que nunca. Por eso quiero compartir todo lo que vivo con él».

Esta es la historia, hasta hoy, de David Bueno, un joven peluquero que comparte su día a día sin problemas en sus redes sociales. Y que asegura que le han ayudado a superar momentos complicados, y a ir conociéndose mejor.

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