Rísbel Magazine sigue desnudando a algunos de nuestros actores más atractivos; en esta ocasión lo ha hecho con Eduardo Rosa. El protagonista de series como Presunto culpable, La casa de las flores o El regreso de la espía se ha metido en la piel de Marlon Brando para este reportaje en el que, además, de quitarse toda la ropa, nos descubre algunas de sus intimidades.
El joven de casi 30 años explica cómo dejó atrás una prometedora carrera como futbolista profesional, para apostar por la interpretación. “Mis padres no entendían nada. Sintieron mucho vértigo”, cuenta Eduardo sobre la reacción que tuvo su familia ante su radical cambio de rumbo. Y aunque sus primeros papeles fueron muy humildes, esa época le ayudó a sentar las bases de su personalidad. «Me hizo entender que esto es una industria donde un día estás arriba y mañana abajo».
También les ha revelado su ‘animalística’ forma de prepararse los papeles y algunos trucos para enfrentarse a la mirada del objetivo. «Creo que no hay que perderle el respeto a la cámara. Es como un tigre domesticado. Aunque te digan que no muerde, no puedes olvidarte de que es un tigre».
Y a la pregunta de si se considera un galán, responde: «Soy seductor. Me encanta recibir a gente en casa, hacer felices a los que me rodean, darles lo que les gusta».
En las fotos firmadas por Valero Rioja se despoja de todo artificio para hacer gala de su imponente presencia. Una herramienta que en su profesión puede convertirse en un arma de doble filo. “La imagen es muy importante y el cuerpo es un instrumento. Eso, a veces, es difícil de asimilar y de aceptar”, afirma. “Para mí es muy importante que no se me quiera en el proyecto en el que esté solo por el físico, sino porque hay un actor detrás que emociona”.
Eduardo Rosa se atreve con todo, y por eso también aceptó el reto de participar en MasterChef Celebrity, si bien reconoce que “no sabía hacer ni una tortilla de patata”. Una experiencia que, aunque fue corta porque le expulsaron en el segundo programa, le ha servido para aprender “que el éxito no está solo en conseguir tu objetivo, sino en salir de tu zona de confort”.