Temas: Activismo, Harry Potter
Las redes se han llenado de comentarios sobre el nuevo personaje de Hogwarts Legacy, Sirona Ryan, una chica trans. El videojuego de mundo abierto de Harry Potter se ha convertido, posiblemente, en uno de los más controvertidos en la historia a lo largo de su desarrollo. Esto se debe principalmente a su asociación con la autora JK Rowling, quien ha expresado en numerosas ocasiones sus opiniones negativas sobre las personas trans.
También han salido a la luz problemas con el equipo desarrollador del juego, Avalanche Software. Se descubrió que el diseñador principal había tenido un canal de YouTube en el que expresaba libremente sus opiniones de extrema derecha. Estas noticias dejaron un sabor amargo a muchos fans, aunque no a todos.
En los últimos días se han compartido varias grabaciones del juego en redes sociales. En estos vídeos se conoce al personaje de Sirona Ryan. Además, se muestra su rol en el juego como una simpática camarera que trabaja en una taberna llamada Las tres escobas. Según las reseñas, actualmente no hay ninguna actriz de doblaje acreditada por el personaje.
Aunque la representación trans es importante, esta parece ser una de las ocasiones en las que la comunidad LGTBIQ+ no está precisamente encantada con su inclusión en un videojuego. Varios usuarios se han quejado de que el nuevo personaje de Hogwarts Legacy se sentía forzado. Lo califican de un intento de reparar la reputación que la saga de Harry Potter tiene para la comunidad trans.
Un streamer trans llamado Devon criticaba el juego de esta manera: «Se ve que el personaje trans se ha incluido para que los desarrolladores pudiesen decir ‘mirad, mirad’, porque hablas con ella y su primera línea es algo como ‘siempre supe que era diferente, desde que era pequeña».
Los periodistas James Stephanie Sterling y Liam Robertson entrevistaron los desarrolladores de Avalanche Software, que declararon que el personaje no era más que «mierda performativa«. Al parecer, se les informó de que la inclusión del personaje de Sirona tenía una intención muy clara: la de «redirigir la conversación lejos de JK Rowling». Además, destaparon que el personaje apenas salía a lo largo del juego y que no era en absoluto relevante.
Por otro lado, muchos han criticado el nombre del personaje y lo han comparado con otros nombres problemáticos dentro del universo de Harry Potter. Laura Kate, una streamer trans, dice: «Por supuesto que el juego de los magos le ha puesto a su personaje de mujer trans un nombre que empieza por Sir y que termina con un nombre masculino. Esto es normal pata la franquicia de Harry Potter«.
Se ha comparado el nombre de Sirona con el del personaje asiático Cho Chang y el del personaje negro Kingsley Shacklebolt, que llevan años siendo criticados. Portkey Games, un estudio que también ha trabajado en el videojuego, aseguró que siempre habían tenido como prioridad que el juego se sintiera diverso desde el principio. «Ofrecer a los jugadores el poder elegir la manera en la que juegan es un elemento en el que hemos trabajado desde el comienzo del desarrollo del juego», afirmó un portavoz.
Tras esta declaración, se cuestionó la falta de marketing previo sobre este personaje trans, que parece haber sido intencionada, según confirma el estudio. «Como con la mayoría del juego, queríamos que los jugadores descubriesen los diferentes elementos de la historia mientras iban jugando».
Después del estreno, varios gamers trans han condenado a aquellos que decidan jugarlo. Y aunque haya quien decida no jugar, es obvio que la autora recibirá una cuantiosa suma de dinero por royalties. Además afirman que a quien sí afectará esta decisión será a las personas trans de su entorno. Uno de esos gamers es Robin, un desarrollador no binario de juegos indies, que asegura que le resulta muy difícil mantener el contacto con aquellos que han decidido jugarlo. «Duele porque es una decisión que han tomado«, confesaba. «Es una señal de insolidaridad y muestra que no son capaces de enfrentarse a la incomodidad necesaria». Y aseguraba que a veces es necesario sentir esa incomodidad para más tarde poder sentirse bien con uno mismo.
Por desgracia, no parece que el boicot vaya a hacer mella en las ventas de Hogwarts Legacy, que según Amazon es uno de los juegos más vendidos para PlayStation 5 en enero, antes incluso de haber sido estrenado. Boicotear el videojuego serviría para demostrar a las personas trans del entorno de cada uno que sus derechos importan más que un mundo de fantasía que «apesta a retórica anti-trans», en palabras de Robin. «Por lo menos, sería una declaración para aquellos dañados por las palabras de Rowling de que no están solos y la gente les cree y confía en ellos«, concluye.