En esta ocasión, Borque ha escogido un sonido indiepop, con toques Disney, para desafiar los tópicos de las relaciones sentimentales.
Borque celebra en sus versos la ruptura de prejuicios en las parejas que apuestan por las relaciones no monógamas mientras hace referencias pop. Un ejemplo de esto es la mención a un famoso juego de construcción: “Si en un LEGO tú te inventas dónde pueden ir las piezas, ¿por qué no romper las reglas? Construye lo que tú quieras”.
El lanzamiento de esta canción tras San Valentín no es casualidad. Y si pretende dar voz a los tipos de amor que carecen de representación mediática y que son cuestionados por la sociedad: Borque quiere ser la voz de la revolución relacional.
Y si es, sin duda, un canto divertido y honesto al amor libre en todas sus versiones. Si nos encontramos en la era de la revolución relacional, este debería ser su himno.
El propio cantante se ha involucrado en el videoclip dirigido por José Pouchucq, y podemos verlo junto a su novio teniendo una aventura con una tercera persona… Los protagonistas invitan a cuestionar y experimentar los límites de la sexualidad.
El vídeo fue filmado en 16mm, con la dirección de fotografía de Alex Pizzigallo, la producción de Roger Vericat y la dirección de arte por Ale Ordóñez y Andreu Cortes, Además, cuenta con el estilismo de Manuel Galindo y el maquillaje y peluquería de Azul Prusia.
La narrativa de este tema continúa con la línea temática del disco. En Todo mal encontramos historias que el artista ha vivido en sus propias carnes, donde la inseguridad y la toxicidad toman las riendas de las canciones.
«Las canciones de Borque son revolución, libertad y amor», dicen Carolina Iglesias en la nota de prensa de su álbum. «Desafía lo tradicional cuestionando la monogamia, se compara con un VHS para que entiendas sus sentimientos y habla de los chicos que le gustan sin dejar de ser visible. Porque aunque esté “Todo mal” después de escuchar este LP no puedes evitar sentirte bien y en casa».