En febrero de 2020, Isaac Guijarro se vio envuelto en una discusión de tráfico que terminó por convertirse en un caso de homofobia. El letrado circulaba con su motocicleta por la capital valenciana cuando el conductor de otro vehículo se le acercó demasiado.
Guijarro le recriminó este hecho, y el otro hombre, al ver que llevaba las uñas pintadas y una pulsera de la bandera LGTBI, le respondió con insultos discriminatorios como «maricón» o «chupapollas».
Este miércoles, tres años después de lo sucedido, las dos partes han llegado a un acuerdo por el que el acusado deberá cumplir una condena de tres meses de cárcel y pagar a la víctima una indemnización de 900 euros, en concepto de daños morales.
Asimismo, el condenado ha aceptado pagar una multa de 270 euros, realizar un curso de igualdad, tolerancia y derechos LGTBI y una inhabilitación de dos años para el ejercicio de la docencia. En un principio, el fiscal de delitos de odio, Héctor Melero, había pedido para él dos años de cárcel.
En la vista celebrada, el acusado reconoció los hechos. Por ello, la Audiencia Provincial de Valencia ha decretado que no entrará en prisión si no incurre en actividades delictivas en los próximos dos años y se hace cargo de los 900 euros de responsabilidad civil.
Isaac Guijarro se ha mostrado «muy satisfecho» con la condena, en declaraciones a El Español. El abogado, que se ha hecho cargo de su propia defensa, ha agradecido a la Fiscalía de Delitos de Odio de Valencia su labor. «Nos ha apoyado y arropado desde el principio».
De igual manera, el denunciante espera que su caso «sirva de ejemplo» para que aquellas personas que viven situaciones similares se atrevan a denunciar. Tras tres años de lucha, Guijarro ha logrado que se condene una violencia verbal que el colectivo LGTBI tiene «normalizada en su día a día», a la que ahora la Justicia «empieza a ponerle coto».
Audiencia Provincial de Valencia
Por su parte, Olympe Abogados, el despacho que dirige el denunciante, ha celebrado la noticia en sus redes sociales. «Tenemos que dar las gracias a la fiscalía de delitos de odio por acompañarnos y luchar con nosotros», escriben en un tuit.
Además, como Guijarro, el equipo de Olympe Abogados ha puesto el foco sobre la gravedad de la violencia verbal. «No solo es delito apalizar o matar a alguien LGTBIQ, los insultos también son delito y hay que denunciarlos para que no queden impunes».
Isaac Guijarro es abogado especializado en delitos de odio. Es por esto que, tras lo sucedido, sintió la necesidad de hacer lo que siempre aconseja a sus clientes: denunciar. El letrado ha subrayado así la importancia de dar cuenta sobre este tipo de episodios. «Aunque solo sean unos insultos, es un ataque a la dignidad y a tu integridad moral y pretenden, además, atemorizarnos».
Las redes se han volcado con el denunciante. En Twitter, la noticia ha sido celebrada por múltiples usuarios, asociaciones y activistas, que han enviado mensajes de apoyo al abogado. Entre otros, Carla Antonelli, primera diputada trans, ha calificado el caso como «absolutamente ejemplar».
Los hechos protagonizados por Isaac Guijarro no son un caso aislado. En los últimos años, los delitos de odio han ido en aumento en nuestro país, según datos de la Federación Estatal LGTBI+. Además, la misma entidad explica que tan solo el 20% de las agresiones por orientación sexual o identidad de género se denuncian. En contra de esto, Olympe Abogados es un despacho comprometido con los derechos LGTBI+, que anima a las víctimas a denunciar.
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