En estos días en que volvemos a celebrar el Orgullo resulta imposible no recordar las experiencias vividas en otros años. Y una muy especial fue la visita de Kylie Minogue a Madrid en 2010. La capital acogía el EuroPride, y la diva australiana aceptó la invitación para venir a presentar en primicia, en directo, Aphrodite.
Fueron días muy intensos los de la visita de Kylie Minogue a Madrid, cuando Aphrodite acababa de ver la luz. Fue editado un 30 de junio, de hace trece años, y por eso recuperamos el reportaje que publicamos entonces. Un motivo más de orgullo, cuando la diva acaba de cumplir 56 años y continúa celebrando el éxito de su nuevo single, Padam Padam.
Retrocedamos a junio de 2010. Se confirma que Kylie Minogue será la superestrella invitada en el EuroPride 2010 en Madrid, donde presentará Aphrodite. El 3 de julio actuaría, en una noche inolvidable, para decenas de miles de personas en plena Plaza de España.
Apenas tres semanas antes, a punto de cerrar el número extraordinario de Shangay dedicado al EuroPride, logramos que nos atendiese al teléfono para conocer detalles del disco –a mí me pilló cubriendo Sónar en Barcelona; a ella, en París–, saber si se conformaba con ser princesa del pop o quería convertirse en diosa y confirmar, una vez más, lo especial que es su relación con el mundo gay.
En aquel momento salía con el top model patrio Andrés Velencoso, y le preguntamos si alguna vez había charlado con él sobre la fascinación que ella ejerce en el mundo gay. Respondió que nunca había necesidad. “No ha surgido hasta ahora, quizá porque se da por sobreentendido. Y es algo que tenemos en común, dado el mundo en el que se mueve él y la cantidad de gente gay que le rodea”.
La pregunta del millón era si Andrés le era 100% “fiel” a Kylie… o si también escuchaba a otras divas pop. “Yo soy la única en su vida, su fidelidad es total”, afirmó entre risas. “Me lo demostró durante la grabación de Aphrodite. No sé cómo no acabó harto, porque tuvo que escuchar las canciones cientos de veces durante los meses que duró la grabación. El disco se convirtió en una prioridad absoluta en mi vida, y también en la suya. Menos mal que le encanta”. No sabemos qué recuerdo guardará Velencoso de esa etapa, pero nosotros sí sabemos que recordamos aquel lanzamiento de Kylie como uno muy especial.
SHANGAY ⇒ Las plegarias de muchos fans han sido escuchadas, y presentarás en exclusiva Aphrodite en plena celebración del Orgullo LGTBI en Madrid…
KYLIE MINOGUE ⇒ [Grititos al otro lado del teléfono, Kylie nos atiende desde París] ¡Estoy muy emocionada, de verdad! Obviamente, mi relación con el público gay es especial desde hace mucho tiempo, y me encanta que se cuente conmigo para celebrar una ocasión tan especial. Allí estaré, en el Orgullo de Madrid, dispuesta a ofrecer amor y diversión. Confío en que la gente baile mucho.
SHANGAY ⇒ No es casual que la primera palabra que pronuncias en All The Lovers, el tema que abre Aphrodite, sea “dance”, ¿verdad?
KYLIE MINOGUE ⇒ No lo es. Me parece que es la manera perfecta de abrir el disco y de anticipar lo que se avecina.
“Con X me dieron una patada en el trasero, y me di cuenta de que debía reaccionar”
SHANGAY ⇒ Aphrodite está cargado de himnos, no como X. ¿Aprendiste la lección?
KYLIE MINOGUE ⇒ Y tanto. Con X me dieron una patada en el trasero, y me di cuenta de que debía reaccionar. Por suerte, cuento con un gran equipo que me ha ayudado a hacer el álbum que sentíamos que la gente esperaba de mí. He contado con grandes compositores y productores, tan motivados como yo. Y después está Stuart Price, que ha jugado un papel muy importante a la hora de dar forma definitiva a Aphrodite [como productor ejecutivo del proyecto]. Junto a él vimos lo que había funcionado y lo que no en X y en Body Language, y partimos de ahí.
SHANGAY ⇒ Stuart Price es un nuevo nexo en común entre Madonna y tú, dado que él produjo Confessions on a Dance Floor.
KYLIE MINOGUE ⇒ Es cierto. Cada vez existen menos grados de separación entre nosotras.
SHANGAY ⇒ Quizá llegue el momento en que se haga realidad ese sueño gay de escucharos juntas en un dúo…
KYLIE MINOGUE ⇒¿Te imaginas lo que sería eso? Yo, desde luego, aceptaría encantada si me hicieran la propuesta.
SHANGAY ⇒ ¿Con quién te haría ilusión ahora mismo grabar conjuntamente una canción?
KYLIE MINOGUE ⇒ [No duda] Con Brandon Flowers. Sería maravilloso cantar con él, le adoro. Y es otra conexión provocada por Stuart Price, dado que él produjo el último disco de The Killers y ha participado en el que Brandon ha grabado ahora en solitario.
“Ya no necesito ser número uno para sentir que se me reconoce el trabajo”
SHANGAY ⇒ Uno de los aciertos de tu nuevo álbum es la apuesta descarada por la música disco, que desde siempre es la que mejor se adapta a tu manera de cantar…
KYLIE MINOGUE ⇒ Me siento muy cómoda haciendo música disco, y se nota, ¿verdad? En esta ocasión tengo que reconocer especialmente el mérito de Stuart, que al incorporarse al proyecto me pidió que regrabase algunas partes vocales, además de las que teníamos previstas realizar en su estudio. Me exigió mucho porque sentía que era la única manera de que pudiera transmitir toda la energía que exigían las canciones. Y me sentí muy cómoda cantando para él.
Me sorprendió verme interpretando delante de un micrófono que no debe costar más de 80 dólares, en su pequeño estudio, sin necesidad de mayores lujos. Todo ello me creó una sensación nueva, me sentí emocionada y liberada al ver que estaba haciendo algo distinto a lo que suelo, y quiero pensar que eso lo transmite el disco.
SHANGAY ⇒ Esa nueva actitud se refleja claramente en canciones como Aphrodite, en la que transmites una actitud más poderosa de lo habitual. ¿Te has cansado siempre de utilizar ese registro dulce y luminoso que todo el mundo asocia a Kylie?
KYLIE MINOGUE ⇒ No, pero me gusta explorar otros. Nerina [Pallot] y Andy [Chatterley], los autores de ese tema, me animaron a cantar con una fuerza que yo no estaba acostumbrada a utilizar. Me gusta escucharme cantando de una manera que me sorprende hasta a mí.
SHANGAY ⇒ La escena pop cuenta con sus reinas, sus princesas… ¿Aspiras tú ahora al título de diosa?
KYLIE MINOGUE ⇒ Estaría bien tenerlo [risas]. Pero no es un objetivo que me haya fijado de manera premeditada. Sobre todo porque no fue mía la genial idea de ese título, sino de los autores de la canción. Después vimos que funcionaba como concepto general del álbum y también lo utilizamos, nada más.
SHANGAY ⇒ Ejercer de diosa implica estar en la cima, ser la número uno en lo tuyo. ¿Es algo por lo que sigues luchando?
KYLIE MINOGUE ⇒ Cuando tenía quince años, dieciséis… incluso treinta y tres [risas], sí era algo por lo que me esforzaba. Obviamente, quiero dar lo mejor que tengo, pero eso para mí ya no significa necesariamente que tengo que ser número uno para sentir que se me reconoce el trabajo. Siento que he hecho el álbum que debía en este punto de mi carrera, y ahora lo importante es que tenga su impacto y que el público desee seguir escuchando mis canciones.
SHANGAY ⇒ Para eso estás inmersa ahora en un intenso plan de promoción. ¿Te da tiempo a algo más que a hablar de Aphrodite y cantar All The Lovers?
KYLIE MINOGUE ⇒ A poco más. Procuro buscar huecos para poder ir a ver a Andrés [Velencoso], y pasar algo de tiempo juntos, pero ahora mismo la promoción es muy intensa. Y en breve grabaré el vídeo del nuevo single [Get Outta My Way], ¡y tocará hacer más promoción! Por eso no saldré de gira hasta el año que viene, prefiero ir “poco a poco” [son las únicas palabras que dice en español].
“Cada vez existen menos grados de separación entre Madonna y yo”
SHANGAY ⇒ Con el vídeo de All The Lovers estás contribuyendo a convertir en tendencia las orgías masivas. ¿Animarás al público que acuda a verte a Plaza de España a montar una enorme orgía cuando cantes ese tema?
KYLIE MINOGUE ⇒ Me parece que vosotros no necesitáis que llegue yo a animaros a montar una orgía… [risas].
SHANGAY ⇒ Interpretas All The Lovers allá donde vas con un nutridísimo grupo de bailarines, y ya has tenido algún contratiempo en actuaciones televisivas….
KYLIE MINOGUE ⇒ Es bastante complicado lograr que la actuación quede bien, sí. La idea es que todos formamos un gran pastel, y lo desplazamos de un punto a otro. Yo suelo llevar vestidos de gasa que se me enganchan con los bailarines, ya hemos tenido alguna actuación televisiva que se ha acabado convirtiendo en una pesadilla [risas]. Pero merece la pena luchar contra las posibles complicaciones, porque nos suelen quedar unos números preciosos.
SHANGAY ⇒ Una diva tiene que sufrir y esforzarse para dar el mejor show posible, ¿no?
KYLIE MINOGUE ⇒ Exactamente. Una tiene que dar lo que se espera de ella ¡y mucho más, si es posible!
SHANGAY ⇒ ¿Qué se te pasa por la cabeza al pensar que tendrás a miles de fans enfrente, en pleno centro de Madrid, desgañitándose y muertos de emoción al tenerte tan cerca?
KYLIE MINOGUE ⇒ Pienso en el subidón de adrenalina que me dará antes de salir al escenario. Es una sensación adictiva, que me ha acompañado siempre, y que me provoca gente como la que vendrá a verme en Madrid. Disfruto compartiendo sensaciones así con mi público.
SHANGAY ⇒ ¿Qué les pedirías a ese público de cara a tu actuación el día 3?
KYLIE MINOGUE ⇒ Que prepararan un flash mob con All The Lovers [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Desnudos o con ropa?
KYLIE MINOGUE ⇒ Que se dejen puesta la ropa interior, así resultará más sexy.