Alberto Clavijo, instalado desde hace años en Ciudad de México, acudió el pasado miércoles a un evento organizado por la banda RBD, con un final trágico para él.
Supuestamente, fueron las malas condiciones del lugar donde se celebraba el evento las que propiciaron que cayera desde un cuarto piso y perdiera la vida. Por eso añoramos ya a esta adorable persona que ha dejado de estar entre nosotres.
Jose Mola ha querido dedicarle unas palabras en homenaje a este joven que colaboró en diversas ocasiones con Shangay, y al que ya echamos de menos.
Alberto Clavijo ha sido una de esas personas que sabía perfectamente cuál es la diferencia entre ser del colectivo LGTBIQ+ o ser de la comunidad LGTBIQ+. Quizá por ello una de sus coletillas habituales a la hora de hablar era ‘hermana’.
Lo conocí en 2021, al poco de llegar a México; por aquel entonces yo andaba desatado como una gata bajo la lluvia, dispuesto a vivir mi propia telenovela. El algoritmo de Instagram no tardó en mostrarme el perfil de Alberto. Por supuesto, todo el mundo en zona rosa o cualquier antro de ambiente, le conocía. Y es que… ¿a quién no había fotografiado la Clavijo?
Tras stalkearlo un poco, fue una grata sorpresa averiguar que era de Logroño, es decir, que era un español por el mundo. Alguien me dijo una vez que es mejor pedir perdón que permiso, así que le escribí (le asalté, en realidad) para pedirle que nos hiciésemos amigas. Me contestó casi al instante y me dijo: ‘¡ándele!’.
En menos de una semana estábamos con Marco y unos amigos en el estreno de la obra de teatro Tenorio cómico, una adaptación de Don Juan Tenorio pero a la mexicana, con Daniel Bisogno y Maribel Guardia.
Esa fue la primera vez que sentí la generosidad y el abrazo de México, gracias a él, que se terminó convirtiendo en toda una comadre que me hizo de guía turístico, de facilitador de contactos y de hermano mayor en un país desconocido para mí. Esa es la diferencia entre pertenecer a un colectivo o ser una comunidad: la empatía.
Él era así, generoso por naturaleza. Sabía a la perfección lo que es dejar a tu país, a tus amigos y a tu familia para labrarte un futuro y encontrar tu propio lugar en el mundo. Por eso, me tendió la mano a mí y a otras muchas personas, y empezamos a crear nuestra propia familia escogida tan lejos de casa.
Alberto Clavijo empezó como fotógrafo en España. De hecho, formó parte de la familia Shangay: colaboró en eventos como los Premios Shangay, y también nos hizo de corresponsal en una salida –nocturna– muy especial de Mónica Naranjo por aquellas tierras.
México le hizo explotar todo su potencial artístico y emprendedor. Casi doce años ha estado viviendo en México y eso le dio para mucho como, por ejemplo, fundar su propia agencia creativa: El Clavo. Grandes personalidades mexicanas, españolas e internacionales, fueron alcanzadas por su objetivo, la lista es infinita: Daniel Bisogno, Gala Varó, Anita del Rey, Los Javis, Anahí, Maria Chacón, Jocelin Zuckerman, Karla Farán, Raquel Martínez… Incluso firmó mi retrato para el libro Memorias de Shangay: 30 años de historia LGTBIQ+ de España. Qué regalo, sin yo saberlo…
Alberto Clavijo ha fallecido en un accidente en México, mientras trabajaba para un gran evento televisivo. Se ha ido de golpe y vamos a necesitar tiempo para procesarlo –un cálido y especial abrazo a sus más allegados–, pero nos deja un último aprendizaje: “La vida no se basa en todo lo que está por llegar sino en disfrutar lo que estás haciendo ahora”.
Creo que hablo en nombre de todes si te doy las gracias por todos los momentos que nos has regalado. Me siento bendecido y agradecido. Te quiero, hermana. Buen viaje.