'Ocaña, el eterno brillo del Sol de Cantillana', el mejor homenaje al mito LGTBI en el 40 aniversario de su muerte

Temas: Carlos Barea, Entrevista, Ocaña, Queer

Hablamos con nuestro colaborador Carlos Barea sobre el nuevo libro del que es coordinador, y que arroja luz sobre la mítica figura que fue el artista José Pérez Ocaña, que nos dejó hace cuarenta años.

Ocaña es una figura de la que se ha hablado mucho, pero sobre la que hay muy poco escrito. El libro Ocaña, el eterno brillo del Sol de Cantillana es un volumen imprescindible para conocerle mejor.

¿Qué tiene la figura de José Pérez Ocaña que, cuarenta años después de su muerte, sigue causando admiración? Ocaña. El eterno brillo del Sol de Cantillana, un volumen colectivo, coordinado por Carlos Barea, bucea en los porqués de la fascinación que sigue despertando a día de hoy el artista multidisciplinar LGTBIQ+ Ocaña.

El libro reúne a un importante grupo de autoras y autores que analizan tanto el contexto político-social en que se movió como las distintas facetas de una personalidad única. Se incluyen textos de personas tan cercanas a Ocaña como Ventura Pons y Nazario, y también dos documentos inéditos: un relato biográfico firmado por el propio artista y una carta de su puño y letra que escribió a Felipe de Paco.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo y por qué surge este proyecto?
CARLOS BAREA ⇒ Nace por culpa de mi obsesión por recuperar y homenajear a figuras que han sido clave en la historia de nuestro colectivo y a las que, a mi parecer, no se les da la importancia que merecen. Meses atrás había coordinado un volumen colectivo analizando la figura de Lola Flores que funcionó muy bien, y ahora me apetecía hacer algo que ya entrara de lleno en los nombres propios de nuestra memoria histórica. Qué mejor forma que hacerlo con Ocaña.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué sientes que sigue despertando tanta fascinación cuarenta años después de su muerte?
CARLOS BAREA ⇒ En primer lugar, porque tenía un discurso adelantado a su tiempo. Tú ves ahora el documental que Ventura Pons hizo sobré él [Ocaña, retrato intermitente (1978)] y te das cuenta de que, en lo esencial, está enunciando algunas premisas que hoy en día defiende el activismo queer. Por otro lado, estoy seguro de que su repentina muerte lo convirtió en un mito. Los seres humanos solemos sentir cierta fascinación por esos personajes que pudieron ser y no fueron, bien porque se les truncó la carrera o bien porque murieron abruptamente. Además, las trágicas circunstancias en que murió [quemado, disfrazado de sol] alimentan aún más la leyenda del personaje.

«Se convirtió en un personaje mainstream sin renunciar a su identidad»

SHANGAY ⇒ ¿Qué es lo más te fascina a ti, a nivel personal, de Ocaña?
CARLOS BAREA ⇒ Cómo ha sido capaz de resignificar el imaginario religioso. Pintaba vírgenes y angelitos, pero lo hacía desde un lugar, por decirlo de alguna manera, agnóstico. Ocaña era consciente de lo que suponía la institución de la Iglesia católica para las personas disidentes, sobre todo en aquella época, pero consideraba que lo religioso era un fetiche que pertenecía al pueblo.

SHANGAY ⇒ ¿Era importante para ti, como coordinador, lograr que participaran en el libro personas muy cercanas a él como Ventura Pons y Nazario?
CARLOS BAREA ⇒ La presencia de ellos es la base del proyecto. Contacté primero con Ventura, con Nazario y con su hermano mellizo. Si ellos hubieran rechazado participar, a lo mejor me habría replanteado el libro. Quería que hubiera también una lectura personal de Ocaña; que, aparte de analizarlo como pintor y como referente LGTBI, se mostrara su faceta más humana. Eso solo era posible si en el proyecto participaban personas tan cercanas a él como su mejor amigo o el director que lo consiguió llevar hasta al Festival de Berlín.

SHANGAY ⇒ ¿Por qué está tan poco estudiada su figura?
CARLOS BAREA ⇒ Creo que tiene que ver con que fue una persona que hablaba abiertamente de su homosexualidad. Y lo hacía desde un lugar radical: hablar de tener sexo en lugares públicos o de lo que le gustaba «hacer el amor con hombres». Eso puede echar para atrás a muchos estudiosos o investigadores cisheterosexuales, por mucho que quieran centrarse en su pintura o en cualquier otra faceta. Es por eso que han tenido que entrar en la academia española los estudios con perspectiva LGTBIQ+ para que la importancia de este tipo de figuras sea reconocida e investigada de una manera más formal.

«Ocaña es un personaje que nunca se termina de conocer»

SHANGAY ⇒ ¿Qué aporta Ocaña como icono queer que le diferencia de otros muchos surgidos en España?
CARLOS BAREA ⇒ Una de las cosas más importantes fue convertirse en un personaje mainstream sin renunciar a su identidad. Es decir, podía aparecer en entrevistas de prensa, en programas de televisión con Terenci Moix o de radio con Jesús Quintero y decir abiertamente que le gustaban los hombres. Lo contaba con tal naturalidad que casi parecía imposible reprocharle nada. Así pues, fue relativamente bien asimilado por los medios, aunque luego se fuera a las Ramblas y enseñara el pito vestido de mujer.

SHANGAY ⇒ ¿Podemos considerarle también el gran icono del sexilio?
CARLOS BAREA ⇒ Por supuesto. Se marchó de su pueblo a Barcelona para poder vivir como quería. Aunque luego, cuando volvía a Cantillana, no se ocultaba; no se metía en el armario cuando le tocaba ir al pueblo. Además, reclamaba lo rural como parte de su identidad. Esto le costó, también hay que decirlo, algún que otro disgusto con algunas personas del pueblo en aquellos años, aunque ahora allí lo quieren mucho y llevan su nombre por bandera.

SHANGAY ⇒ ¿Ha cambiado tu percepción de Ocaña una vez materializado el libro, a raíz de todo lo que has leído (además de escrito)?
CARLOS BAREA ⇒ Creo que Ocaña es un personaje que nunca se termina de conocer. Y no porque aparezca constantemente nueva información o datos sobre él, sino porque, según la época en que veas, por ejemplo, su documental, vas a leerlo de una forma u otra. Yo vi por primera vez el documental con catorce años, y cada vez que lo revisito encuentro nuevos matices, entiendo cosas que antes no entendía o leo desde otro lugar algunas de sus afirmaciones. Supongo que esto ocurre con las personas tan adelantadas a su tiempo, que no descubres lo que realmente te quieren decir hasta mucho tiempo después.