Tension, de Kylie Minogue, llega en el momento perfecto, cuando la pasión por la diva australiana se ha revigorizado gracias al exitazo viral de Padam Padam, su primer y adictivo single.
Siempre que Minogue ha sabido capturar el zeitgeist al abandonarse al pop electrónico profundamente bailable, las cosas le han ido muy bien. Y ya sabemos que cuando Kylie conquista la pista, resulta imposible no rendirse a sus encantos.
No solo es Tension uno de los mejores álbumes, como conjunto, en la longeva carrera de Kylie Minogue. Además, se ha convertido en uno de esos discos evento que solo contadas artistas con una experiencia similar logran facturar, y que resultan relevantes no solo para sus fieles fans. Increíble pero cierto.
«Tension es efervescencia en estado puro para los roaring años post-encierro»
Tras años deseando que se hiciera realidad ese Black Diamond que Janet Jackson anunció pero que parece improbable que se materialice, ha sido Kylie quien se ha aferrado a un diamante en la –más que discutible– portada de su álbum, simbolizando esa resiliencia a prueba de modas y generaciones de la que puede presumir encantada.
Si el más que correcto Disco fue un impagable bálsamo en tiempos de pandemia –que, además, nos hizo olvidar el agridulce Golden–, Tension es efervescencia en estado puro para los roaring años post-encierro. Un disco que remite al burbujeante Light Years y al coqueto Aphrodite. Un trabajo que, sin estar 100% cohesionado, es de los que se disfrutan de principio a fin sin necesidad de saltarse siquiera canciones valle como Things We Do for Love, una de las pocas en donde los guiños ochenteros actualizados à la Girls Aloud no invitan a crearle una coreo para TikTok.
El fenómeno que provocó en dicha red social la adictiva Padam Padam ha tenido una espléndida secuela en el tema que da título al álbum, uno de los más arriesgados y brillantes del disco. Entre medias, aparece Hold On to Now, digna de ser single, y que tanto recuerda a la mejor Kylie dosmilera.
De igual manera que, a modo de bálsamos deliciosamente retro –y disco–, One More Time y Green Light nos invitan a celebrar a la Kylie noventera que empezaba a soltarse la melena vía coquetería funky –saxo exuberante incluido en la segunda–. Y se agradece el sentimiento que destilan temas como Story, puro eurodance con un punto melancólico que, estando en la secuencia del disco justo tras 10 Out of Ten –de estilo similar, pero puro divertimento deliciosamente frívolo–, sirve para demostrar que es una artista de lo más versátil. ¿Y los toques kitsch que tanto nos gustan en la música de Kylie? Pues ahí están Hands, con intento de rap incluido, y Vegas High, perfecta para soltar pluma.
Así es Tension, un disco polivalente en el que Kylie Minogue brilla como hacía tiempo que no sentíamos. Libre y juguetona, ahora sí se merece este momento dorado que el disco que tituló así, justificadamente, no le proporcionó.
⭐⭐⭐⭐
TENSION DE KYLIE MINOGUE ESTÁ EDITADO POR KYLIE MINOGUE/DARENOTE/BMG