Samantha Hudson: "No seré la artista más grande, pero sí la más icónica"

Temas: Artista LGTBIQ+, Entrevista, MTV Awards, Rosalía, Samantha Hudson, Sónar

Samantha Hudson ha vuelto este año más makinera que nunca con un EP titulado AOVE, que presentó nada menos que en Sónar.Tras publicar Peluchito, acaba de ver la luzChula, con la que redondea la edición extendida de dicho EP, que incluso contará con edición física en picture disc.

Es evidente el estupendo momento que vive «la princesa fibrada del mákina patrio», como se define en esta era. «Sigo viva, que no es poco», suelta irónica.

 

SHANGAY ⇒ ¿Qué hay de nuevo en Samantha Hudson?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Me siento un poco más madura. Quizá no sea una mujer, pero sí una mujercita. Más madura a nivel profesional, en la manera en que imagino mi propuesta de cara a un futuro cercano, y también en la manera en que me juzgo tanto a mí como a mi entorno. Es que empecé muy jovencita…

SHANGAY ⇒ ¿Te da tiempo a sentarte a analizar las cosas?
SAMANTHA HUDSON ⇒ No hago otra cosa. Es que no tengo hobbies… Me gusta mi trabajo, pero no lo digo mucho porque me parece de asquerosa decir «es que mi hobby es mi trabajo». Supongo que seré una pedorra por decirlo. ¿Qué hago en mi día a día? Contemplar, pensar, divagar, elucubrar…

SHANGAY ⇒ Con lo crítica que eres tú con la manera en que está considerado el trabajo en esta sociedad capitalista, ¿te realiza?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Mucho. También te digo que si me puedo quejar, me quejo. Solo porque el mío sea mejor que otros no quiere decir que no me parezca que el trabajo asalariado en general sea una basura… Pero no tengo motivos para quejarme: me siento muy privilegiada también de poder estar consiguiendo una estabilidad económica poco a poco llenando salas de conciertos, siguiendo con este proyecto musical y otros que van surgiendo… Soy una chica muy modesta, y estoy muy feliz de ser quien soy y de hacer lo que hago.

«No me gustaría nada tener delirios de grandeza»

SHANGAY ⇒ Modesta, modesta…
SAMANTHA HUDSON ⇒ A veces incluso de más, porque muchas veces me tiran un piropo o elogian algo que he hecho y digo que no es para tanto, o le quito hierro al asunto. Es una herramienta de supervivencia; no me gustaría nada tener delirios de grandeza. Es difícil mantener un equilibrio entre la soberbia y el síndrome de la impostora, así que trabajo mucho para quedarme siempre en el término medio.

SHANGAY ⇒ ¿Te sientes más realizada por tener ahora un fandom musical, más allá del de redes?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Sí, porque poco a poco se va valorando más mi faceta musical. Pero aún me falta mucho recorrido. Si bien no soy la artista con más streams ni he logrado todavía un lugar exageradamente bueno en la música, lo que sí tengo es muy buena marca. Hay gente que quizá no sea muy fan de mis canciones, pero sí muy fanática mía, y por eso me va tan bien con los conciertos.

SHANGAY ⇒ Ya eres una mujer de grandes festivales…
SAMANTHA HUDSON ⇒ Además, actúo en muchos muy normativos. No hablo del Sónar, claro, que siempre ha apostado por gente queer y racializada muy top y siempre estará a la vanguardia en ese sentido. Pero de pronto me he visto parte de circuitos más estandarizados, y es lo que que toca. Porque está muy bien tener nuestra burbuja, nuestros espacios; pero de pronto, estar cantando en el mismo escenario que Leiva, siendo yo este basilisco monstruoso, una especie de engendro de hermafrodita homosexuado…, me parece la definición exacta de conquistar espacios.

 

SHANGAY ⇒ Luego están esos fans a los que les da pena que entres en esos espacios más normativos porque piensan que pierdes un poco tu esencia…
SAMANTHA HUDSON ⇒ No me he parado mucho a tratar de averiguar si es una crítica legítima, si están en lo cierto o se equivocan rotundamente. Cada una es libre de opinar lo que quiera. Soy muy consciente de las cosas que no quiero en mi carrera. Tener un carácter y una esencia muy definidos puede convertirse en un claustro, y yo soy muy moderna para estar enclaustrada. Con lo cual, vivan la metamorfosis y el cambio.

SHANGAY ⇒ A día de hoy, ¿te gusta más que te llamen mujer o maricón?
SAMANTHA HUDSON ⇒ [Risas] Estoy en un punto de mi filosofía en el que ambos términos significan lo mismo [carcajadas]. Soy mujer, soy maricón, soy hombre, soy animal, soy un monstruo, soy un ser inerte, soy un concepto abstracto, soy intelecto, soy frivolidad… La única forma de ser auténtica es no ser de una manera estricta.

«Soy mujer, soy maricón, soy hombre, soy animal… La única forma de ser auténtica es no ser de una manera estricta»

SHANGAY ⇒ ¿Fluyes todo el rato?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Todo el rato, y me gusta pensar que toda la gente también lo hace en cierta manera. Quizá mis cambios sean más drásticos, como le suele ocurrir a toda la gente en el colectivo, y más concretamente a las personas queer y disidentes de género. Todo el mundo fluye; desde que eres adolescente hasta el ocaso de tu existencia vas pasando por distintas etapas. Lo más bonito que tiene el ser humano es ser poliédrico y concederse el lujo de poder transicionar, transitar y habitar cualquier aspecto de su vida que le parezca conveniente. Yo no tengo miedo a hacerlo, ni tampoco a rectificar en caso de que me haya equivocado o no esté a gusto con el resultado.

SHANGAY ⇒ ¿En qué momento estás de tu transición por el género y la sexualidad?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Siento que vengo de una etapa muy femme. Muy femme fatale, aunque más fatal que femme; y ahora estoy más butch, más tranny tomboy. Me estoy reconciliando con esa masculinidad que al principio se me exigía y que luego yo misma reprimía por aquello de encajar en los estándares de género. Sobre todo cuando empiezas a darte cuenta de que quizá no seas un chico gay y a lo mejor eres una chica, y luego te das cuenta de que eres no binaria y no sabes ni por dónde te viene en el viento [risas]. La verdad es que estoy muy a gusto en la no definición, la tierra de nadie, en el perineo del género.

SHANGAY ⇒ Una Samantha más fibrada que nunca…
SAMANTHA HUDSON ⇒ Eso me dijo un gay en Twitter: «Eres la princesa fibrada del pop español». Pero AOVE y, sobre todo la gira, es muy mákina…, así que en alguna nota de prensa me he tomado la licencia de cambiar «pop español» por «mákina patrio». Se me da muy bien inventarme sobrenombres y etiquetas.

«Pongas donde pongas mi marca, el resultado es un evento canónico»

SHANGAY ⇒ En tus últimas giras bailas mucho y muy pro… ¿Te fijas en ídolas a la hora de decidir cómo te muestras en directo?
SAMANTHA HUDSON ⇒ No me fijo en nadie en concreto. Pero es cierto que el Motomami Tour fue life changing, una experiencia inolvidable. Más que centrarme en las coreografías o su manera de construir el show, me fijé mucho en la entereza y la tenacidad con las que Rosalía defiende su propuesta artística. Los tres bailarines que me acompañan en la gira AOVE Black Label son de danza contemporánea, y creo que hay un mix muy divertido entre eso, los visuales de Parafeno, todos con inteligencia artificial, y las luces que ha creado un colectivo a Barcelona llamado Oscila.

Todo esto puedo hacerlo gracias a que estoy viendo un aumento en mis ingresos, y disfruto invirtiendo tanto energía como dinero en mi propuesta artística. Ha habido un upgrade en mis directos, y es que me gusta mejorar poco a poco todo lo que tiene que ver con lo que más ilusión me hace: estar en un escenario.

SHANGAY ⇒ ¿En qué te quieres gastar más adelante lo que estás ahorrando ahora?
SAMANTHA HUDSON ⇒ En una casa. Es lo más sensato que puedo hacer, y una de las pocas cosas en las que puedes invertir tu dinero en España. Me apetece un lugar en donde caerme muerta, porque como la vida da tantas vueltas… Imagínate que me paso de moda o que ya no me quiere nadie. Pues al menos quiero tener un sitio en hacer mis cosas tranquila y que vengan a verme las amigas a tomar té.

SHANGAY ⇒ ¿Cómo sería la casa de tus sueños?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Soy una chica de centro porque no conduzco ni sé ir en nada que tenga ruedas. Me gusta mucho andar, porque con estas piernas lustrosas que Dios me ha dado, pues no enseñarlas sería simplemente un delito de odio. Con lo cual, me gustaría vivir en el centro, pero no en Madrid. Me gustan mucho Valencia, Granada… Así que me gustaría tenerla en un sitio donde pueda respirar tranquilidad, que creo que es mi única expectativa de futuro. Me gustaría que fuese una comuna LGTB, un ‘queervento’ en el que acoger a todos los mariconcitos que haya por ahí y decirles: «Mira, este sitio para que pintes, aquí para que cosas, aquí para que hagas tus esculturas…». La que quiera exponer sus cuadros que los exponga; si quieres venir a echar la tarde y fumarte unos porros, así no tienes que estar tirada por la calle.

SHANGAY ⇒ Además de adicta al sonido, ¿a qué te confiesas adicta a día de hoy?
SAMANTHA HUDSON ⇒ A pilates y a fregar los platos, me encanta. Cuando vienen mis amigas a cenar, se ensucia toda la vajilla y alguna se atreve a decir «yo friego», me levanto del sofá, le arreo un guantazo y le digo «ni se te ocurra, eso lo hago yo». Bueno, también soy adicta a mi trabajo, claro.

«Me parece surrealista estar nominada a un EMA. Soy modesta pero a la vez ambiciosa, y me gustaría ganarlo»

SHANGAY ⇒ Siendo como eres tan ocurrente y graciosa a todas horas, ¿llega un momento en que desconectas ese chip y eres simplemente Samantha?
SAMANTHA HUDSON ⇒ No, nunca me ha gustado verme como Samantha sin más. Por eso te decía antes que para mí lo más bonito del ser humano es que sea poliédrico. Soy una chica muy divertida, insustancial, también profunda, creo que bastante inteligente, una mamarracha alocada pero a la vez seria… No reniego de ninguna de mis facetas, y no me gustaría que se asentara en el imaginario popular que solo hay una Samantha de verdad, y que es de una forma determinada. Todo lo que veis es auténtico, aunque sea premeditado. La personalidad es un guion sujeto a cambios. A veces ese guion lo escribe otra persona, y otras tú eres la mártir de tus propias pasiones y tu propia guionista. Yo soy del segundo grupo, y me gusta presumir de que me he construido a mí misma en torno a la efigie de lo que alguna vez he soñado ser.

SHANGAY ⇒ Acercarte cada vez más al mainstream, ¿te crea conflictos con tu espíritu disidente?
SAMANTHA HUDSON ⇒ Aparecen más contradicciones. Cuanto más estás en el sarao, más participas de ciertas cosas que podrías categorizar de inmorales. ¿Pero quién tiene un discurso pulcro al cien por cien? No existe un comportamiento perfecto en ningún caso. Asimilar esas contradicciones y no juzgarte de manera tan contundente, comprender que todo el mundo hace lo que puede con lo que tiene, forma parte de esa madurez de la que te hablaba. También te digo que para todo lo que hay afuera, y mirando las actitudes de los artistas, soy una persona que tampoco colabora demasiado con marcas y que no participa del mainstream de una manera visceral y exagerada.

No lo digo poniéndome como una guardiana de la moral, ni diciendo que sea mejor persona que nadie. Solo digo que a veces se critica a ciertas personas por esas contradicciones y a otro grupo de personas no se le somete al mismo escrutinio. Eso pasa con las mujeres, con la gente racializada, disidente del género y con todas las minorías en general. Parece que no podemos aprovecharnos del sistema para hacer una publicidad, ni participar de ciertas dinámicas y al mismo tiempo ser consciente de la realidad que las envuelve. Lo cortés no quita lo valiente, y siempre intento hacer las cosas lo mejor posible.

SHANGAY ⇒ ¿Qué siente una chica como tú al verse nominada a un EMA de MTV?
SAMANTHA HUDSON ⇒ [Risas] Estoy meada. Me parece muy surrealista y a la vez me siento un poco presionada. Porque soy modesta pero a la vez ambiciosa, y me gustaría ganarlo. Ya estar nominada me parece una victoria, es una manera de decir «aquí estoy yo», de ver que la gente realmente valora mi trabajo y de decir «no me toméis por el pito del sereno». Es de tirarse por los suelos: Quevedo, Lola Índigo… y Samantha Hudson. En plan «¡¿qué?!» [explota a reír]. Pongas donde pongas mi marca, el resultado es un evento canónico. Samantha Hudson en los EMA, evento canónico. En La resistencia, evento canónico. En el concierto de Amaia en el WiZink o comprando fruta en La Sexta Noticias, evento canónico.

Creo que esa es la razón por la que me han nominado al EMA. Porque a lo mejor no soy la artista más grande, pero sí la más icónica. Me da igual si piensan que soy presumida, es que estoy enamorada de mí misma. Siempre con autoestima, nunca con ego.