Han pasado algunos años desde que Kristen Stewart formase parte del fenómeno Crepúsculo. La saga vampírica de películas supuso todo un acontecimiento a nivel mundial y movilizó hordas de fans que acudían en masa a las salas de cine y lloraban y gritaban con cada aparición en escena de Robert Pattinson y Taylor Lautner.
Tiempo después, con las aguas más calmadas y con unos actores y seguidores más maduros, la actriz nominada al Oscar por Spencer ha concedido una entrevista para Variety en la que ha hablado abiertamente sobre las películas y la lectura homosexual que encuentra en ellas.
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«Es una película tan gay», ha contado la actriz. «Quiero decir, Dios mío, Taylor, Rob y yo… Y todo tan oculto, y para nada bien… Una mujer mormona escribió este libro. Se trata de opresión, de querer aquello que te va a destruir. Es una inclinación muy gótica y gay, y me encanta«. La californiana salió del armario en 2017 como bisexual y, desde entonces, ha sido muy abierta en cuanto a su sexualidad y ha reivindicado los derechos de las personas LGTBIQ+. Por eso, ha asegurado que durante estos años en los que se ha ido conociendo y entendiendo su orientación, ha ido encontrando similitudes a lo que sentían y vivían los personajes de Crepúsculo.
«Solo ahora soy capaz de verlo. No creo que necesariamente empezara así, pero también pienso que el mero hecho de que fuera yo la que estaba allí, se estaba como filtrando… Es una película tan gay». De hecho, la actriz reflexiona sobre su relación pública con Robert Pattinson, el otro protagonista de la película, y cómo tuvo que dar a conocer a otras parejas masculinas y femeninas para hablar abiertamente de su bisexualidad hasta que ha encontrado la estabilidad con la actriz y guionista Dylan Meyer.
La realidad es que siempre ha habido un componente homoerótico en todas las historias de vampiros y licántropos, personajes rechazados por la sociedad por ser diferentes al resto. Y más aún si dichos personajes se quitan la camiseta a las primeras de cambio y la tensión sexual crece por momentos. Por lo que tampoco sorprendería a nadie que exista una lectura gay detrás de la historia de Crepúsculo.