No todos los años se hace historia, y la granadina María Pérez lo ha hecho este 2023. Dos medallas de oro en un mismo Mundial, una por la prueba de los 20 km marcha y otra por la de los 35 km. Un inusual doblete que coincidió con la victoria de la selección femenina de fútbol en Australia, un año glorioso para nuestro deporte y sus campeonas: “El deporte femenino lleva muchos años en auge, este en concreto se ha hecho más ruido gracias al Mundial de Fútbol, que es lo que más mueve a la sociedad, pero los mejores resultados deportivos siempre los han traído las mujeres. Estoy feliz de compartir la historia con 23 chicas más. Este año va a ser algo difícil de superar”.
La atleta es una de las deportistas más visibles del panorama español. Su victoria en el Mundial la celebró besándose con su esposa, Noelia Morillas, con la que comparte su vida desde hace algunos años. Pérez nunca ha querido esconderse y ha sido siempre muy clara para defender y celebrar el Orgullo LGTBIQ+: “Mi lucha no ha sido la de gritar las cosas a los cuatro vientos. Creo que hay que hacerlo de manera normal, como si fuera una pareja heterosexual; de esa manera es como se quitan muchos prejuicios y miedos. No se puede agobiar a nadie, ni forzarles a salir del armario porque eso provoca miedo y es lo que hace que la gente se esconda más. Hay que darle tiempo a cada uno para que encuentre el momento de expresar quien es”.
Es inevitable comparar su beso con el desagradable momento que protagonizó Luis Rubiales con Jenni Hermoso en el campeonato de fútbol. “Mi beso se hizo viral justo porque era un beso consentido y con sentimiento, que surgió del amor y de una manera natural. El beso de Rubiales es un ejemplo del machismo que hay en la sociedad y, lo peor, en los más jóvenes. Porque si ven cómo su entorno se ríe de ese tipo de actos como si fueran normales, van a repetirlos. Todos los que tengamos una cierta exposición tenemos el deber de dar ejemplo por esas niñas y niños que vienen detrás”.
Hace algunos años era raro encontrar referentes como ella en nuestro deporte, por lo que iniciar una carrera deportiva a ciegas, sin nadie como modelo a seguir, resultaba complicado. “Cuando empecé era muy difícil ver deporte femenino en televisión. En mi casa se veía los domingos a Fernando Alonso, y yo seguía sus triunfos y los celebraba, pero me habría gustado que las mujeres hubiesen tenido más visibilidad. Solo había alguna que salía, sobre todo en las Olimpiadas, pero era una rareza”.
Ahora, convertida en toda una campeona, tiene la vista puesta en los Juegos Olímpicos del próximo verano en París, donde quiere seguir superándose y cosechando medallas. Aún le quedan algunos años como atleta, pero estudia Fisioterapia, que es a lo que quiere dedicarse cuando se retire: “Me gustaría que me recordasen como una buena persona que ha sido un ejemplo dentro del deporte”. No nos cabe ninguna duda de que así será.
FOTOS: MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ
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