La Casa Azul: "Sigo sin poder escuchar la versión original de 'La revolución sexual' porque está supermal grabada"

25 años cumple el proyecto liderado por Guille Milkyway, y hablamos con él en un momento tan especial de su carrera, que culmina con dos grandes conciertos en Madrid y Barcelona.

La Casa Azul celebra sus 25 años por todo lo alto.
La Casa Azul celebra sus 25 años por todo lo alto.
Agustín Gómez Cascales

Agustín Gómez Cascales

He viajado en limusina con Mariah, he tomado el té con Beyoncé, he salido de fiesta con J.Lo y he pinchado con RuPaul. ¿Qué será lo próximo?

29 octubre, 2024
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La Casa Azul es uno de los proyectos pop más icónicos, y duraderos de nuestro país, y unas bodas de plata, 25 años de existencia, hay que celebrarlas por todo lo alto. Tras un triunfal concierto en el WiZink Center de Madrid el pasado 11 de octubre, el 9 de noviembre llegará la hora de presentar su show más especial en Barcelona, en el Sant Jordi Club

Su creador, cerebro y líder, Guille Milkyway, confiesa sentirse abrumado por lo que suponen estos dos grandes eventos para La Casa Azul, que le están descolocando un poco. «Es que soy muy de mis rutinas, un señor de mi casa», confiesa entre risas. «Intento seguir siempre una cierta disciplina diaria, me va bien así».

La Casa Azul. Foto: Lluís Domingo

Foto: Lluís Domingo (2011)

SHANGAY ⇒ ¿Cómo va la resaca de vuestro concierto madrileño en el WiZink?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Muy bien. Hemos trabajado mucho para estos conciertos, cambiamos muchas cosas y hemos ensayado mucho para que salga todo bien. Sinceramente, no es que en un momento dijéramos «venga, vamos a hacer unos conciertos por estos 25 años». No soy muy de eso yo, de liarme mucho [risas]. Pero me insistieron un poco, y como sentí que no había una megapresión, pues me animé a hacer un WiZink y un Sant Jordi. Pensé que estaría bien hacer algo revisionista y bonito, al final, tenía sentido. Una vez puestos a ello, la verdad es que lo disfruté mucho más en Madrid de lo que me imaginaba que podría.

«No soy de los de ‘cualquier tiempo pasado fue mejor»

SHANGAY ⇒ Lidiar con la nostalgia es complicado, ¿no?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Sí… Pero no me da miedo la nostalgia. Igual que pensar en el futuro sí me cuesta asumirlo, mirar hacia atrás, aunque no lo hago habitualmente, me aporta sensaciones positivas. Pero sin quedarme en los recuerdos, no soy de los de «cualquier tiempo pasado fue mejor».

SHANGAY ⇒ Al repasar tu carrera, ¿has tenido que enfrentarte a alguna etapa que sientas especialmente oscura?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Sí ha habido algún momento duro, pero porque se juntan con circunstancias personales. Cuando tuve hijos, entre 2011 y 2017, en el periodo pre La gran esfera, a nivel creativo me costó tirar adelante. Me puse a trabajar mucho en otras cosas; no paraba de pinchar y de meterme en un montón de proyectos porque sentía que tenía que garantizar la subsistencia de mi familia, muy en plan mamífero [risas]. Fue una época compleja, pero necesaria. Pero como no me importa que pase tiempo entre discos, la evolución para el grupo fue la natural. Los pilares siguen ahí, pero nunca he tenido una necesidad muy clara de experimentar y dar pie a etapas muy distintas y marcadas. Aunque entre las canciones de hace veinte años y las últimas hay diferencias obvias, nunca he tenido un afán innovador.

«Que él, ella y elle se expresen como quieran, olvidémonos ya de patrones absurdos»

SHANGAY ⇒ Siempre hay un matiz muy positivo en tus canciones, hablen de lo que hablen…
GUILLE MILKYWAY ⇒ No es algo consciente, pero está claro que ese elemento vitalista siempre está ahí, incrustado en el grupo. Responde a mi manera de ser. Me he dado cuenta con los años de que es algo que también hago en mi día a día, tiendo a proyectar una cosa más vital de la que realmente tengo en mi interior [risas].

SHANGAY ⇒ Hay un momento muy especial en el concierto, cuando interpretáis Solo cantan para mí, en el que rindes homenaje visual a mil y una divas de lo más variado…
GUILLE MILKYWAY ⇒ Soy muy melómano. Y me gusta poner en un mismo nivel tanto lo que resulta más obvio como lo que no, no creo en las jerarquías musicales. Me gusta eso de incluir un momento fan, en el que compartimos nuestras favoritas. Y van cambiado cada pocos conciertos, es divertido. Alguna vez hemos bromeado con la idea de hacer un concurso, y que quien adivine todas las artistas que salen proyectadas tenga entradas de por vida para conciertos de La Casa Azul [risas]. Es que esa cosa de fan ha estado en el ADN del grupo desde el principio.

La Casa Azul. Foto: Luis Calvo

Foto: Luis Calvo (2013)

SHANGAY ⇒ Como fan que eres, ¿qué artistas has ido incorporando a ese altar personal?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Muchos, se me hace difícil, ¡me crea ansiedad esta pregunta! 070 Shake, Poppy, Kim Petras, Remi Wolf, Clara Cava, Dianka… Me encantó el disco del año pasado de Coi Leray, y los de último de Girl in Red y Clairo. Me encanta la italiana Annalisa, y en Francia hay tantísimas que me interesan: Janie, Clara Luciani, Marie-Flore, Juliette Armanet… También estoy enamorado de artistas latinas como Zoe Gotusso, Lara91k y Foudeqush.

«Con Soleá Morente me he abierto mucho, nunca antes había trabajado en mi estudio con alguien»

SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas que tu nombre esté tan relacionado con la etapa más reciente de Fangoria?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Muy bien. Recuerdo cuando me decían todo el rato «es que ahora Fangoria suena como La Casa Azul»… Pues genial, ni a ellos ni a mí nos importaba, todo lo contrario. Formé parte de una etapa de su carrera, y eso me hizo sentir afortunado. Porque siempre he sido muy fan de Dinarama, y crecí con una idea muy parecida a la suya sobre cómo abordar lo musical y lo estético. Disfruté mucho trabajando con ellos, son maravillosos a todos los niveles. Y afrontábamos las producciones con mucha libertad. Hablábamos mucho antes de empezar y poco durante el proceso, y eso se asemeja mucho a cómo trabajo yo. Y aquello en lo que no estábamos de acuerdo, se trataba con humor.

SHANGAY ⇒ El flechazo artístico con Soleá Morente está cada vez más consolidado…
GUILLE MILKYWAY ⇒ Es un caso aparte. Es la única vez en mi vida que he estado trabajando con alguien en mi estudio día a día, que he sentido una simbiosis. Suelo estar solo, siempre me ha costado trabajar en él con otras personas, y con ella me he abierto mucho. El disco (suyo) en el que hemos trabajado juntos ya está hecho, ha quedado muy chulo, es muy sui géneris. Me ha permitido expresarme en ámbitos que con La Casa Azul no procede.

La Casa Azul. Foto: Forest Film Studio

Foto: Forest Film Studio (2021)

SHANGAY ⇒ ¿Falta mucho para el próximo disco de La Casa Azul?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Mi intención es que salga antes del próximo verano. Me cuesta cerrar los proyectos, me surge la inseguridad, y de repente pienso «¿qué va a pensar la gente de él?». Es algo en lo que tengo que seguir trabajando, para que no me importe tanto. Porque la gracia es poder expresarte de una manera libre, con lo que vibras, y que no te importe la opinión de los demás, pero no es tan fácil. Porque sabes que lo que publicas se queda ahí para siempre, y me da cierto vértigo. Por eso sigo sin poder escuchar la versión original de La revolución sexual, porque está supermal grabada, ¡qué rabia! [risas]. Por eso la regrabé entera en 2019. Aunque, claro, la gente se queda con la primera, y tiene sentido.

«Habrá nuevo disco antes del próximo verano»

SHANGAY ⇒ ¿Eres consciente de que se ha convertido en un himno LGTBIQ+ imprescindible en los Orgullos?
GUILLE MILKYWAY ⇒ Claro que me he dado cuenta de que el colectivo la ha hecho suya, porque habla de orgullo y de autoafirmación. Es una canción que habla de liberación a todos los niveles. Son cosas que tengo muy presentes, sobre todo ahora que, por ejemplo, tengo una hija adolescente, porque compruebo que las personas siguen sin poderse expresar como son. Es algo que incluso a mí me pasaba, siendo un hombre heterosexual. La canción también habla de eso, porque yo, de manera consciente, no sentí ninguna presión, pero es cierto que a los hombres se les exige en muchos entornos que se expresen de una manera concreta. Cuando no respondes a eso, como era mi caso, también eres un bicho raro. Y en edades como la adolescente tiene un impacto en tu autoestima. Lo viví desde muy joven ya no tanto yo, pero sí con amigos que forman parte del colectivo, que en su día a día tenían que lidiar con muchos problemas y presiones. En ellos encontré mi salvación, cuando descubres algo tan básico como que hay otras maneras de saludarse, que no pasa nada por tocarse. ¿Por qué a estas alturas nos tenemos que definir? Como pasa en los estudios, que tienes que elegir una rama… Hay que dejar que él, ella y elle se expresen como quieran, y olvidémonos ya de patrones preestablecidos y clichés absurdos.

LA CASA AZUL ACTÚA EL 9 DE NOVIEMBRE EN BARCELONA (SANT JORDI CLUB).
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