Sebastian Thomas Robles Lascarro, modelo colombiano de 22 años, ha sufrido una agresión homófoba en Washington D.C. por un grupo de varias personas. El ataque ocurrió la madrugada del domingo 27 de octubre, cuando Sebastian y su marido, Stuart West, salían de uno de los clubes LGTBIQ+ que visitaron esa noche, Crush Bar y Bunker, y decidieron entrar en un McDonald’s . Mientras utilizaba uno de los quioscos de autoservicio, una mujer le gritó “mira por dónde diablos vas”.
En un intento de evitar cualquier tipo de conflicto, Sebastian quiso salir del local, pero el grupo que acompañaba a la mujer se lo impidió. Le increparon con insultos homófobos como “maricón” y le exigieron que se disculpara con la mujer. Este se negó y comenzaron a agredirle.
Según cuenta West, “entre cinco y diez personas comenzaron a golpearlo en toda la cara y en todo el cuerpo”. Y añade: “Nadie en el restaurante intervino, nadie grito ‘basta”. Además, mientras le agredían le tiraban comida, basura y bebidas. Finalmente, dos transeúntes que le vieron herido y sangrando en la acera se pusieron en contacto con los servicios de emergencia. En el Hospital Universitario Howard trataron al joven por un labio fracturado, raspones y moratones, y además le tuvieron que colocar un collarín por seguridad. Se continúa recuperando de las heridas.
Stuart West explica que teme por la salud mental de su marido y dice que “hemos tenido conversaciones sobre si DC es seguro para nosotros y si Estados Unidos fue la opción correcta”. Sebastian se ha convertido en residente permanente de Estados Unidos este año.
La pareja cuenta que se sintieron ignorados por los servicios médicos y policiales que acudieron al lugar de la agresión. Según explican, los técnicos de emergencias “no reconocieron la gravedad de la agresión y su experiencia como hombre gay». Además, la policía, en un principio, se negó a reconocer el ataque como un posible delito de odio hasta que se comunicaron con el enlace LGTBIQ+ del departamento.
Para poder pagar las facturas médicas, ya que las heridas producidas por el ataque dificultan que el modelo pueda volver a trabajar a corto plazo, han lanzado una campaña de concienciación a través de GoFundMe. El objetivo está situado en veinte mil dólares, y de momento han recaudado unos nueve mil.