La Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido la lectura del veredicto del proceso contra cinco adultos para el caso de la muerte de Samuel Luiz, ocurrida el 3 de julio de 2021. Se pedían penas de prisión de entre 22 y 27 años por asesinato con alevosía y ensañamiento.
Tras veintiún días de proceso judicial y seis días para deliberar, el jurado popular, compuesto por nueve personas, ha considerado culpables de asesinato a tres de los cinco acusados, uno de ellos con el agravante de homofobia, y un cuarto como cómplice de los hechos, mientras que la única mujer procesada ha sido absuelta.
El jurado popular ha descartado el ensañamiento. Diego Montaña, quien comenzó la pelea, fue declarado culpable de asesinato con alevosía y agravante de homofobia por ser un hecho probado que desarrolló una conducta agresiva contra Samuel “por la condición sexual que le atribuyó”.
Alejandro Freire y Kaio Amaral Silva también fueron declarados culpables de asesinato con alevosía, y al último le consideran culpable de un delito de robo con fuerza, ya que sustrajo el móvil de Samuel en el punto inicial de la agresión.
El que ha sido declarado como cómplice del grupo, Alejandro Míguez, entrará en prisión después de tres años de libertad provisional, ya que el jurado ha dictaminado que participó de forma activa y ayudó en la actuación de los demás. La única mujer, Katy Silva, fue absuelta pese a ser un hecho probado que impidió a una amiga de Samuel que le auxiliara.
La culpabilidad de Diego Montaña y Alejandro Freire se ha producido por unanimidad en el jurado, mientras que la de Kaio Amaral Silva y Alejandro Míguez ha sido por siete votos, el mínimo exigido. En cuanto a Katy Silva, la decisión de no culpabilidad también fue decidida por unanimidad.
Desde la Federación Estatal LGTBI (FELGTBI+) aplauden que se “haya hecho justicia” con el veredicto del jurado popular por el asesinato de Samuel Luiz, “a quien mataron en 2021 al grito de ‘maricón”. La presidenta de la organización, Paula Iglesias, ha subrayado que el veredicto ha supuesto la demostración de que existe un “estado de derecho contundente contra el odio”. Y ha añadido: “El veredicto de hoy es también un mensaje para todas las personas que no quieren convivir en la sociedad organizada, libre y democrática que somos: nuestra justicia no permitirá que ninguna manada, ni ninguna persona quede impune tras una agresión por LGTBIfobia”.