Antes de saber andar, fue del mundo la rumbera… ¡pero tambien fue becaria de Shangay! Sí, Melody, la diva del momento, nuestra reina preferida que va arrasar en Eurovisión, pasó por nuestra redacción en 2020 para hacer una entrevista… y se sentó en nuestros ordenadores como redactora por un día. Y estaba feliz. Casi tanto como cuando ganó el BenidormFest.
Una diva sencilla, como un simple mortal. Una diva que no pisa a nadie para brillar. Su voz la hace grande, ¿qué más da? Si ella es libre cantando como un pez en el mar, también lo es ante un teclado de ordenador para redactar una noticia para nuestra web. Una diva es valiente, poderosa. Y ella, lo ha demostrado, tras casi veinticinco años de carrera, con creces.
No era la primera vez que venía a vernos. Es una de nuestras divas habituales. Ese año, en esa entrevista, justo en la postpandemia, volvió a demostrar su fortaleza. «Nos cortó el rollo a todos», nos dijo, entonces, entre risas. «Toca adaptarse, y en el momento en que hemos tenido un hueco se ha retomado». Acababa de lanzar Las cosas del amor tras el éxito de Rúmbame un año antes. «Nos cortó el rollo a todos», dice entre risas. «Toca adaptarse, y en el momento en que hemos tenido un hueco se ha retomado».
Es la madre que madruga, es la artista sin cartel. Con dinero o sin fortuna, ellas son divas también. No es la fama su grandeza; la igualdad es su bandera. Su vida es un jardín lleno de espinas y rosas. Pero ella, resurge bailando. Melody, nuestra diva, termina su canción así: ¡Ya verán, esa diva soy yo!