La cabra tira al monte, y Jennifer Lopez demostró anoche en el Movistar Arena de Madrid (con todo agotado) que lo suyo es dar show a lo grande, con un punto de exceso, coqueteos orgullosos con la horterada y siempre disfrutona. El milagro es que Jennifer Lopez convierte cualquier recinto en donde actúa en una sala de Las Vegas. Lo mismo un espacio al aire libre en Fuengirola –donde la vi hace ya seis años, cuando cumplió los cincuenta, con su gira It’s My Party) como uno cerrado en la capital como el de ayer (recinto que J.Lo no pisaba desde que en 2012 visitó Madrid con el Dance Again Tour).

Fotos: Riff Producciones – Daniel Aragoneses
De hecho, creo que lo suyo sería que se instalase en Las Vegas con una residencia perpetua en que mostrar este Up All Night por los siglos de los siglos. También podría instalarse en Marbella, ahora que lo pienso, que nos pilla más cerca. Y es que anoche mirabas a tu alrededor y, por el cayetanismo que imperaba en el público que me rodeaba, llegué a pensar que J.Lo nos había teletransportado a la ciudad costera malagueña. Pero no, Madrid era la plaza a conquistar, y vaya si lo hizo.
Con pantallón, un buen escuadrón de bailarinas y bailarines –curioso, ellos enseñaron más carne que ellas, la Lopez sabe– y un escueto y funcional grupo de músicos. Arrancar con On the Floor fue toda una declaración de intenciones. La diva venía a bailar y a hacer bailar, y quedó bien claro desde el minuto uno. Eso sí, sudar no se lo podía permitir, y la batería de ventiladores estratégicamente colocados en todas las zonas del escenario en el que iba a moverse, lo impedirían –impagables los vítores que se llevó, minutos antes de empezar el show, la testeadora que se aseguró de que funcionaban correctamente y estuvieran en los puntos clave–.
Que acto seguido llegase uno de los varios temas inéditos que estrenaría lo agradecí enormemente. Save Me Tonight, una enérgica colaboración con David Guetta, debería estar publicada ya, pero no, y resulta raro, porque huele a hit. Hacía tiempo que no iba al concierto de una superestrella que se atreviese a testear canciones nuevas, y me parece genial que Jennifer Lopez lo haga. Primero, porque a quienes nos interesa su música agradecemos esa oportunidad de escuchar temas que no sean los hits habituales. Segundo, porque son esos momentos en que la mayoría de móviles bajan y permiten disfrutar sin fastidiosas pantallas delante.
Nada menos que Booty y Ain’t Your Mama –tema entre cuyas autoras está Meghan Trainor– cerraron el primer bloque. Con sorpresón incluido en esta última canción –uno de sus últimos jitazos en nuestro país hasta la fecha–, en la que incluyó interpolaciones nada menos que de Sexy MF de Prince. Ahí es nada.
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— jlo (@JLo) July 14, 2025
El segundo acto del show resultó impecable en lo musical, con clasicazos como Jenny from the Block y Get Right, y otro prometedor inédito, Regular, en la onda r’n’b de estos, y que suena infinitamente más inspirado que la mayoría del repertorio de su más reciente álbum, This Is Me… Now. Recordemos que el año pasado resultó nefasto en lo artístico para la diva, con un álbum y una pseudopelícula que flopearon de lo lindo. Tras romper con Ben Affleck, al que básicamente dedicó ambos proyectos, y cancelar su gira estadounidense, en Up All Night ha querido celebrarse a sí misma, y vaya si lo hace, con un catálogo de face cards en primeros planos que amenazaban con derretir las pantallas laterales.
También celebra su sexualidad en uno de los actos más sugerentes, que abrió, luciendo camisola blanca, con I’m Into You. Ocasionalmente rodeada de bailarines mazados en corsé jugando a toy boys, fue la sección en la que juega a provocar mostrándose juguetona y cachondona, recuperando además el clásico ochentero Moments in Love de Art of Noise –al que ha cogido el gusto, por cierto–. Fueron los momentos más madonnianos del show, cuando el público celebró enormemente –para mí fue una sorpresa– All I Have. El mensaje quedó claro: está de nuevo en el mercado, y en plena forma.
Después llegaron los momentos más puramente Vegas. Primero, con la J.Lo rockera y después, con la latina. Una sección que abrió con una interpretación algo discutible de Gracias a la vida de Violeta Parra, y que incluye su megakistch momento «flamenco», mantón de Manila incluido, al rescatar Ain’t It Funny. Que el público español ansía escucharla cantar en nuestro idioma quedó bien claro al interpretar Qué hiciste, de su álbum Como ama una mujer –el más kitsch de su carrera, todo sea dicho–.
¡Qué locura! Jennifer Lopez (@JLo) brilla en el Movistar Arena con “WAITING FOR TONIGHT” pic.twitter.com/xRuNazb8rk
— Movistar Arena España (@MovistarArenaEs) July 13, 2025
A partir de ahí, el delirio dance con una traca final de escándalo, en la que para mí la gran sorpresa fue que rescatase uno de mis temas preferidos de su segundo álbum, Play, que no tocaba desde 2017, y donde incluyó samples de Pump Up the Jam, de Technotronic. Imposible resistirse a esa parte final, en la que dejó claro que si bien en Up All Night el despliegue técnico no es el que cabía esperar, lo cierto es que resultó evidente que el espectáculo en esta gira es ella. Que quiso dejar una pregunta en el aire: «Y el anillo, ¿pa’ cuándo?». Ella es así, así seguirá y nunca cambiará.