Brünne Romeo está calentando motores para lanzar su primer álbum después del verano. También está calentando a su público con singles como el reciente Un buen tipo para tu hijo, en donde plantea la atracción de un chico por el padre de su ligue. Uno de los temas que cantó en el reciente Orgullo de Madrid, una experiencia muy especial para él, porque confiesa que lo que más le gusta es actuar en directo.
También le encanta a Brünne Romeo experimentar con los géneros musicales –de momento, el pop electrónico con un punto rockero es el que más le tira– y con su imagen, huyendo de la masculinidad normativa, que no le atrae en absoluto –bien por él–.
Arropado siempre por su chico («Álvaro ejerce también de mánager»), Brünne Romeo pelea por abrirse un hueco como artista LGTBIQ+ independiente a base de tesón, evolución constante y creatividad. De momento, Bruno compagina la música con su trabajo como técnico de rayos, lo que más le mantiene atado a la realidad del día de día, para evadirse después con su música.
SHANGAY ⇒ ¿Qué va a significar tu primer álbum?
BRÜNNE ROMEO ⇒ Mi carta de presentación. Lo hago a través de un personaje mitológico con el que me siento identificado. En una de las canciones, de manera metafórica, hablo de cómo las mujeres han jugado un papel muy importante en mi vida, y de cómo yo, siendo un chico gay, las he ayudado también a reforzar su libertad. Me encanta escribir recurriendo a la mitología; no me sale hacer una en la que cuente de manera directa que me he enamorado de un chico y ya [risas].
«La primera vez que escuché ‘maricón’ fue en mi casa, como insulto. Claro, pensaba que serlo era malo»
SHANGAY ⇒ Te gusta provocar en cierto modo, ¿no?
BRÜNNE ROMEO ⇒ Es lo que me sale cuando me meto en la piel de Brünne. Porque como Bruno soy vergonzoso, introvertido, calladito. Utilizo mi alter ego artístico para expresar todo lo que no he podido en el pasado, y lo que no me siento capaz de decir en mi día a día. A veces me preguntan «¿por qué hablas tanto de tu sexualidad en tu música?». Porque ha sido un tema tabú toda mi vida. Cuando salí del armario, con 18 años, mi padre estuvo dos semanas sin dirigirme la palabra. Y eso que les dije que era bisexual, ni me atreví a decirles directamente que soy gay. A día de hoy, cuando les visito sigo haciendo en parte un papel, no les cuento nada relacionado con mi homosexualidad, y por eso se mantiene bien la relación.
SHANGAY ⇒ ¿Ven tus vídeos tus padres?
BRÜNNE ROMEO ⇒ Sí, al menos al principio. Imagínate, ya en el primero [Contra el capó] salía con falda y me liaba con un chico. Mi padre se enfadaba cada vez que sacaba un vídeo [risas]. Si me hubiese quedado a vivir con ellos en Campillo [de Llerena, en Badajoz], seguro que habría acabado siendo homófobo incluso yo, porque, desgraciadamente, en general se educa a los niños para que lo sean. Cuando di este año el pregón del Orgullo en Don Benito lo dije: «La primera vez que escuché ‘maricón’ fue en mi casa, como insulto. Y, claro, pensaba que serlo era algo malo, que si decía que lo era me quedaría sin familia». Fue decisivo para mí independizarme, irme a los 16 a estudiar para ser auxiliar de enfermería. Después estudié un grado superior de técnico de rayos, que es de lo que trabajo actualmente.
SHANGAY ⇒ En tus vídeos juegas mucho con el género, hasta de novia te hemos visto, pero en tu día a día no te vistes así. ¿Por qué?
BRÜNNE ROMEO ⇒ Me encantaría ir así siempre, pero me da miedo. Fantaseo con esas famosas que aparecen en el aeropuerto divinas, con sus taconazos y su bolso, es lo que quiero para mí. Probablemente, no pasaría nada si me paseo por el centro con mi peluca y mi falda, pero me sentiría incómodo, y es una pena. Porque cada día me siento una persona nueva, y sería muy divertido mostrarlo a través de mi imagen… Pero me sigue dando miedo hacerlo.
«Me encantaría ir por la calle con mi falda y mis tacones, pero me da miedo»
SHANGAY ⇒ ¿Qué referentes te inspiraron?
BRÜNNE ROMEO ⇒ De pequeño no los tuve. Hasta que escuché a Lady Gaga con Alejandro [risas]. La de coreografías que hacía frente al espejo cuando me quedaba solo en casa… Con 14 años, Ruth Lorenzo se convirtió en una artista muy importante para mí. Fue la primera vez que vi Eurovisión, y me pasaba el día cantando su canción. Ese «the rain, the rain, the rain» [risas]. Me sabía todas las versiones que había. Más adelante, Rosalía se convirtió en un referente enorme, claro, porque es todo un ejemplo de perseverancia.
SHANGAY ⇒ ¿Sigues en la búsqueda de un sonido propio?
BRÜNNE ROMEO ⇒ Sí. En un principio quería hacer música más bailable, de club, que me diera la posibilidad de un show más coreográfico. Voy evolucionando canción a canción, porque para mí lo importante es pensar cómo voy a interpretarlas en directo. Cada vez me atrae más un sonido más orgánico, porque me llama mucho el «mundo banda».

Imagen del vídeo de Un buen tipo para tu hijo, dirigido por Fran Granada
SHANGAY ⇒ ¿Eres consciente de que para un artista gay es doblemente complicado encontrar un hueco con una propuesta así?
BRÜNNE ROMEO ⇒ Lo soy, porque lo veo. Cada vez que me propongo para un festival me dicen que no soy el target que buscan. En festivales que tienen en el cartel cien artistas, y la mayoría son indies, pues me dicen que no hay sitio para mí, y soy consciente de que no lo dicen por mi música, sino porque en ese mundo sigue habiendo mucha homofobia. Es un poco rollo, la verdad.
SHANGAY ⇒ Bueno, estás empezando…
BRÜNNE ROMEO ⇒ Por suerte, veo a artistas del colectivo que están consiguiendo cosas increíbles, como Chappell Roan, que es increíble, y ha generado todo un movimiento. Es triste ver que artistas que no son de la comunidad consiguen una primera oportunidad con más facilidad, nosotros tenemos que demostrar más cosas antes de que nos la den. Pero no me importa, hay que lucharlo. No estoy haciendo este álbum para que sea de golpe un pelotazo, sé que no va a pasar. Lo estoy grabando ante todo para mí, para desarrollarme como artista y expresarme, eso es lo fundamental.