La Ogra estrena el impagable vídeo de Me corto las venas, que ha dirigido Benja de la Rosa. Que para ella supone un acto de justicia poética, y resolver un asunto pendiente. «Esta canción la hicimos en 2010 para mi espectáculo de teatro No eres gorda, eres ancha de caderas, y siempre quise hacer el videoclip, pero nunca encontraba el momento», explica.
La Ogra ya había trabajado con Benja de la Rosa varias veces, y fue él quien le dijo: «Nena, este videoclip hay que hacerlo. Yo te lo dirijo, pero tienes que salir guapa«. ¿Quién se resistiría a ello? La Ogra tampoco, claro («la ha vestido Rubén Raposo, uno de los artífices del vestuario de Veneno«, apunta Benja). «Me dejé mimar por un equipo maravilloso», afirma. «Ha sido la primera vez que no dirijo uno de mis videoclips, y que no me encargo de producirlo, organizarlo, editarlo y hacer los bocadillos de chorizo para el catering. Así que para mí este vídeo es un regalo«.
La canción empieza muy melodramática, muy Rocío Jurado, y poco a poco van apareciendo la ironía y el sarcasmo… «No lo puedo evitar. Soy una trastornada», asegura La Ogra. «Esta canción dice lo mismo que otras de amor, pero sin adornos. ¿Para qué decir ‘sin ti no puedo vivir’ cuando puedes decir ‘Si me jodes la vida, te vas a cagar, cabronazo’?«. Y en el vídeo, producido por Guaca Visual, se ha sentido encantada encarnando a una villana. «Estaba en mi salsa. Además, mi víctima es Jesús Lara, mi amigo del alma, con el que he trabajado en casi todos mis videoclips. Siempre está conmigo, y me canta, me baila y me tranquiliza cuando me endemonio…», cuenta entre risas.
Benja de la Rosa explica que no ha podido evitar meter un toque de thriller macabro, que es marca de la casa. «Adoro el género y, aunque no quiera, mi cabeza siempre se va al terror. El tema y su letra también se prestaban bastante a algo así». De manera que no lo dudó. «Me gusta mucho ese viaje de la luz a la oscuridad, de lo que ocurre arriba a lo que está sucediendo abajo, o de lo que aparentemente vemos y que luego no tiene nada que ver con lo que sucede en realidad».
Para Benja de la Rosa, La Ogra solo tiene piropos. «Le amo desde que nos conocimos, porque yo era fan de sus subproductos», recuerda. «Nos entendemos muy bien, nos reímos de las mismas cosas y siempre llegamos a buen puerto cuando trabajamos. Me encanta su rollo underground y que todo se la sude. Eso me da mucha marcha«. Y Benja añade: «Es una curranta nata y tiene un humor increíble. Nuestros universos empastan de lujo«.
A Benja le dio mucha marcha convertir a La Ogra en una versión travesti de la mítica Misery que encarnó Kathy Bates en cine. «Fue una de mis referencias a la hora de dirigirla, para que ella supiera por dónde iban mis intenciones», revela. «También me inspiraron el mítico vídeo de The Voice Whitin, de Christina Aguilera, y la película Hostel. Quise mezclar los conceptos de diva pop y terror gore. Ya sabes, las cositas que se me ocurren a mí».
Vivimos un momento de explosión drag total, sobre todo gracias al estreno de Drag Race España, y La Ogra está feliz por ello. «Es un mundo que me acogió muy bien, al que llegué por accidente a partir de Te borro del Feisbuh, un vídeo para que viniera la gente a verme al teatro. Lo bonito del drag es que hay hueco para todas si tienes una propuesta. Unas cantan, otras bailan o hacen monólogos, otras tienen una imagen alucinante», afirma. «Luego estoy yo, que soy un circo».
Benja la ve como una comedy queen. «Lleva años haciendo sus shows cómicos, espectáculos teatrales, tiene formación actoral, canta de lujo, ha hecho musicales…, es muy, muy completa». Y añade: «El público adora sus absurdeces, y eso es genial, que no se parezca a ninguna». Este es un nuevo ejemplo de lo especial que es el universo de La Ogra.