Agresión homófoba en Sevilla descartada como delito de odio: "Eres el maricón del pueblo"

Temas: Delito de odio, Discriminación, Homofobia, Manifestación, Sevilla

En el pueblo de Peñaflor, en Sevilla, ha tenido lugar una agresión homófoba entre dos vecinos al grito de “eres el maricón del pueblo”. La víctima, Antonio, fue agredida varias veces por su vecino Francisco tras insultarle e increparle, mientras la madre del agresor grababa parte de los hechos. El juez ha decidido en un juicio rápido descartar el delito de odio debido a que en el vídeo no aparecen los insultos previos.

Los hechos de desencadenaron a raíz de que Antonio se encontrara su coche con dos ruedas pinchadas. Su vecino, que tiene por costumbre insultarle cada vez que se cruza con él por su orientación sexual, no dudó en salir a la calle para entrar en una batalla de la que normalmente sale vencedor. En ese momento, le insultó de nuevo y comenzó una discusión que acabó en golpes. Antonio acudió a urgencias a por un parte de lesiones y denunció los hechos ante la Guardia Civil.

El vídeo grabado por la madre del agresor ha sido la principal prueba en el juicio rápido celebrado ayer en Lora del Río. El juez no ha considerado que se trate de un delito de odio debido a que los insultos no aparecen en el vídeo pero sí la agresión, por eso la condena ha sido de una multa de seis euros al día durante tres meses. “En ningún momento se le dice a esa persona [algún calificativo homófobo]”, aseguró el agresor ante las cámaras de La Sexta en la entrada del juzgado.

Sin embargo, la víctima ha confirmado que “al tenerlo como vecino, cada vez que voy a tirar la basura me dice cosas como ‘el maricón de diario”. El resto de vecinos de Antonio han querido mostrarle su apoyo, ya que son los principales testigos de los ataques verbales que sufre constantemente. Algunos de ellos han acudido al juicio y muchos otros han sacado las banderas arcoíris y se han manifestado en el centro del pueblo contra los delitos de odio y la LGTBfobia. Unos hechos que nos recuerdan al reciente caso de Samuel, en el que se ha dudado hasta el último momento de si se trataba de un delito de odio a pesar de la multitud de testigos que aseguraban los insultos homófobos.