Tras su triunfal paso por el Festival de Mérida, ha llegado a Madrid el nuevo montaje del clásico musical de Stephen Sondheim Golfus de Roma, protagonizado por Carlos Latre, en donde participa el actor y cantante Íñigo Etayo.
Siempre es un reto enfrentarse a un musical que forma parte de la historia. Golfus de Roma, cuyas canciones firma el legendario Stephen Sondheim, es uno de ellos, y Daniel Anglès dirige una nueva puesta escena que se presentó por primera vez en el reciente Festival de Mérida. Estrenado en Broadway en 1962, en 1993 contó con una producción española protagonizada por Javier Gurruchaga.
Basado libremente en farsas de Plauto, cuenta las aventuras y desventuras de un esclavo (ahora, Carlos Latre) por lograr la libertad, a la vez que ayuda a su amo a conquistar a una cortesana. Es un espectáculo coral en el que participa todo un experto en musicales, Íñigo Etayo, que protagonizó Anastasia en la Gran Vía madrileña. Ahora se muestra muy ilusionado por estar en el mítico Teatro de La Latina de la capital, en un proyecto muy diferente que supone un nuevo reto para él: interpretar a Miles Gloriosus.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo fue la experiencia de estrenar Golfus de Roma en Mérida?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Increíble, la gente reaccionó superbién. Fue surrealista y mágico; siempre había querido actuar en ese teatro, supongo que como todos los actores. Sientes una enorme responsabilidad cuando te subes a ese escenario, y efectivamente, es una experiencia única; hasta los sonidos que hace la gente cuando reacciona a lo que ve son especiales.
«He comprobado que interpretar al villano es lo más guay»
SHANGAY ⇒ ¿Qué hace especial este montaje?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Es una versión actualizada de las típicas comedias de enredo romanas. Se han pulido cosas que quizá ya quedaban anticuadas y se le ha dado un giro loco para justificar los guiños que se hacen a la actualidad. Al final, lógicamente, es un Sondheim, es muy guay y muy divertida. Es imposible no rendirse ante su talento y ante espectáculos así, porque sabe muy bien cómo contar historias como esta a través de la música. Es un honor interpretar una partitura suya.
SHANGAY ⇒ ¿Es más difícil un musical de Sondheim que de otros autores?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Al revés, es mucho más fácil que los de otros. Porque sus melodías ayudan mucho a los actores a interpretar, nos facilita que cantemos lo que están pensando los personajes. Por eso me gusta tanto esta obra.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo ha empezado esta aventura con la compañía, siendo un reparto tan extenso y variopinto?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Es una compañía excepcional, y encima hemos pasado la prueba de Mérida, que fue una experiencia como de Gran Hermano [risas]. No ha habido ni una bronca, no podríamos entendernos mejor. Es cierto que somos de lo más diversos, porque nos mezclamos en escena actores, músicos y bailarines. Siendo cada uno de su padre y de su madre, esa experiencia de actuar juntos y de interpretar esta versión tan loca ha contribuido a que congeniemos.
«Siempre me enfrento a algún complejo, físico o vocal, y los voy superando»
SHANGAY ⇒ ¿Qué fue lo primero que te llamó la atención de tu personaje?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Que es muy diferente a todo lo que he hecho antes. Interpreto a un soldado fanfarrón, lo más parecido al malo. Hasta ahora había dado vida a personajes que son todo lo contrario, y tuve que buscar recursos que no había utilizado antes. Siempre se dice que interpretar al villano es lo más guay, y estoy comprobando que es verdad [risas].
SHANGAY ⇒ ¿Cómodo con el uniforme?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Cuando me lo probé por primera vez no lo llevé nada bien, y eso que es precioso y muy vistoso [risas]. Pero ya me estoy acostumbrando a enseñar pierna, que no lo había hecho antes. Como siempre he tenido complejo de “piernas de pollo”, me costó deshacerme de él, pero es cierto que nuestro trabajo nos ayuda a superar inseguridades. En cada trabajo me he tenido que enfrentar a algún complejo, ya sean físico o vocal, y bueno, poco a poco procuro superarlos.
SHANGAY ⇒ ¿Que tal la relación con Carlos Latre?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Muy bien. Es un personaje superdifícil, porque no sale de escena en ningún momento. De primeras estaba preocupado, porque es la primera vez en que no depende todo de él en un espectáculo, acostumbrado como está a sus one man shows, pero no ha tenido ningún problema en amoldarse. Ha trabajado muy duro y ha confiado enormemente en el elenco. Es un maestro de ceremonias perfecto y un gran profesional.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo llevas la disciplina que exige un musical así?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Bien, porque soy muy disciplinado. He vivido durante muchos años la rutina de hacer sesiones de tarde y de noche, y sé perfectamente lo que me puedo permitir y lo que no, para evitar pasarlo mal al día siguiente si tiento a la suerte [risas].
«Un musical exige mucho, pero lo llevo bien porque soy muy disciplinado»
SHANGAY ⇒ ¿Te sientes ya especializado, dada tu trayectoria reciente como actor de musicales?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Se puede decir que me he especializado, sí. Pero ante todo me considero actor y cantante. He hecho también teatro de texto, y mi propia música. Me encanta el género musical, pero también tengo ganas de ir probando más cosas.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo va tu propio proyecto musical?
ÍÑIGO ETAYO ⇒ Estoy componiendo, preparando nuevas canciones y disfrutando del proceso. Me gustan muchísimo el r’n’b y el rap, y hay gente que me sigue que se sorprende cuando se entera. Me encanta ver el buen momento que vive la música urbana en español, y quiero subirme a esa ola.
FOTOS: ADRIÁN NUCELAAR
GOLFUS DE ROMA SE REPRESENTA DESDE EL 9 DE SEPTIEMBRE EN EL TEATRO LA LATINA (PZA. de LA CEBADA, 2) DE MADRID