Jan Cornet y Alberto Albarracín interpretan a dos usuarios de ese tipo de aplicaciones que se han citado en la casa de Ángel (Albarracín). El asunto principal, lógicamente, es satisfacer sus deseos sexuales, pero la necesidad de establecer una conversación inicial crea incomodidad y manifiesta la superficialidad de estos encuentros. En la segunda mitad del corto, Dani (Cornet) intenta besar al anfitrión y se produce un giro inesperado.
La intención de este corto es demostrar la violencia que se produce en contextos sexuales entre personas de un mismo género, ya que estos casos han comenzado a aflorar en España. La propia comunidad LGTBIQ+ reclama respuestas colectivas que sirvan para prevenir a los usuarios. Por lo tanto, se busca que el corto sensibilice a los espectadores.
La crítica ha elogiado la interpretación de Alejandro Albarracín y Jan Cornet en el corto. Ambos han estado nominados en varios festivales, tanto nacionales como internacionales, en la categoría de mejor interpretación y han obtenido el máximo reconocimiento en varios de ellos.
El cortometraje es el reflejo de los estudios realizados por Enrolla2 en el que trabajan expertos de la Unión Europea. Estos afirman que existe una tendencia al alza hacia la cosificación de los cuerpos y la conversión de las personas en productos de consumo, que da lugar a relaciones sociales carentes de contenido emocional. Además, la inmediatez y la comodidad que promueven las aplicaciones de contactos favorecen que la tendencia crezca.