MyPleasure, la icónica fiesta LGTBIQ+, celebra su 10º aniversario: "Siempre hemos apostado por la diversidad"

Temas: Entrevista, Orgullo

No es tan habitual que un club sobreviva una década, y menos que lo haga en tan buen estado de forma como lo ha hecho MyPleasure.

Petro Ortiz era un apasionado clubber veinteañero cuando se adentró en el mundo de la noche como promotor, y lo hizo a lo grande: creando Goa, club icónico donde los haya, que marcó un antes y un después –y que en 2024 cumplirá 30 años– junto a su socio y amigo Pedro Serrano.

A sus orgullosos 51, Petro echa la vista atrás para contarnos qué ha supuesto la aventura de MyPleasure. Cuando Goa cumplió 18 años, surgió la idea de crear un evento ‘para adultos’, específicamente enfocado a un público LGTBIQ+, con un componente erótico, al que le interesara el universo fetish. «Goa tenía un público my amplio, ten en cuenta que entraban entre 10 y 15.000 personas en cada sesión. El corazón de ese universo siempre fue queer, y desde él se dialogaba con todo tipo de público, tanto a nivel de propuestas como de imagen»

En su momento, la percepción mayoritaria era la de que MyPleasure se trataba de una sesión exclusivamente para hombres gais, pero Petro deja claro que no es así. “Estamos abiertos a todas las orientaciones, géneros e identidades, que incluye a hombres y mujeres heteros. Siempre hemos apostado por la diversidad. Lo que sí hacemos es aplicar un estricto filtro en puerta, que garantice la seguridad y la comodidad de los que están dentro”, explica. “MyPleasure es un espacio de libertad y respeto. Ocurren cosas y nosotros provocamos que ocurran. Nos encanta jugar con el público”.

La primera sesión tuvo lugar como parte de una Goa, en Fabrik, y en aquella ocasión ya dejaron claro que quien se apuntaba a la experiencia MyPleasure tenía que dejarse llevar. “Creamos El juego de los cazadores, que seguimos llevando a cabo. La idea sigue siendo la misma: dos personajes enmascarados seleccionan su presa, se le acercan, le inquietan… Cuando la incomodidad es evidente, le proponen algo al oído. Si acepta, le separan del grupo y pasa a formar parte del juego, que puede ser en un lugar reservado o en el escenario”.

Es siempre un juego consentido y enfocado al disfrute. Experiencias que tienen que ver más con el erotismo que con el sexo, “siempre buscando lo no convencional, en la estética y en el contenido. Nos gusta apelar al morbo de cada uno, que siempre es único. Apostamos por la provocación en nuestros espectáculos y cada persona los recibe de una manera distinta, porque pasan por sus propios filtros”.

Lo que todo el público recibe igual es la música, que en MyPleasure es siempre electrónica. “Cuando nació este club, sentíamos que una apuesta por electrónica de calidad faltaba en nuestra escena LGTBIQ+. Hemos traído a Radio Slave, Patrick Mason, Miss Kittin, Boris (el que más veces ha venido), DVS1, Dr. Rubinstein, Jennifer Cardini, DJ Hell…”. De aquí a final de año tienen dos festivales a la vista. El primero, con el que celebran su décimo aniversario, tendrá lugar del 7 al 10 de diciembre. Llama la atención que el domingo 10 aparezcan en el line up Daddy Squad (alter ego del ex Monarchy Andrew Armstrong) y los italianos Hard Ton, que harán un live. “Nos encanta su electrodisco, y nos hace mucha ilusión tenerlos por primera vez con nosotros”.

MyPleasure se suele celebrar en cuatro momentos del año: en el puente de mayo, en el Orgullo, para su aniversario (puente de diciembre) y a finales de año (esta vez, entre el 29 de diciembre y el 5 de enero). Cada festival supone todo un reto, pues las distintas fiestas tienen lugar en salas diferentes. “Somos un equipo pequeño y muy unido, de profesionales muy talentosos y que disfrutan de su trabajo. Hay una gran labor de producción detrás”, explica Petro, que celebra que los asistentes sean cada vez más diversos, dentro de los códigos que manejan. “Esta es una fiesta inclusiva, lo cual no significa que sea para todos los públicos”.

MyPleasure está en cierto modo hermanado con numerosos clubs LGTBIQ+ que también ofrecen propuestas con una filosofía y una apertura similares. Como Petro viaja mucho para conocerlos –y no solo por trabajo, también impulsado por su pasión por el clubbing–, los conoce bien. «Hay una escena muy interesante a nivel mundial que viene a romper con un montón de estructuras obsoletas, con un discurso muy bonito al respecto a lo que significa un club, lo que significa formar parte de él, lo que proponen los promotores, conscientes de la responsabilidad de lo que contamos y cómo lo hacemos…».

Porque Petro es de los que defienden a muerte la importancia de la cultura de clubbing como elemento de hermanamiento y defensa de la diversidad. «Es un campo interesantísimo, también por el componente pedagógico que incluye», afirma. «Muchos clubs están liderando todo un movimiento social de aceptación e inclusión, y por eso nos hacen felices las sinergias con otras propuestas que nos gustan».