Vivimos en la era de las experiencias, así que de primeras la convocatoria no sonaba tan alocada: te invitamos a un bus que dará un paseo por Madrid para escuchar en primicia, junto a ella, el nuevo single de Laura Pausini, Chao (Ciao en su versión italiana, claro).
Principe Pío era un hervidero de fans de Laura, que van siguiéndola por todo Madrid porque se conocen al dedillo su agenda promocional. Algunos afortunados también lograron plaza en el bus, al que nos habían convocados a medios que la Pausini considera «amigos», porque llevamos décadas siguiendo su carrera.
Sube Laura al autobús y el aplauso es espontáneo en un segundo piso en el que el viento hacía de las suyas. Desde abajo se escuchaban gritos de «¡icónica!», y ella sonreía y mandaba besos. Al prometer a una fan con muletas que lloraba desde abajo desconsolada que se acercaría a saludarla en cuanto terminase el viaje, nuevo aplauso.
«Sam Smith me envió más canciones que me han gustado mucho, y quizá las grabe»
A estas alturas no hace falta descubrir lo maja y cercana que es Laura Pausini, dispuestísima a servir de improvisada guía durante el trayecto, una vez que escuchamos con cascos –rollo silent disco– el single, entre cuyos autores está nada menos que Sam Smith, junto a un compositor fundamental en su carrera como Fraser T. Smith. «¿Os ha gustado?», pregunta, El «sí» ese atronador y ella es la que aplaude.
Para la italiana –que recuerda que considera Madrid su segunda casa–, Chao es un grito de libertad, palabra que repetirá en numerosas ocasiones durante el miniviaje. Y como dice que es una canción que la acerca «al club», cobra sentido el hecho de que vayamos en movimiento –y considerablemente despeinados–. A pesar de ello, nada más subir, me mira y me dice «quiero tu pelo»… Es que no puede ser más maja.
Acto seguido, micro en mano, explica que nada más le llegó la canción, vio claro que quería grabarla. «Era verano, y como a mí no me gustan ni el calor ni las vacaciones, me puse a trabajar en ella», recuerda. «La canción habla de un momento de cambio. Por eso también pensé en salir rubia en el vídeo. Habla de ese momento de liberación en que te permites dejar atrás a esa persona que ya no piensa como tú, o sientes que ya no tenéis nada en común».
Confiesa que cuando alguien le traiciona, es cortante, y sus decisiones son definitivas («no soy capaz ni de saludar a esa persona»). Cuenta que la letra se la inspiró una persona que trabajó con ella durante muchos años, hasta que llegó el momento de que sus caminos se separaran. «Imaginé que me pasaría como siempre, que ya no querría saber de ella, pero esta vez fue distinto. Me di cuenta de que es importante no ser impulsiva con tus reacciones, y desearle la felicidad a esa persona, aunque ya no esté a tu lado. Y a eso le canto».
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Sabe que habrá gente a la que le sorprenda el cambio de estilo, porque no es con el que se la asocia tradicionalmente, y eso le gusta. «Me ha divertido mucho jugar con esos vibes de pop club, ya que tengo pocas canciones bailables», dice. Y quizá en un futuro próximo regrese a ellos, porque entre los tres proyectos de futuro que maneja, uno sería en una línea más bailable, «porque Sam Smith me envió más canciones que me han gustado mucho».
«Me he vuelto a enamorar de la música y de mi voz, y esa felicidad hay que mostrarla»
No dudó en arriesgarse a lanzar Chao, aunque no estuviese planeado tras haber publicado cuatro singles de su más reciente álbum, Almas paralelas –con el que celebró sus 30 años de carrera–. «Pensaba terminar la gira en diciembre, y ya entonces ponerme a componer, pero nada más escucharla vi que era una canción perfecta para celebrar… Es algo que necesitaba hacer por varios motivos, porque este es un momento bello de mi vida, y me me entró la prisa por grabarla, para reflejarlo en mi música. Y para incorporarla de inmediato a mi gira, que me ha devuelto la ilusión por lo que hago, tras pasar momentos complicados durante la pandemia. Me he vuelto a enamorar de la música y de mi voz. La felicidad hay que mostrarla, y el amor hay que verbalizarlo«.
Le pregunto sobre Sam Smith y cómo valora su manera de mostrarse libremente como artista LGTBIQ+ no binarie que ha compartido con el mundo su viaje hasta llegar a ser quien es a día de hoy. «Desde mi primer disco me he sentido parte de una comunidad en la que no diferencio entre las personas», explica. No escribo pensando en el género, el sexo o las preferencias de quienes me inspiran las canciones y las escuchan después. A Sam Smith le admiro como es, sin pensar en cuál es su manera de amar. No me gustan las etiquetas, aunque desafortunadamente hay que hablar de ellas para seguir luchando por los derechos de todos. Y que Sam luche siempre me gusta, estoy en eso yo también».
«Hay que seguir hablando de las etiquetas para seguir luchando por los derechos de todos»
Recuerda Pausini que, siendo italiana, cuando empezó y cantaba «Marco se ha marchado para no volver», todo el mundo pensaba que era una monja. «Cuando en mi segundo disco, con 19 años, publiqué vídeos donde aparecían hombres besándose con hombres y mujeres con mujeres, el escándalo fue mayúsculo en Italia, y no lo entendía». Le hace feliz que las nuevas generaciones no crezcan, en general, con esos prejuicios. «Mi hija, con once años, no se fija en la raza o el género de las personas a su alrededor, ni siquiera en su religión», asegura. «Sam se muestra como es, sin miedo, y yo hago igual, porque es importante hacerlo».
LAURA PAUSINI ACTÚA EL 5 DE DICIEMBRE EN MÁLAGA, Y EL 7 EN PAMPLONA.