El tenor asturiano es el único cantante español que en los últimos años ha pisado el escenario de Bayreuth, ‘la colina sagrada’ para los wagnerianos de todo el planeta. El pasado agosto fue reconocido por el propio festival por llevar cinco años consecutivos cantando allí. Pero aquí, en España, a Jorge Rodríguez-Norton tampoco le va tampoco nada mal. No para, y ahora vuelve a su querido Teatro de La Zarzuela con esta alocada producción de La corte de Faraón.
Comenzó la temporada con Manon en El Palau de Les Arts de Valencia (en el que fue el debut europeo de Lisette Oropesa en el papel de la obra de Massenet) y no ha parado desde entonces. Ahora llega al Teatro de La Zarzuela a repetir como El casto José en esta divertidísima producción de Emilio Sagi de la ‘opereta bíblica’ de Vicente Lleó que se estrena el 29 de enero. Una obra muy loca, surrealismo puro, que no ha perdido un ápice de su genialidad desde su estreno, en 191o, en el Teatro Eslava de Madrid.
Making: Pablo Carrasco de Juanas
SHANGAY ⇒ De nuevo en el Teatro de La Zarzuela, una sala muy querida para ti…
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Yo es que debuté precisamente con el famoso montaje de La del manojo de rosas de Emilio Sagi. Esa maravillosa producción que acabamos de volver a ver en este mismo escenario, que tantos éxitos ha tenido, y tanto se ha representado. Yo debuté con esa función que es de esta casa, pero en el Teatro Campoamor de Oviedo. Pero aquí, en La Zarzuela, he hecho un montón de producciones. Esta que hacemos ahora, La corte de faraón, es la octava que hago. Sí, sí, aquí me he medio criado. [risas]
SHANGAY ⇒ Esta es una sala única en el mundo, cuya misión es preservar, recuperar y poner en valor nuestro género lírico. Pero, además, es un teatro que enamora a todos los artistas que pasan por aquí.
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Los mejores recuerdos que tengo es con los compañeros en los ensayos, que es parte muy importante para los artistas. Los ensayos musicales, toda la parte del aprendizaje… Son las vivencias al margen de los días de las funciones. Todo lo que rodea a eso. En este teatro se hace siempre el repertorio típico que estamos acostumbrados ver, pero también se rescatan obras que estaban en el olvido. Yo, por ejemplo, hice María del Pilar, una zarzuela en tres actos de Gerónimo Giménez, que hacía muchísimos años que no representaba y fue un exitazo. Tenemos mucho patrimonio todavía por sacar a la luz.
SHANGAY ⇒ Nosotros, desde nuestra revista, intentamos ser un altavoz de todo lo que se hace en esta sala, que es mucho…
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Y me encanta. Es darle más visibilidad, y que la gente conozca cómo funciona este mundo, que siempre ha sido muy inclusivo y abierto. Quiero invitar a todo el mundo a que venga a vernos en enero, porque es una producción de zarzuela súper gay que va a gustar a todo el mundo y lo vais a pasar muy bien. ¡Quince funciones tenemos! No tenéis excusa para no venir.
SHANGAY ⇒ Tu papel es el de El casto José, que en la famosa película, interpretó Antonio Banderas…
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Sí, yo soy El casto José. Bueno, lo de casto… cada uno que lo entienda como quiera [risas]. Es una producción en la que está todo el tiempo lloviendo oro, suceden un montón de cosas divertidas.
«El Casto José enseña un poco más de lo que enseño yo ahora en las fotos»
SHANGAY ⇒ ¿Qué tiene La corte de Faraón para que haya que venir a La Zarzuela?
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Lo tiene todo; música, texto, una producción fascinante y muy divertida. ¡Y venga oro! Un vestuario maravilloso, se ve un poco de carne por aquí, por allá [risas].
SHANGAY ⇒ En esta sesión de fotos para la portada de Shangay hemos usado este pectoral egipcio y falda creados por Joaquín Blanco, pero el vestuario de la obra será otro…
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ El casto José enseña un poco más de lo que enseño yo ahora en las fotos [risas]. Y hay –insiste en el tema– lluvia de oro… Y lo mejor de todo, ¡el precio! Además, el público va a participar.
SHANGAY ⇒ Tras la Manon de Les Arts en Valencia, hubo que cancelar por la tragedia de la DANA La verbena de La Paloma, también en el coliseo valenciano. Pero llegas aquí tras Adriana auf Naxos, de Strauss en Sevilla. Un cambio radical de registro.
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Vengo de Strauss a la zarzuela, a esta ‘opereta bíblica’, directo [risas]. De aquí me voy al Liceo con Lohengrin. Y después retomaremos La corte de Faraón en Oviedo, y de ahí paso a Madama Butterfly en Las Palmas de Gran Canaria.
SHANGAY ⇒ Estás llevando una carrera muy ecléctica… ¿Es algo premeditado?
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ No, no es nada premeditado. Las cosas surgen de año en año, temporada a temporada. Te van ofreciendo títulos. Unos te vienen bien, otros no. Yo me dejo fluir en el sentido de que estoy al servicio de la música y para lo que necesiten: si yo puedo servir, pues estoy encantado.
SHANGAY ⇒ ¿Cómo es cantar en Bayreuth? ¿Qué se siente el pisar ‘la colina sagrada’, la meca para los wagnerianos de todo el mundo?
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Pues como lo vivo en el día a día, no me da ni tiempo a pensarlo. Vas, haces tu trabajo y cumples… Como en cualquier otro sitio al final. Sí que es verdad que es un lugar especial para estar, por todo lo que implica del mundo Wagner, pero lo vivo como algo ya muy cercano. Bueno, es que son ya cinco años allí…
SHANGAY ⇒ ¿Algún sueño por cumplir?
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON ⇒ Uy, sí: hacer el Sigmund de La Walkiria. Para mí sería…
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