Justo cuando acaba de publicar su nuevo álbum, Re:nacer, Xina Mora se identifica, más que nunca, como un «ángel». Busca romper con identidades tradicionales de género, tanto en lo personal como en lo artístico, porque está cansada de que, por su apariencia física y por su música anterior, la gente tenga opiniones preconcebidas sobre ella.
Comenzó muy centrada en la música urbana en su Zaragoza natal, pero asegura que no se sentía del todo representada. Hasta que apostó por fusionarla con la electrónica que había mamado desde adolescente. Ahora, la artista, DJ y performer por fin siente que su nueva música es 100% Xina Mora. «Es la primera vez que estoy realmente orgullosa de un proyecto mío», asegura con una gran sonrisa, cuando el disco en el que ha trabajado estos últimos tres años es ya una realidad.
SHANGAY ⇒ ¿Qué ha supuesto la electrónica en tu vida?
XINA MORA ⇒ Siempre estuvo ahí. Pero toda mi crew en Zaragoza veníamos del rap; cuando empecé, me junté con productores más enfocados a lo urbano, y me subí a la ola de lo que se llevaba en ese momento. Pero he tenido en mi cabeza hacer algo de electrónica que resultase transgresor. Porque desde los 14 años iba a discotecas de minimal, y el hardcore siempre me ha gustado… Al final, he encontrado la fusión perfecta.
«En este mundo de ‘honvres’ me encontré a muchos que me imponían lo que tenía que hacer»
SHANGAY ⇒ ¿Cuándo empiezas a ver que ese debe ser tu camino?
XINA MORA ⇒ Hace tres años. Hice un parón porque estaba en un momento oscuro a nivel personal, y me di un tiempo a todos los niveles. Fui conectándome con mi pasado electrónico y me dije «tía, voy a mezclar lo urbano con la electrónica». Y encontré el productor adecuado para hacerlo, Fectro, uno de los que han participado en el disco, y eso hace mucho. Porque en este mundo de ‘onvres’ productores me encontré a muchos que me imponían lo que tenía que hacer, me hacían sentirme pequeña en el estudio. Fectro supo entender que mi intención no era salir en Novedades viernes [de Spotify]. Pero saqué 444 como adelanto y la recepción fue brutal, lo petó sin tener ningún tipo de expectativas.
SHANGAY ⇒ ¿Cuándo empezaste a pinchar?
XINA MORA ⇒ En cuarentena. Al menos fue algo bonito que me pasó dentro de la mierda que fue todo. Pinchaba con un amigo, al principio sobre todo hip-hop y urbano. Cuando empecé con el disco pensé en Arca. Es una tía que me encanta, porque se lo guisa y se lo come todo. En sus shows sale, se pone sus temas, se los canta, se sube en la mesa a bailar…, fantasía. Me encanta ese híbrido: yo me tiro mis temas y me los canto. Eso me permite acercarme más al público, romper esa cuarta pared que cuando pinchas no puedes normalmente.
SHANGAY ⇒ Por suerte, cada vez hay más espacio para mujeres con propuestas de todo tipo…
XINA MORA ⇒ Bueno, tengo mis haters, no te creas [risas]. La gente del nicho de la electrónica, esa que es de Óscar Mulero a full (que a mí también me fascina), me pone… Bueno, vamos a abrir un poco la mente. Luego están los que me comparan con Sara Landry; igual que cuando hacía urbano otros me comparaban con Karol G. Vamos, sí, igualitas todas [risas]. En España el público es más duro en ese sentido. Parece que o haces hard techno puro, o nada. Y yo no, también tengo temas de psytrance, de gabber, con mi rollo urbano encima… Es que las etiquetas hacen mucho daño.
SHANGAY ⇒ Está muy bien que haya tantas colaboraciones femeninas en el disco, y con iconos LGTBIQ+ como Metrika o Lara91k…
XINA MORA ⇒ Tenía todo el sentido. Por un lado, porque tenía claro que quería que la mayoría de las colaboraciones fuesen con mujeres. Por otro, porque no me gusta que se sobreentienda, por mi aspecto físico, que soy una chica heteronormativa, y que se me sexualice. Si siempre me he denominado ángel es por algo: me harté de que me preguntaran si me gustaban los hombres o las mujeres. A mí me gustan las personas, y me he enamorado de personas tanto de género femenino como masculino. Por no hablar de las que me llaman pija por redes… Esas no han estado en una rave a las que yo he ido en su vida [risas].
«Hay gente que no acepta su parte oscura, y yo la he abrazado. Por eso este disco me ha sanado»
SHANGAY ⇒ ¿Sientes que en la escena electrónica hay cada vez más espacios seguros y diversos?
XINA MORA ⇒ Sí. Cuando iba de adolescente a mis primeras fiestas de hardcore veías mucha gente chunga, incluso armada. Veo que ese tipo de ambientes sí se están abriendo más al colectivo. Pero aún queda mucho por hacer. Hace un poco, un amigo marica fue dragueada a un club muy conocido y me dijo que en algún momento pasó miedo… Por eso, por ejemplo, empecé el año pasado mi propia fiesta, Clímax, que quiero retomar pronto. En ella, apuesto por que en el line-up haya principalmente mujeres; y por que todo el mundo que vaya se sienta seguro, segura y segure.
SHANGAY ⇒ Por muy ángel que seas, está claro que en el disco también sacas a al demonio que llevas dentro…
XINA MORA ⇒ Claro. Es que empecé este proyecto en un momento muy oscuro, y este disco ha sido sanación pura. Hay gente que no acepta, o no quiere ver, su parte oscura, y yo la he abrazado. He hecho cosas terroríficas, locuras, me he autodestruido mucho… Pero ahora soy quien soy también gracias a todo eso.