La joven artista urbana de Castellón Metrika [Thais Amores, de 20 años] rompe con estereotipos y se visibiliza con orgullo como mujer bisexual en su reciente –y empoderador– single Al gimnasio en tacones, avance de su inminente álbum Madre fundadora. Lo escribe sin tilde en la e, pero se pronuncia como si la llevara. Decisiones para desafiar las normas establecidas, ya se sabe.
No está siendo un camino fácil para Metrika, pero tiene las cosas muy claras. Como cuenta aquí, porque en Generación selfi le brindamos la oportunidad de contar su historia como persona LGTBIQ+ en sus propias palabras.
A SU BOLA
«Mi infancia y mi adolescencia las recuerdo borrosas. Veía que no encajaba ni con los niños ni con las niñas; no me interesaba lo mismo que a la mayoría. Pasaba mucho tiempo sola, a mi bola. Siempre fui muy aplicada y estudiosa; empecé a escribir relatos y enseguida vi que me miraban raro. Al fin y al cabo, Castellón es un pueblo grande, muy cerrado, en el que no te aceptan si muestras ambición.
Imaginaba que habría más niñas y niños como yo, pero no los conocía… Cuántos días me los pasaba sola en el patio del colegio, o comiendo en el baño. A los 13, aunque estaba todavía muy perdida siendo preadolescente, me picó la curiosidad por la música urbana y dije ‘quiero rapear’. Me apunté a unas batallas, y enseguida vi que eso no era lo mío, me podía la ansiedad”.
FUERA TOXICIDAD
«Siempre he sido muy tranquila en general. Diría que incluso un poco apática [risas], no siento las cosas con mucha intensidad, lo reconozco. Por eso en la música lo saco todo, mis ganas de sentir las cosas. De adolescente todo siguió siendo complicado, porque aunque empecé a sentirme apoyada con lo que hacía, Castellón no te invitaba a ser ambiciosa.
Fue complicado descubrir lo tóxico que es en general ese ambiente de la música urbana, las batallas y demás. Si ya lo es para ellos, imagínate para nosotras. Y eso que pensaba que para una mujer el camino sería más fácil, porque pensaba que había pocas tías que rapearan como yo. Pues hay muchas [risas]. Pronto vi que el camino iba a ser duro, porque los puestos de poder están copados por hombres…”.
QUE MICHAEL JACKSON ME INSPIRE
«Michael Jackson ha sido siempre una inspiración superbestia para mí. Siempre he estado obsesionada con él, y lo sigo estando. Desde pequeña lo escuchaba porque mi padre me lo ponía, fue mi primer contacto con la música. Es ver un vídeo suyo, o escuchar una de sus canciones, y la obsesión vuelve [risas]. En general, soy de escuchar poca música, lo reconozco. Soy más de centrarme en lo mío.
Me hace gracia recordar cómo empecé a grabarme, en mi habitación, con un micro de corbata conectado al móvil y el beat de YouTube de fondo. El caso es que a los 15 me pagué por primera vez un estudio baratito, y así comenzó todo. Como soy muy sentimental, en mis primeros temas todo eran penas, muy desde dentro, pero pronto corté con eso».
CUESTIÓN DE ABRIRSE
«Pronto me vi hasta los cojones de hablar de cosas tristes, buscaba letras más simples, porque la vida sentía que tenía que ser más fácil, no quería complicármela tanto. Así empecé a escribir letras más sexuales, y es el plan en que sigo estando. Me da igual lo que piense la gente al compartir abiertamente mi sexualidad, soy un poco hippy para eso [risas]. Necesitamos ser más libres a la hora de hablar de sexo; para algo que tenemos gratis y que nos hace felices en esta vida… Paso de cohibirme».
ORGULLO BISEXUAL
«No entiendo que siga habiendo gente que piensa que la bisexualidad es una etapa, y no lo es. Hay momentos en los que siento más deseo sexual y romántico por hombres y otros en los que me pasa con mujeres. Unos días me siento superbollera, ¿y qué? Hay una cosa que me molesta mucho, y es de lo que hablo en mi último tema: me he dado cuenta de que hay un montón de mujeres bisexuales que salen siempre con hombres roñosos [risas]. Se sienten atraídas por otras, pero nunca terminan saliendo con ellas.
En la escena urbana siento que las cosas van avanzando, ya no se permiten comentarios LGTBIfóbicos, porque están mal vistos, y eso es bueno. Claro, que a mí me han llegado a acusar de queerbaiting… Pues no, amor, deja de juzgarme. Y que dejen de hipersexualizarnos a las tías bi y de llamar maricones a los tíos que también lo son«.
VA POR ELLAS
«Cuando me gusta una tía, me escribo un tema [risas]. De todas esas, Bollera es una de mis favoritas, junto con Lightyear. Lo mejor es que las mujeres que me las inspiran no saben que son para ellas… Ligar con mujeres me cuesta una barbaridad. Siempre me dicen que parezco superheterosexual, no sé bien cémo llegarles. O me siento superintrusiva o veo que parece que quiero ser su amiga. Tienen que ser ellas más lanzadas que yo, porque si no, te voy a escribir un tema sin que sepas que me gustas [risas]. Quien quiera saber de mis crushes, ¡que se escuche mis canciones!».
MÚSICA NON STOP
«Vi que las cosas empezaban a irme bien cuando me empiezan a llamar de salas para actuar. Y me comenta cosas gente a la que admiro. También cuando empiezo a recibir comentarios de tantas chavalas que me hablan y me dicen que les ayudo muchísimo gracias a mi música. Cada vez pasa más todo eso, y es muy heavy, muy bonito. A ver qué pasa ahora con mi segundo álbum, Madre fundadora, que sale pronto.
Es ambicioso, tiene 26 tracks, que me he currado con el productor D.Basto, el músico de mi vida, y en él cuento un proceso de duelo de desamor que me duró dos años. Como lo que más disfruto es el proceso creativo, ahora que se acaba siento muchísimo miedo de cara a la reacción de la gente y la gira que empiezo, no quiero sentirme vacía. Suerte que no paro de hacer temas».
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