No es la primera vez que el Papa Francisco crea polémica por sus declaraciones sobre la homosexualidad. Recordemos que, hace solo una semanas, el pontífice declaraba en el programa Salvados, de Jordi Évole, que ser homosexual le parecía una «tendencia rara». Ahora, el Papa argentino vuelve a posicionarse en este tema tan complicado para la Iglesia en Pilgrimage: The road to Rome, un programa de la BBC conducido por el cómico británico –abiertamente gay– Stephen K. Amos. «Perdí a mi madre, hace tres meses enterré a mi hermana gemela y ambas eran muy religiosas. Así que, viniendo a este lugar y no siendo religioso, estaba buscando respuestas y fe. Pero, como hombre gay, no me siento aceptado”, le contaba el cómico al Papa.
Estas duras palabras conmovieron a Francisco, que respondió: “Darle más importancia al adjetivo ‘gay’ que al sustantivo ‘hombre’ no es bueno. Todos somos seres humanos y tenemos dignidad. No importa quién eres o cómo vives tu vida, no pierdes tu dignidad”. El pontífice decidía mojarse en el tema afirmando que aquellas personas que prefieren seleccionar o descartar a otros debido al adjetivo «no tienen un corazón humano». Sorprendido, el cómico británico admitió que afirmaciones como estas son muy importantes para la sociedad.
No dudamos de que sean importantes, pero, la gran duda que se nos presenta, es si José Mario Bergoglio realmente siente lo que dice. Porque, a pesar que el pontífice rompió los esquemas de la Iglesia hace años con la gran pregunta de “¿quién soy yo para juzgar a un gay?”, también tenemos que recordar que por su boca han salido tristes frases como que «la homosexualidad está de moda», o que cuando unos padres ven «cosas raras» en su hijo, lo mejor es llevarlo a un especialista para despejar las dudas. Aunque, si el especialista finalmente te «diagnostica como homosexual», tu familia tiene que aceptarte tal y como eres, o al menos eso piensa Bergoglio… Este tipo de afirmaciones lo único que muestran es la hipocresía de una institución que se ha quedado estancada en el pasado y cuyos valores tienen que adaptarse al mundo real…