El narcotraficante brasileño copó titulares en todo el mundo la última semana por intentar fugarse de la cárcel travestido con la ropa de su hija. No logró su objetivo y ahora ha aparecido ahorcado en la celda de aislamiento en la que fue internado tras su intento de fuga. Una tragedia.
Clauvino da Silva, también conocido como Baixinho, había acumulado una condena de 73 años y diez meses de prisión en la cárcel de Bagú una de las mayores de Brasil.
El preso aprovechó la visita de su hija, de 19 años y, supuestamente, la ayuda de una mujer embarazada, que estaba exenta de pasar por los rayos X e introdujo el disfraz con el que intentó fugarse.
Baixinho utilizó una máscara de látex, una peluca y ropas de mujer para intentar resultar irreconocible por la seguridad de la cárcel. Los agentes penitenciarios se percataron del intento de fuga cuando el preso utilizó el DNI de su hija para salir. Esta aún permanecía dentro de la cárcel, y él pretendía salir con la identidad de ella. La joven está detenida y ahora se enfrenta a un delito de facilitación de fuga con una pena de entre seis meses y dos años. Además del trauma de saber que su padre se ha suicidado tras haberla utilizado para cometer un delito. Recordemos que solo tiene 19 años.
Da Silva ya había conseguido fugarse anteriormente por el sistema de alcantarillado, pero volvió a ser detenido poco tiempo después por una pelea por el control de tráfico de drogas.
El vídeo en el que el preso se quita su disfraz ya se ha viralizado en las redes.