La noticia la dio a conocer en España Vida Nueva, que es la revista de información religiosa más conocida dentro del ámbito eclesial, un medio de marcada línea aperturista en un sector que no se caracteriza por ello: «Francisco da la bendición a una pareja gay tras bautizar a sus tres hijos», titulaba la publicación.
Toni Reis, que es un activista LGTB y su marido, David Harrad, enviaron una carta a Francisco tras bautizar a sus tres hijos adoptivos en una parroquia de Curitiba, en Brasil. Se habían casado en 2011 tras 27 años de relación. Ellos aseguran que no esperaban respuesta y su sorpresa fue cuando les llegó una misiva, junto con una foto dedicada por Francisco, en que Paolo Borgia, asesor para asuntos generales del Papa, les decía: “El Papa les desea felicidades, invocando para su familia la abundancia de las gracias divinas, para que vivan constante y fielmente la condición de cristianos”
Pero, sin embargo, también han surgido las críticas… y la polémica. Todo esto se ha sabido porque la pareja publicó en su Facebook la carta enviada por el Vaticano, pero no la que ellos enviaron al Pontífice, por lo que muchos aseguran que se trata de una misiva firmada por una sola persona, que no se identificaban como matrimonio gay, y que desde Roma se contestó con una ‘carta tipo’ que se manda a todo el mundo.
Sea como sea, lo que parece cierto es que Francisco, que hace unos años pronunció la célebre frase «¿Quién soy yo para juzgar a un gay?», está intentando que las cosas cambien en una institución como la Iglesia católica, donde que la homofobia ha campado sin medida y donde la homosexualidad ha estado estigmatizada mientras se tapaban delitos tan graves como la pederastia.
El propio Francisco ha nombrado como asesor a un jesuíta, James Martin, que es abiertamente LGTBI friendly y que no duda en lanzar declaraciones tan contundentes como esta: “Simplemente no hay ningún grupo tan marginado en la Iglesia católica como las personas LGTB. A veces, se les ha tratado como leprosos. Ser LGTB no es ningún pecado, de acuerdo con la doctrina católica. Eso es un malentendido común”.
Hace unas semanas trascendió que el papa Francisco había nombrado como uno de sus asesores a James Martin, un jesuita muy activo en redes sociales y que apoya abiertamente a la comunidad LGTB. Pues este mismo sacerdote acaba de realizar unas declaraciones que, cuando menos, sorprenden, sobre todo si las comparamos con las que muchos obispos (en especial los españoles) hacen habitualmente. Según recoge Religión Digital, del portal Periodista Digital, James Martin aseguró: “Simplemente no hay ningún grupo tan marginado en la Iglesia católica como las personas LGTB. A veces, se les ha tratado como leprosos. Ser LGTB no es ningún pecado, de acuerdo con la doctrina católica. Eso es un malentendido común”.
Sobre la terminología que muchos miembros de la Iglesia utilizan para referirse a las relaciones entre personas del mismo sexo, Martin afirma: “Decir que una de las partes más profundas de una persona, la parte que da y recibe amor, está ‘desordenada’ es innecesariamente dañino”, y sugiere que se utilice “ordenado diferentemente”. También sobre este uso del lenguaje, el jesuita asegura que expresiones del tipo “atraídos por el mismo sexo” son una fórmula fría, como un término clínico: “Pienso que la aparente incapacidad de la gente de usar algo tan simple como LGTB, particularmente cuando el propio papa Francisco ha usado el término gay, muestra una falta de respeto”. Martin insiste en la idea de que “respeto es llamarles como ellos mismos se llaman”, siempre según Religión Digital. “Jesús da la bienvenida, invita y incluye. Y para Jesús no hay ‘nosotros’ ni ‘ellos’: solo somos nosotros”.
Bienvenidas sean las personas como James Martin, que intentan promover un cambio en la postura de Iglesia católica con respecto a las personas LGTB. Algo que ocurre incluso en España, donde los obispos nos han regalado en los útimos años todo un rosario de perlas homófobas, que en ocasiones han terminado en los tribunales. Tanto es así que hasta la activista Carla Antonelli tuvo palabras de agradecimiento por ello con el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, en un encuentro del que Shangay.com fue testigo exclusivo y que hubiera sido impensable hace unos años.
No es la primera vez que un jesuita (orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola e históricamente, desde su fundación en 1534, de talante abierto y liberal) se pronuncia públicamente sobre la homofofia en la Iglesia. El jesuita español José María Rodríguez Olaizola ha colgado varios artículos en sus redes sociales y en páginas web de la propia orden sobre el tema. En Shangay.com hemos informado de ello. En uno, publicado el Día Internacional sobre la LGTBIfobia, hablaba de la postura que la Iglesia tiene sobre ese tema (pincha AQUÍ si quieres verlo), y en vídeos colgados en su redes defendía la necesidad de seguir celebrando el Orgullo (AQUÍ). El padre Ángel, otra rara avis dentro de la Iglesia, en una entrevista que le hicimos defendía incluso la ley civil del matrimonio gay (AQUÍ).