Ayer por la tarde, fiesta y reivindicación se dieron la mano en la plaza de Chueca de Madrid. Los vítores y aplausos a las pregoneras Conchita Wurst y Ruth Lorenzo fueron tan estruendosos como los pitidos y abucheos a la gestión de la alcaldesa Ana Botella, que este año ha prohibido todas las actuaciones musicales en la plaza en un nuevo intento de expulsar las fiestas del Orgullo Gay del centro de la ciudad. Boris Izaguirre fue el encargado de presentar a la ganadora de Eurovisión 2014 y a la representante española, que leyeron un pregón en nombre de todos aquellos que no pueden expresar abiertamiente su condición sexual por vivir en alguno de los ochenta países que condenan la homosexualidad. «Por ellos estamos aquí hoy, para decir que somos libres. Lo que más admiro de vuestro propósito es que salís a la calle no con odio, sino alzando banderas con los colores de un arcoíris que sale después de una gran tormenta. Lucháis con amor y por eso se os oye, quiere y respeta», dijo Ruth Lorenzo. «Os llevo bajo la piel y lucho junto a vosotros». Conchita Wurst, ya en inglés, agradeció el apoyo del público: «Sé que este año habéis tenido problemas para celebrar el Orgullo. Quiero que sepáis que hago todo lo que puedo para apoyar a cada uno de vosotros. Cuando gané Eurovisión sentí que todos nosotros habíamos ganado».
La expresa prohibición por parte del Ayuntamiento de instalar altavoces que no superen los 55dB no impidió que Conchita Wurst y Ruth Lorenzo se lanzaran a cantar a capela, cada una un pequeño trocito de su canción en Eurovisión. Más que suficiente para que la plaza se viniera arriba, como todos los años. Ahora sí, que empiece el MADO Madrid Orgullo por todo lo alto.
Después del pregón, muchos famosos se dejaron ver por el tradicional cóctel que organiza La Cocina de San Antón todos los Orgullos. (Fotos: Paco Suárez)