Begoña Villacís: "El Orgullo de Madrid debería exportarse como Marca España"

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La portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid asegura que es una habitual del Orgullo de la capital desde «hace mil años», cuando la fiesta era mucho más pequeña y se celebraba en las calles del barrio de Chueca. Begoña Villacís se reunió con la peña de periodistas Cuarto Poder, donde le preguntamos abiertamente por esta fiesta, y sobre qué es lo que mantendría y lo que cambiaría si llegase a ser alcaldesa. Ella considera que este evento es una expresión más de la denominada Marca España.

«Creo que se ha convertido en la gran fiesta de Madrid. Y lo que más me gusta es que ha surgido de la sociedad civil, no como algo organizado por el Ayuntamiento. Recuerdo aquellos años en los que era en Chueca, y no era algo tan grande como es ahora», nos dice.

Begoña Villacís, sin embargo, cree que esos tiempos pasados, más de fiesta de barrio, no deben volver: «Considero que el Orgullo es patrimonio de los madrileños. Por eso considero que debería internacionalizarse aún más. Ya es un evento muy internacional, y más desde el año pasado, con el éxito del WorldPride. Pero el Orgullo debería exportarse como Marca España«.

La portavoz de Ciudadanos recuerda una idea que planteó el año pasado y que finalmente no pudo llevarse a cabo: «Los concejales podemos celebrar bodas. Por eso creo que sería estupendo, como algo simbólico, poder casar a todas aquellas parejas que en sus países de origen no tienen reconocidos sus derechos. Cuando vimos el documental The Best Day of My Life, que se rodó en el WorldPride, me impactó el testimonio de esas parejas que decían que se emocionaban de poder pasear cogidos de la mano por la calle sin que les pasara nada. Me pareció tremendo. Por eso, creo que como algo simbólico sería estupendo lo de poder celebrar bodas para todas esas personas que vienen de países en los que desgraciadamente pasan cosas así».

Madrid el año pasado fue un ejemplo para el mundo. El WorldPride hizo que nos convirtiéramos en el epicentro de la vida gay mundial y fue todo un éxito. No hay duda de que el Orgullo tiene que seguir creciendo y consolidarse como lo que ya es.

En la comida, celebrada como todas las de la Peña Cuarto Poder en el mítico restaurante Casa Lucio, le preguntamos a la concejal por la posibilidad de recuperar el recorrido de la Gran Vía. El proceso se repite en cada reunión: invitamos a un personaje a comer, tras los famosos huevos rotos del local, y antes de los postres, atacamos con la preguntas. La nuestra fue muy directa: ¿Qué cambiarías y qué dejarías del Orgullo de Madrid?

¿Volver a la Gran Vía?

«Para mí era la imagen del Orgullo. Esa subida por la Gran Vía colapsada de gente… Me encantaba. Pero lamentablemente no puede volver a ese recorrido. Es un tema de seguridad y es imposible. De la manera en la que ha crecido es imposible», asegura Villacís.

Un fiesta de la ciudadanía que es 'la gran fiesta de Madrid'

«Lo que más me gusta del Orgullo es que nació de la sociedad civil, no como algo organizado de manera oficial. Creo que hay que seguir creciendo para que sea aún más internacional. Me gusta tal y como está. Quizás más que cambiar nada, lo que haría es que la estructura organizativa evolucionara para poder hacer las cosas con menos precipitación. Hay que adaptarla esta nueva realidad. El objetivo es que sea la gran fiesta de Madrid«.

¿Celebrar bodas en el Orgullo?

Fue una idea que planteó el año pasado y que no pudo llevarse a cabo. Villacís asegura que sería una oportunidad perfecta para que todos aquellas personas que vienen de países donde nuestros derechos no están reconocidos puedan ser un poco más felices aquí.

Sería algo simbólico, pues ese matrimonio no tendría validez legal es sus países de origen. Pero considera que de esta manera nuestro país, y en concreto su capital, se consolidaría como lugar de acogida y hospitalidad. No en vano, el lema del año pasado en el WorldPride era «Ames a quien ames, Madrid te quiere».