Las cartas homófobas que un vecino envió a un joven de Zaragoza: "Que le curen el mariconismo"

Temas: Homofobia, Israel, Racismo, Televisión

Israel, un joven zaragozano, acudió al programa de televisión La vida que nos ha tocado para denunciar la situación homofóbica que sufría a diario en su vecindario. Sus vecinos no están dispuestos a permitir que el joven viva en su urbanización. Desde que volvió de Barcelona no deja de recibir insultos, agresiones físicas, miradas con desprecio…

Israel decidió contar su experiencia homófoba en el programa aragonés. Lejos de calmar la situación, el acoso homófobo ha aumentado. Los padres de Israel han recibido dos cartas en el buzón de su casa, en las que los vecinos les piden que envíen lejos a su hijo para «que le curen el mariconismo”, con frases como la siguiente: “Estas personas ya no tendrían que nacer».

También les han pedido que Israel no vaya a la piscina comunitaria para que los niños no se contagien de “estas enfermedades raras de hoy en día”. El vecino escribía: “No sé si son 100% contagiosas, pero estoy felizmente casado y no me gustaría ser enfermado ni infectarme de la homosexualidad”.

Incluso llega a asegurarles que esto aumentará su felicidad creyendo empatizar con ellos: “Además, ustedes serán más felices si yo les comprendo, no hay nada peor que la homosexualidad”.

No solo han mostrado actitudes homófobas, sino que también incluyen el racismo en este segundo escrito: “Al igual que los gitanos que me son indiferentes como su hijo”.

La homosexualidad fue eliminada de la lista de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud en 1990, sin embargo ellos consideran que de no irse Israel, podrían llegar a contagiarse porque, según dicen, “no sabes si en realidad es contagioso”.

Eso sí, tampoco falta la amenaza como final al mensaje porque, si no toman cartas en el asunto, “las tomaré yo, y será muy duro y drástico”, terminaba el vecino.

Israel ha confesado que el acoso no lo realiza únicamente ese vecino, sino que también recibe insultos desde los balcones y en la calle de otras personas de la urbanización.

Sin embargo, el zaragozano tiene el apoyo de asociaciones como LGTB+ Hu-Entiende y Towanda que le ayudarán a poner fin a su pesadilla.