Darse el ‘sí, quiero’ en París debe de ser un sueño, y estos dos novios lo han hecho… La sesión de fotos tras la boda es espectacular.
Riccardo y James Burrell-Hinds se casaron la semana pasada en Francia, concretamente en París. El martes, una sobrina de James publicó unas bonitas imágenes de la celebración nupcial en Twitter. En pocas horas, el tuit se hizo viral, recibió más de 130.000 visitas y ha sido retuiteado más de 36.000 veces y ha provocado cientos de comentarios.
Las fotos son espectaculares. La feliz pareja posó frente a la Torre Eiffel, en un puente que cruza el Sena y en los escalones que conducen al museo de arte Petit Palais.
Los novios aseguran que eligieron la llamada ‘ciudad de la luz’ por su belleza y los grandes monumentos históricos que posee. «Casarse en París es algo con lo que la gente solo sueña, y nosotros hicimos nuestro sueño realidad. Lo planeamos todo por nosotros mismos en menos de cinco meses «, dicen nuestros protagonistas.
«Vinieron muchos invitados a la boda, y la gente que pasaba por la sesión de fotos se quedaba asombrada. Las personas nos tomaban fotos que seguro están flotando en todo el Internet «. Y Shangay ya se ha hecho eco de la noticia, porque ¡nos encantan las bodas!
Si hay que destacar algo con respecto a la vestimenta, es la gran capa que luce. «Elegí ponerme la capa porque siempre he sido un poco extra y dramático», asegura uno de los novios.
Alexis Gabrielle, conocido por sus diseños, es quien construyó la capa. Supo en todo momento que es lo que buscaba el cliente, una capa blanca con aires de realeza y con bordados dorados.
Los novios hablan más sobre cómo se conocieron: «Todo cambió después de aproximadamente un mes en Houston cuando fui a un bar llamado Bayou City. Había estado allí varias veces, pero nunca me había fijado en Riccardo detrás de l abarra hasta esa noche. Fui a por mi bebida y hubo una chispa instantánea».
«Comenzamos a salir como amigos y nos esforzamos por mantenerlo así debido a mi situación anterior, pero nos dimos cuenta rápidamente de lo mucho que teníamos en común y disfrutábamos de la compañía del otro, y simplemente no pudimos evitar enamorarnos».