Quién te va a cantar mejor que Najwa Nimri. Bueno, en Quién te cantará, la imprescindible nueva película de Carlos Vermut, te cantan a dúo Nimri y Eva Llorach, porque lo suyo es un tête à tête de los que marcan época durante todo el film. Un mano a mano interpretativo tan imprevisible, enigmático y fascinante como todo lo que sucede en la película. Y ojo, que Eva Amaral también se cuela con su voz en esta historia en donde el tiempo parece detenido, en la que los hombres apenas existen, y las identidades, tampoco.
Tiene sentido que Eva Llorach, como gran revelación que es, se lleve muchas más palabras de elogio de primeras que Najwa. Pero no es de justicia. Porque la una sin la otra no se entenderían, porque resulta mágico que sus interpretaciones dependan tanto la una de la otra, como Violeta (Llorach), para que su vida tenga sentido, depende de Lila (Nimri). Dos tonos de un color que siempre se asocia al dolor son los que dan nombre a las dos protagonistas. Y el personaje de Najwa, torturada, amnésica, oscura, taciturna y en un principio silente, desprende un magnetismo que nos recuerda lo gran actriz que es.
Cómo nos gusta un duelo de mujeres en el cine, y qué grande el que nos ofrece Vermut. Y qué ojo a la hora de contar con Najwa para interpretar a una diva pop que, en el fondo, no siente que lo es. Nunca antes la hemos visto tan frágil, sobre todo ahora que nos viene siempre a la mente su terrorífica Zulema de Vis a vis. Aquí el giro es de 180 grados, como los que se suceden en la historia. Aquí Najwa ha sabido rebuscar en su interior, apoyada en una tétrica peluca, para sacar una voz que no asociamos a ninguna diva pop, ni a ella cuando ejerce de tal.
El buceo en su identidad durante Quién te cantará se convierte en un retorcido juego gracias a un director que, como pocos ahora mismo, sabe cómo convertir al espectador en callado cómplice de su juego. Su tercer largo es más transgénero aún que los anteriores, un ejercicio de polifonía –aunque sean dos las voces principales– que huye de lo que consideramos tradicionalmente femenino. Porque las dos leonas que se miran, se reconocen, se atraen y se funden la una en la otra no tienen género definido, cambian en función de lo que les interesa, cantan al son que más les conviene.
En una película que habla de cómo te puede cambiar la vida si luchas por hacer tuya la identidad que sientes como propia, Najwa –recién confirmada para la tercera temporada de La casa de papel– brilla, y cómo, haciéndonos ver los esfuerzos que puede llegar a costar verte y mostrarte como te sientes. Najwa, que también está ahora mismo en cines en otro registro –y otra peluca– en El árbol de la sangre, de Julio Medem, con Úrsula Corberó y Álvaro Cervantes–, te atrapa irremediablemente porque, en el fondo sabes que está jugando contigo. Como Eva Llorach. Como Carlos Vermut. “Procuro olvidarte”, canta en uno de los momentos imborrables de la cinta. Y cuando se encienden las luces sabes perfectamente que nunca vas a olvidarla en Quién te cantará. Porque, definitivamente, en la ficción y en la realidad ha renacido una estrella.