¿Qué nos falta por lograr a las personas LGTB de cara al futuro?

Temas: Bisexual, Colectivo LGTBIQ+, Tigrillo, Trans

Y digo yo: ¿qué nos falta por conseguir a las personas LGTB? Los compañeros de Shangay, que celebran sus primeros 25 años, me han pedido que eche un vistazo al presente y piense un poco en el futuro del colectivo. Yo voy a plantear el que me gustaría ver. Y no a tan largo plazo. Digamos que a otros 25 años vista.

Que las personas LGTB estamos más integradas que hace un cuarto de siglo es un hecho. Que a día de hoy no suframos opresión por serlo ya es una afirmación un tanto más peligrosa. Sobre todo si nos referimos a las personas trans, a las que no solo se les niegan derechos sociales y fundamentales (como al respeto o a conservar su dignidad: derechos que todos vemos vulnerados cuando nos insultan por la calle, cuando nos tratan diferente, cuando se alude a nuestra forma de expresarnos al vestir, actuar o hablar con una forma peyorativa, cuando nos agreden…).

A las personas trans se les sigue negando que se les reconozca por su propio género si antes no se declaran enfermas y se someten a invasivos tratamientos psicológicos y hormonales durante un mínimo de dos años. Se sigue permitiendo que saquen a la calle autobuses que declaran que no existen. Sinceramente, no me imagino un futuro tan terrorífico y doloroso para tantísimas personas que solo luchan por el derecho a ser ellas mismas.

Me imagino un futuro muy diferente, en el que la educación inclusiva y respetuosa comience en los jardines de infancia y en las escuelas. Con cuentos que relaten más de una realidad, que vayan más allá del príncipe que busca a la princesa indefensa para salvarla de los malvados. Clases en las que ningún niño o niña trans tenga que escuchar “la diferencia entre niños y niñas es que los niños tienen esto y las niñas tienen lo otro”. Profesores que cuenten historias sobre mujeres fuertes que no necesitaron que nadie las salvase, esas mujeres que la historia ha borrado…

«Imagino un futuro en el que la educación inclusiva comience en los jardines de infancia y en las escuelas»

Imagino también (por qué no) clases específicas dedicada a la historia del feminismo y del colectivo LGTB para compensar que, durante todos estos años, a mujeres, maricas, bolleras, bisexuales y trans nos hayan omitido a la hora de explicar a los niños cómo hemos llegado hasta aquí, quiénes somos, por qué procesos hemos pasado. Porque nosotrxs también tenemos derecho a conocer de dónde venimos. Imagino un futuro con una representación real del colectivo en los medios culturales. Leer un libro, ir al cine, encender la televisión y, ¡ahí estamos! Personas como yo. Como cualquier bollera. Como cualquier persona trans.

Que ni un solo niño o niña crezca sin la posibilidad de tener referentes, sin la oportunidad de verse reflejada y sentirse a gusto consigo misma gracias a que su alrededor le lance un constante mensaje: “Tranquila, existes. Eres real. Eres válida. Estás bien así y no tienes que sentirte mal contigo misma”. Personas trans en la ficción siendo interpretadas por personas trans. Una industria que les dé la oportunidad de trabajar porque simplemente existen y tienen talento, por lo que no será necesario recurrir a disfraces. Una sociedad compuesta por personas acostumbradas a que no todo el que tenga los mismos genitales que tú tiene que comportarse exactamente igual. O gustarle exactamente lo mismo.

Parece mentira que estemos imaginando esto como si fuese algo utópico, ¿verdad? Imagino un futuro en el que ideas absurdas que afectan al trato que tenemos hacia los demás hayan desaparecido. Que no te caiga peor un chico por tener pluma. Que no pienses que jamás te sentirías atraído por un chico que no tiene los genitales que esperabas. Que no creas que una mujer lesbiana o bisexual lo tiene más fácil que tú porque está más ‘aceptada’ (cuando solo está más sexualizada). Imagino un futuro sin tanto dolor y vergüenza innecesarios. Nos imagino, simplemente, libres. Y, lo más importante: nos imagino empezando aquí y ahora.