Megansito el Guapo: “No tengo problema en decir que hago pop sensiblero”

Temas: Masculinidad

No te dejes llevar por las apariencias. Ni por el nombre, porque Megansito el Guapo es en realidad la combinación de dos personas, los madrileños Marcelo –de 23 años, que canta y da la cara– y DJ Hater –el productor en la sombra, con 25 años–. Apostaron por un nombre artístico que suena a coña, aunque ellos se toman su música muy en serio, como demuestran en su mixtape MEG.

Empezaron a hacer música juntos hace año y medio, los dos produciendo en casa, y cuando vieron que había que darle salida, que merecía la pena que la gente la escuchara, decidieron que Megansito el Guapo era el nombre que iban a utilizar, y descartaron el de Marcelo. “Porque como nuestro primer tema se llamaba Perdona, y Marcelo Criminal tiene un tema que se llama así, pensamos que muchos de los plays se los iba a llevar él”, confiesan entre risas.

Marcelo se hizo llamar DJ Griffin cuando empezó a pinchar, como un guiño al Chris Griffin de Padre de familia. “Los colegas empezaron a llamarme de coña Megan, y empecé a utilizar ese nombre para jugar al Fortnite…, y al final me he quedado con él. Porque por un lado parece que voy un poco de chulo, y a la vez es un nombre medio feo, que te puede dar hasta vergüenza decirlo de primeras, pero mola. O te llama para saber qué hacemos o, directamente, no vas más allá del envoltorio”.

“Crecí escuchando a artistas masculinos que no tenían ningún en compartir su vulnerabilidad. Y a mí también me nace hacerlo”

Así es como Megansito/Marcelo ha llegado hasta este punto, en el que comienza a llamar la atención tanto por su música como por su actitud. “Me contradigo mazo en todo lo que hago, y esa contradicción personal la refleja tanto el personaje como nuestra música”, explica. “Siempre pienso que lo estoy haciendo mal, que es algo que me crea mucha inseguridad, pero a la vez disfruto mucho el camino”.

Tras esa fachada de cierta chulería, lo cierto es que se encuentra un hombre que huye de la masculinidad tóxica como del diablo, pero que no por ello quiere colgarse ninguna medalla. “Porque me pinte las uñas no tiene sentido que se me ponga a la cabeza de un nuevo tipo de pensamiento, cuando hay un montón de gente que hace una lucha activa a diario, porque ni siquiera por su forma de vestir puede salir tranquila a la calle”. En MEG sí se pueden encontrar trazas de esa actitud, y se agradece. “Es que crecí escuchando música de artistas masculinos que no tenían ningún problema en compartir su vulnerabilidad. Y si me nace hacerlo a mí también, en realidad es lo sencillo; es más fácil partir de uno mismo a la hora de componer”.

En MEG proponen un pop nacido de una combinación de estilos interesante, del soul y el r’n’b noventeros al house garagero de los primeros dosmiles, con un sutil filtro electrónico actual para que el componente retro no asfixie. “Nos hemos inspirado mucho en la música que hemos estado escuchando en los últimos años, sobre todo electrónica, que es de donde venimos. Pero teníamos claro que, sobre todo, queríamos hacer una mixtape pop”. Marcelo/Megansito recuerda algunos de los artistas de r’n’b que más le han influido: “En el instituto escuchaba desde Usher y BJ The Chicago Kid hasta 702 o SWV. Desde que me hice Twitter a los quince años empecé realmente a descubrir a muchos raperos que desde entonces he seguido mucho”.

Le gusta moverse entre varias aguas, y es algo que queda claro en su mixtape. De igual manera que si le preguntas con quién le gustaría grabar un dúo, le salen nombres –en principio… nada predecibles: “Con Papi Trujillo o Jimothy Lacoste. Y con Sen Senra sería guapísimo”. Senra es, curiosamente, otro de los artistas emergentes que representan una nueva sensibilidad en nuestra música.

Y Megansito no duda en confesarse un romántico empedernido, algo que sugiere su música, aunque también deje claro que en canciones como Perdona no habla tanto de amor como una primera escucha pueda sugerir. “Pero yo soy ñoño de cojones”, dice. Y la etiqueta que utiliza para definirse, ‘homisexual’, llama la atención. “Es que yo quiero mucho a mis homies, a mis colegas”. Y está muy bien que nos lo haga saber. “Por eso, además, no tengo problema en definir nuestra música como pop sensiblero”. Bienvenido sea.