Pocos días antes del estreno de Onward –la nueva película de Disney Pixar– hemos descubierto que esta tendrá un personaje LGTBI. Se trata de Spencer, una oficial de policía lesbiana que habla sin tapujos y con total normalidad sobre su orientación sexual.
Onward cuenta la historia de dos hermanos –Ian y Barley– que perdieron a su padre hace mucho tiempo y que ahora tienen la oportunidad de devolverle la vida gracias a un hechizo de resurrección. Pero las cosas no salen como ellos esperan y se ven forzados a buscar un reloj para solucionar el problema que han causado. Mientras lo buscan, se encuentran a Spencer y al oficial Gore. Los hermanos lanzan un hechizo para poder huir y es ahí cuando el personaje de Spencer –con la voz a cargo de Lena Waithe– habla sobre la hija de su novia mientras intenta calmar a un conductor estresado por el comportamiento del hijo de su pareja.
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Tanto el productor como el director de la película –Kori Rae y Dan Scanlon, respectivamente– han expuesto la intención de este pequeño diálogo: «Simplemente sucedió. La escena, cuando la escribimos, era un poco apropiada y abre un poco el mundo, y eso es lo que queríamos. Es un mundo de fantasía moderno y queremos representar al mundo moderno».
No es la primera vez que se muestra al colectivo LGTBI en las películas de Pixar. Ya en Buscando a Dory o en Toy Story 4 se mostraba la diversidad familiar con una pareja de chicas y su hija. Esta vez se da un paso más allá y se le pone voz y discurso al tema haciendo que el personaje confirme sus preferencias.
Onward –que se estrena el próximo 6 de marzo– no será la única que toque una temática similar. La película de Marvel Studios Eternals tendrá a la primera pareja gay –Haaz Sleiman y Bryan Tyree Henry– con un hijo y, además, un beso gay.
Aunque sí es cierto que las series Disney van más avanzadas que las películas en temas de diversidad, la lucha por visibilizar a todos los colectivos ha de seguir adelante. La representación sigue siendo minoritaria e incluso en países como Emiratos Árabes Unidos y Singapur todavía está prohibida. El cambio para una sociedad justa y diversa está en mano de las nuevas generaciones, y las películas de dibujos animados han de ayudar a este progreso mostrando a los más pequeños toda la realidad desde un principio.