Ya sabemos que cualquier reinterpretación de la vida de Jesucristo levanta siempre ampollas por un motivo u otro. Pero es que, en esta ocasión, el revuelo se ha formado porque Paris Jackson, la hija del mismísimo ‘rey del pop‘, va a encarnar directamente al hijo de Dios en su nueva película, Habit.
En esta ocasión no se cuenta la historia de Jesucristo, Habit va de algo bien distinto. En esta película, de la que tanto se habla ya cuando ni siquiera tiene fecha de estreno, Jackson encarna a una chica, algo descarriada, que tiene un gran fetiche por Jesús, y para escapar de un negocio de drogas que sale mal y la pone en peligro, decide hacerse pasar por monja. Y resulta que su ídolo –al que también interpreta Paris– se le aparece en varias ocasiones.
Dirigida por Suki Kaiser, es una película de espíritu gamberro, inspirada por el primer Quentin Tarantino, según han declarado sus creadores, y que se encuentra en este momento en fase de posproducción. Junto a Paris Jackson aparecerán Bella Thorne y la modelo trans Andreja Pejic. La hija de Michael Jackson, de 22 años, continúa abriéndose camino así en el mundo del showbiz, tras haber participado, por ejemplo, en la tercera temporada de Scream.
Sin duda, Habit va a dar que hablar. De hecho, desde que se ha filtrado la imagen de Jackson caracterizada como Jesucristo, el revuelo ya es importante. Porque desde los sectores más conservadores se ha puesto el grito en el cielo –nunca mejor dicho– al ver que en Habit es una mujer la que interpreta a Cristo. ¿El hijo de Dios como ejemplo de la fluidez de género? El escándalo ha sido inmediato.
One Millions Moms, una asociación fundamentalista que defiende los «derechos tradicionales» y está rotundamente en contra de la comunidad LGTBI –claro–, ha iniciado una petición para intentar frenar el estreno de una película que consideran –sin haberla visto– blasfema. Sus productores, lógicamente, estarán encantados con esta publicidad gratuita que ha hecho que, de la noche a la mañana, la expectación por ver Habit, y a Paris Jackson como Jesucristo, sea máxima.