José Bono se vuelca en la visibilidad LGTBI en pleno Orgullo 2020: "Aitor y yo queremos tener hijos"

José Bono Rodríguez ha tenido que posponer su boda debido a la situación que vivimos por el coronavirus, pero la pareja espera poder casarse el año que viene.

José Bono se vuelca en la visibilidad LGTBI en pleno Orgullo 2020: "Aitor y yo queremos tener hijos"
30 junio, 2020
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Es uno de los gais más conocidos del panorama español, pues su padre, que se llama como él, José Bono, es uno de los políticos con mayor reconocimiento de nuestro país. Él nunca ha salido del armario en el más puro sentido del término. Su homosexualidad se hizo pública cuando la revista ¡Hola! publicó, con absoluta naturalidad, que se casaba con su novio, Aitor. Una boda que tenía que haberse celebrado este mes y que finalmente han cancelado, tras haber barajado posponerla a septiembre. Ahora el jinete habla en Vanitatis de la importancia de la visibilidad LGTBI que da el hecho de salir del armario. Y lo hace coincidiendo con los días del Orgullo 2020.

Se trata de una entrevista de la periodista Paloma Barrientos para el citado portal digital. En ella, José Bono Rodríguez habla sin tapujos sobre cómo ha vivido ser homosexual en un ambiente como el suyo: «Me muevo en muchos ambientes y jamás he sentido un rechazo. Por eso hay que decirlo [en los medios], para que la gente no tenga miedo a expresarlo. Porque conozco a amigos que sí lo han pasado mal. A los que somos conocidos nos resulta menos complicado, y también es más necesario. Doy esta entrevista precisamente porque tengo un compromiso. Y si los medios nos brindan esta visibilidad, bienvenida sea. Yo soy muy feliz», asegura al citado medio, donde también dice: «Aitor y yo queremos tener hijos».

Estos días ha sido muy comentada la salida del armario de Pablo Alborán. El jinete insiste en la importancia de hechos como ese: «Personalmente, creo que es importantísimo decirlo. La gente te va a respetar y querer igual. Incluso más. Ahora está más normalizado, pero no hay que olvidar que hay países donde es un delito. Ahora es normal ver a dos chicos en un restaurante o recogiendo a un niño en el colegio. Me alegro por Pablo Alborán».

Al ser un personaje conocido casi desde la cuna, muchas veces las revistas publicaban fotos de él con novias, algo que él nunca ha alimentado: «Mi círculo personal siempre ha sabido que yo era gay, y a todos nos hacía mucha gracia esas novias. Y con quien me relacionaban eran mis amigas y nos reíamos de la historia».

Asegura ser un afortunado porque siempre contó con el apoyo de sus padres, José Bono y la empresaria Ana Rodríguez, propietaria de numerosas tiendas de Tous por toda España, así como de toda su familia: «Al principio cuesta reconocer que eres diferente. Creo que todas las personas homosexuales lo han vivido y cada una lo procesa de una manera. Yo lo he tenido muy fácil. En casa siempre han sido muy abiertos y liberales. Me han ayudado, siempre. Somos muy clan».

Como muchos de nosotros, desea que llegue el día en que no sea noticia que alguien diga «soy gay». Pero mientras tanto, insiste en la necesidad de hacerlo. «Desde mi punto de vista no es nada importante. Es como si eres rubio, moreno o pelirrojo. Pero hay que tener en cuenta que por ahora hay personas que lo esconden por miedo. Sin duda, la educación es muy importante».

Ha pasado el confinamiento con su novio, Aitor, en el centro de Madrid, donde viven: «Nosotros ya llevábamos cuatro años conviviendo y nos conocemos muy bien, pero ahora eran condiciones extremas. Un día tras otro sin salir, era como el día de la marmota. Lo hemos llevado bien y hemos hecho cosas diferentes… Cenas divertidas, videollamadas con los amigos… Por ejemplo, decíamos, pues hoy preparamos un plato especial. Procurábamos hacer algo diferente para entretener la mente. Cocinamos los dos. Se nos da muy bien y nos gusta. Puede ser que yo tenga más iniciativa. Hago un gazpacho muy rico, canelones, lasaña, cocido…, de todo. Nos encanta comer. A Aitor le sale muy bien el salmorejo», le dice entre risas a Paloma Barrientos en la entrevista publicada en Vanitatis.

Siguen ilusionados con la boda, que será el año que viene: «Tuvimos más angustia al principio porque llegó un momento en que teníamos que tomar la decisión. No imaginábamos que íbamos a estar cuatro meses con el estado de alerta. No hemos tenido ningún trauma. Nos da igual casarnos este año que el que viene. Lo único que me da miedo es que algunas personas mayores ya no estén. Esto sí me da pena. Esperemos que todo siga igual», asegura.

Estos meses de confinamiento han sido muy duros en lo que al lado laboral se refiere. Volcado en la hípica que tiene en Toledo, la inactividad ha sido un problema para los animales. Su cuenta de Instagram es la mejor prueba de ello, pues está llena de fotos de la que es su verdadera pasión: «Hay setenta caballos y con dos trabajadores y yo nos hemos tenido que arreglar. Los clientes no podían venir y nosotros teníamos que ocuparnos de que estuvieran en buenas condiciones. No pueden estar tres meses sin salir de las cuadras. Los sacábamos porque necesitaban estar en movimiento. Los soltábamos por horas en el prado. Ha sido todo muy complicado y ahora ya estamos recuperando la normalidad«, cuenta.

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