¿Fue realmente Diana de Gales un icono gay?

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“And it seems to me you lived your life like a candle in the wind. [···] Your candle burned out long before your legend ever will”, le compuso y cantaba Elton John a Lady Di en Candle in the wind en pleno drama por su trágica y mediática muerte el 31 de agosto de 1997. Hoy, a escasos días para que se cumplan 23 años de ese suceso que convulsionó a la realeza británica, queremos reflexionar: ¿fue realmente la princesa Diana de Gales un icono gay?

Rompió los esquemas y códigos de etiqueta de la familia real británica; se enfrentó a la OTAN, a EE UU e incluso a los propios ministros ingleses por las minas antipersonas. Pronto lo veremos en Netflix en la nueva temporada de The Crown.

Fue musa de Gianni Versace y amiga de George Michael, Freddy Mercury (con quien, por cierto, se travistió para salir de fiesta)o Elton John, entre otros… No hay duda alguna de que la rompedora Diana fue la primera princesa con estatus de celebrity moderna, pero ¿también un icono gay? Su implicación en la lucha contra el sida, en unos años en los que el VIH estaba mucho más estigmatizado que ahora, nos indica que sí.

Nos resulta imposible intentar comprender la figura y repercusión de Lady Di desde la lupa de la sociedad actual. Para entenderlo debemos situarnos en el contexto que se vivía con respecto a la comunidad LGTB en los años ochenta y noventa del pasado siglo, cuando esas letras, LGTB, ni siquiera existían. Un contexto de un periodo que, aunque temporalmente no nos resulta tan lejano, dista mucho de la concepción que a día de hoy se respira en las calles.

A mediados de los ochenta, el VIH, enfermedad en ese momento asociada a la comunidad gay, mantenía al mundo en vilo por el grado de desinformación y falta de conocimiento que se daba con respecto al virus.

La figura de Lady Di fue pionera en la lucha contra el VIH, que era un estigma, como ya hemos apuntado, al que nadie quería acercarse, ni simbólica ni físicamente.

Corría un 9 de abril de 1987 cuando Diana inauguraba la primera unidad dedicada al cuidado exclusivo de enfermos de sida en el Hospital Middlesex de Londres. En ese momento, y siendo consciente de la presencia de medios, Diana saludó y dio la mano sin guantes a enfermos de sida, gesto que hoy en día pasaría prácticamente inadvertido, pero que en aquel momento dejó en shock a medio mundo y contribuyó a la erradicación de la idea mayoritaria de que la enfermedad se transmitía por contacto físico.

 

Sus posteriores discursos y declaraciones ayudarían a concienciar a la población de la situación de los enfermos de VIH.

Unos discursos que venían nada más y nada menos que de la princesa de Gales, esposa del futuro rey del Reino Unido, y que erradicarían prejuicios y estigmas en una sociedad donde la falta de información sobre el tema estaba a la orden del día.

Es por esto que, indiscutiblemente, consideramos a Lady Di un icono LGTB, y una mujer valiente que supo apoyar al colectivo gay en el que fue uno de sus momentos más trágicos.