El streaming de Colour And Light de Melanie C –que actuó en el Orgullo de Madrid en 2019– arrancaba de manera virtual y para todo el mundo anoche a las 21h, hora española. La expectación era máxima, no solo por la presentación de nuevos temas extraídos de su nuevo álbum homónimo, Melanie C, recién publicado, sino también por ver cómo la artista, la eterna Sporty Spice, defendería su directo.
La trayectoria de Melanie C en solitario ha sido hasta ahora ecléctica, acompañada en muchos momentos por depresiones y ansiedad, como ha asegurado la artista en varias ocasiones. Sin embargo, su sonido, que siente que ha tendido más al pop-rock, fue pegando bandazos desde su brillante primer álbum, Northern Star. Esa fórmula se ha repetido en la mayoría de sus trabajos en solitario, y mostraba a una Mel a veces indefinida pero con intenciones.
Con un retraso de casi diez minutos, el chat virtual de la plataforma se llenaba de fans. Cómo no, empezó a mostrarse el amor incondicional desde lugares como Cádiz, Barcelona, Mallorca, Madrid, Alicante… Y es que España, innegablemente, ha sido uno de los grandes territorios de la Spice Girls. Sus fans son fieles, no cabe ninguna duda.
Ahí estábamos, en este caso al otro lado de la pantalla, deseando ver qué había preparado para nosotros. Arranca una intro, muy breve, en la que Mel se prepara. Planos cortos y enfocando cada detalle: su tatuaje de «Girl Power», la caja del micro donde pone Mel C, colocándose los in ear para salir al escenario… Termina la intro y ahí está Melanie, con los brazos abiertos, un guiño a la gráfica con que se ha promocionado este concierto, recreando una de sus míticas portadas de su era más auténtica, la de Northern Star.
Comienza Who I Am, primer single que conocimos de su nuevo trabajo. La sala se ilumina y vemos que la formación es mínima: un batería y un teclista. Atrás queda la parte más orgánica y pop rock, bienvenida Melanie C. El set, en cubo con los laterales y el fondo con animaciones minimalistas y coloristas, define a la perfección el concepto de este show, llamado Colour And Light. Mel, mientras tanto, en tacones, con pantalón de chándal de plástico y un top hiperajustado, hace del escenario su pista de baile.
Al término de Who I Am, no duda en saludar al público y avisar de que seguramente se equivoque en alguna letra. Empieza a sonar Blame On Me y continúa la fiesta. Melanie se siente tan cómoda que incluye incluso su famosa patada al aire tras el puente. Llega el momento de Good Enough y Escape, dos de los temas hasta el momento desconocidos para su público. Aparece el primer medio tiempo del setlist y ella cuida cada mirada, tiene controlada cada cámara y sigue creciéndose en el escenario. «En este trabajo he colaborado con gente nueva con la que he creado un nuevo sonido que espero os guste», declara.
Es el momento de anunciar a una de las invitadas especiales, y es que comienza a sonar Fearless… Nadia Rose aparece por un lateral del set y ambas interpretan el tema. Por momentos, el featuring recuerda al de la icónica –y tristemente desaparecida– Lisa Lopes en Never Be The Same Again. «Quién le hubiese dicho a mi yo de 10 años que estaría ahora, con 27, cantando contigo… Soy muy fan y es un todo un honor para mí», confiesa Nadia nada más terminar la canción, en un arranque de sinceridad. Entre bromas, quedan para el after party, y Melanie continúa, feliz y enérgica.
Overload empieza a sonar y yo, personalmente, ya me vengo arriba. Es el último tema que ha desvelado de su nuevo álbum, pegadizo a rabiar. Tras un intensivo baile, Mel agarra el micro para explicar que este nuevo trabajo le ha ayudado a llevar mejor este tiempo raro. En concreto, el vídeo de la canción que viene a continuación –grabado con distancia social, apunta–, le gusta especialmente. «It is time to party a little bit more», concluye, mientras suenan los primeros acordes de In And Out Of Love. Para seguir la línea del concierto, Mel se baila todo el tema, disfrutándolo. Cabe decir que su voz, pese a que la mayoría de las pistas son pregrabadas y algunas voces también, clava todas y cada una de las notas.
Por si teníamos poco baile, llega Into You, canción incluida en la edición deluxe de su álbum, y que según Melanie es «un banger». Lo es. El tema, super british y nuevo himno queer, te empuja a bailar. Incluso la parte instrumental, breve, es enérgica y potente; claramente, es otro de los temas destacables de su nuevo trabajo. Nowhere To Run, otra de los canciones que estrena en este directo en streaming, es la segunda balada del set. Los temas lentos siempre han sido un punto fuerte de Mel debido al gran control que tiene sobre su voz, por lo que nada más comenzar ya nos ha envuelto en la atmósfera de la canción. Con 21 años de diferencia, este tema me llega a recordar a ese Why de su primer álbum. Sin duda, la canción más intimista de todo el concierto.
‘»Necesitamos luces y sombras», confiesa Melanie. «La próxima canción está inspirada en un sueño que tuve», apunta. Es el momento de Here I Am, con una letra muy personal: «I found strength within my weakness…». Melanie se sincera, se abre y hace de esta confesión otro enérgico tema, de los más melódicos de la noche, muy bien ligado con los rompepistas que está despachando.
Con tanto baile, no nos extraña que Mel aproveche el parón para desabrocharse el top y quitarse los tacones, momento en el que bromea con su altura. «La próxima canción habla del miedo que tenemos al cambio. Voy a explicaros mi experiencia personal y cómo los cambios pueden ser buenos«, explica. Arranca End Of Everything, baladón con el que cierra su nuevo álbum homónimo.
Llevamos cuarenta minutos de concierto, todo canciones de su nuevo álbum y una gran dosis de energía a través de temas bailables, pero falta algo. «¿Adivináis quiénes son mis próximas invitadas?», dice, tacones en mano. Es el momento de High Heels, y por supuesto, las Sink The Pink irrumpen en el escenario para convertirlo en una fiesta, real. Y las cuatro se lanzan a una coreografía facilona y pegadiza. «2019 fue brutal», asegura Mel al término de la canción. «La gira de reunión de las Spice Girls, la gira por Prides de todo el mundo y luego… Llegó 2020″, dice irónica.
Solo hicieron falta los primeros acordes para reconocer el himno atemporal que se venía. Pese a los nuevos arreglos, reconocemos I Turn To You, que sigue siendo tan icónica como siempre. Es inevitable para un fan, y me reconozco como tal, que se te erice la piel. Este tema ha significado mucho para su comunidad: ha sido nuestra banda sonora y nos ha acompañado en momentos muy importantes de nuestra vida. Si además le sumamos la de veces que la hemos disfrutado en conciertos… La conexión es brutal, y recíproca.
Melanie canta «you melt the ice», reproduce con gestos los coros con los que sus fans le contestaban en esta canción cada vez que la interpretaba en un tour, y sonríe. Sabe que estamos en casa disfrutando y que teníamos infinitas ganas de que estuviese de vuelta, y lo está. Mejor de lo que podríamos haber imaginado.
«When I look in the mirror, I finally like what I see, there’s been so many changes, I accept they’re part of me», confiesa rotundamente en la letra de Who I Am, y es cierto. Es la mejor versión de sí misma. Porque se siente bien, porque se quiere, se acepta, se gusta… se lo goza en el escenario y, para qué nos vamos a engañar, han pasado veinte años y nadie lleva el chándal como ella.
Disfrutando y en libertad, Melanie se despide saltando y bailando. «Muchísimas gracias por estar hoy aquí conmigo, espero que os cuidéis donde quiera que estéis. Y confío en que vivamos en un mundo mucho mejor lo antes posible. Espero veros en la gira». Llega el bis de I Turn To You, que pone el broche a un show corto pero significativo. Eso sí, volvería a los cinco minutos, cambiada y preparada para hacer un DJ set que, cómo no, arrancó con Spice Up Your Life…
Cincuenta minutos de show en el que, prácticamente sin éxitos conocidos, nos dejó con ganas de más. De momento, su nuevo –y brillante– nuevo álbum ya está disponible, y en primavera su tour pasará por Madrid y Barcelona. Bienvenida, Melanie C, no sabes lo que deseábamos que estuvieses de vuelta, brava.
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